Ir al contenido principal

Una visión para la transición a la neutralidad cero en la UE

Recomendaciones políticas para transformar la economía de la UE y lograr la neutralidad climática

March 29, 2024 Category: Policy Work Area: Advanced Nuclear, Carbon Capture, Hydrogen, Methane, Superhot Rock Geothermal

Acerca de este informe

Este informe ofrece recomendaciones políticas específicas para que las instituciones de la UE diseñen un marco regulador adecuado para la descarbonización de la economía de la UE. El informe se centra en la transición de la UE hacia la emisión neta cero, el enfoque basado en opciones que se requiere y las políticas necesarias para apoyar esta transición. Subraya la necesidad de estrategias de descarbonización resistentes, que tengan en cuenta los riesgos potenciales y aboguen por mitigarlos mediante una cartera tecnológica diversificada. Profundiza en varias prioridades políticas para la descarbonización, incluido el papel de la captura, eliminación y almacenamiento de carbono, los combustibles de carbono cero, la reducción de las emisiones de metano, la descarbonización del transporte, la energía nuclear, la energía geotérmica de roca supercaliente, la fusión y las asociaciones internacionales.

Próximos pasos para la acción climática en la UE

La UE ha demostrado su liderazgo climático estableciendo un ambicioso objetivo de neutralidad climática en todo el bloque para 2050. Este compromiso comienza con la reducción de las emisiones en al menos un 55% antes de 2030 y la adopción de objetivos climáticos jurídicamente vinculantes que abarquen sectores clave de la economía. Como iniciativa emblemática de la Comisión von der Leyen, el Pacto Verde supuso el primer intento global de descarbonización de una región, con la adopción de legislación que abarca, entre otros, los sectores de la energía, la industria, el transporte y la construcción. Históricamente, la UE tiene un historial de éxitos climáticos. Por ejemplo, mediante el desarrollo de políticas innovadoras como el Régimen de Comercio de Derechos de Emisión (RCDE), el primer sistema de comercio de derechos de emisión de gases de efecto invernadero a gran escala del mundo, la UE ha tenido la oportunidad de ser pionera a nivel mundial.

Sin embargo, la ambición y los primeros éxitos no garantizan que la UE alcance a tiempo su objetivo de neutralidad climática. Además, el entorno geopolítico y macroeconómico ha experimentado grandes cambios desde el lanzamiento del Pacto Verde. La invasión de Ucrania, la posterior crisis energética, los riesgos de escasez de materias primas y los límites de las cadenas de suministro necesarias para suministrar las tecnologías limpias son retos clave que hay que afrontar para alcanzar la neutralidad climática.

Además, la preocupación por equilibrar las medidas sociales y de transición justa, el aumento de la inflación y la creciente presión por la competitividad global han ido creciendo en Europa. Aunque la mayoría de los ciudadanos de la UE considera que el cambio climático es un problema muy grave y espera que la UE y sus gobiernos tomen medidas1, tampoco hay que subestimar el impacto político de la creciente oposición al Pacto Verde.

A punto de comenzar una nueva legislatura, las instituciones de la UE definirán las prioridades y el futuro de las políticas climáticas de la UE para los próximos cinco años. Se trata de una oportunidad para reevaluar el enfoque actual, identificar las lagunas que aún existen y establecer los próximos pasos necesarios para alcanzar la neutralidad climática, garantizar una transición justa y apoyar la competitividad internacional. Dado que los objetivos climáticos para 2040 también serán objeto de debate este año, 2024 debería ser un año de debate y planificación climáticos.

Como ONG climática con base científica, CATF se centra en soluciones realistas y centradas en los sistemas que permitan a la UE cumplir su ambición climática de forma social y económicamente viable, y ha identificado sugerencias clave para que la UE desarrolle vías eficientes hacia la descarbonización y la neutralidad climática.


Un nuevo capítulo para la acción climática de la UE

Aunque se han logrado avances significativos durante esta legislatura, los riesgos que podrían hacer descarrilar la senda de la descarbonización, junto con el contexto cambiante, exigen un cambio de enfoque y una nueva visión de la descarbonización de la UE. Las instituciones de la UE deben garantizar que el clima siga siendo una prioridad en la agenda durante la próxima legislatura, pero cambiando su enfoque para adoptar un planteamiento basado en opciones y tecnológicamente abierto. Esto debería respaldarse con un presupuesto suficiente y una mayor financiación disponible para las tecnologías limpias.

Principales recomendaciones políticas:

  • Desarrollar el marco regulador del clima y la energía necesario para los objetivos de descarbonización de 2040 y 2050.
  • Crear una Agencia del Clima y la Energía que garantice un seguimiento preciso y la actualización periódica de las herramientas de modelización.

Aunque esta Comisión ha logrado claros avances en materia de clima y el Pacto Verde se ha aplicado a una amplia gama de temas, Europa no va por buen camino para alcanzar sus objetivos climáticos. Según la evaluación de la Comisión de los proyectos actualizados de Planes Nacionales de Energía y Clima (NECP), la UE ya no alcanzará su objetivo del 55 % para 2030. Mirando más allá de 2030, hacia 2050, las proyecciones con las medidas actuales adoptadas demuestran que la UE no alcanzará la neutralidad climática. El Consejo Científico Asesor Europeo sobre el Cambio Climático ha destacado recientemente que serán necesarios más esfuerzos para alcanzar los objetivos climáticos de la UE de 2030 a 2050, y que se requerirán nuevas medidas y políticas para alcanzar la neutralidad climática atiempo2.

Los próximos años han sido señalados por el IPCC como la década crucial en la lucha contra el cambio climático. Además, según las encuestas del Eurobarómetro, los ciudadanos de la UE creen que el cambio climático es un grave problema al que se enfrenta el mundo.3 A medida que las consecuencias del cambio climático se hacen cada vez más visibles en Europa y en todo el mundo, es fundamental que el clima siga ocupando un lugar prioritario en la agenda de las instituciones de la UE. También es esencial que se desarrollen, adopten y apliquen las ambiciosas políticas necesarias para alcanzar los objetivos de la UE para 2040 y 2050. Por lo tanto, las instituciones no deben dormirse en los laureles y limitar su labor únicamente a la aplicación; al contrario, deben seguir dando prioridad al clima y desarrollando las políticas necesarias para colmar esta laguna.

La neutralidad climática exigirá la disponibilidad y el despliegue de numerosas tecnologías. Sin embargo, muchas de estas tecnologías requieren largos periodos de desarrollo o despliegue. Aunque se necesitarán objetivos ambiciosos para 2040, la UE debe tener presente el objetivo de neutralidad climática para 2050. Disponer de medidas y objetivos para cada década es sumamente útil para garantizar que Europa avanza a un ritmo acorde con sus ambiciones climáticas, pero la UE también necesita planificar vías que garanticen que todas las tecnologías necesarias para la neutralidad climática en 2050 se tienen en cuenta a tiempo. Para ello habrá que empezar a desarrollar ahora tecnologías que quizá sólo desempeñen un papel después de 2040.

Para planificar la descarbonización de forma eficiente, la próxima Comisión también debería considerar la creación de una Agencia del Clima y la Energía, como sugiere Bruegel.4 La planificación de la transición climática y energética sólo puede lograrse con un seguimiento preciso de los avances realizados y con actualizaciones periódicas de las herramientas de modelización. Por el momento, la UE no tiene acceso a datos consistentes y granulares a disposición del público, lo que permitiría seguir de cerca la aplicación de los planes de descarbonización y adaptarlos en función de las necesidades, así como mejorar la planificación del despliegue de infraestructuras. La creación de una Agencia del Clima y la Energía podría ayudar a la Comisión y a los Estados miembros en su transición proporcionando datos coherentes, actualizados y granulares, herramientas de modelización y evaluación de la aplicación de las políticas. También contribuiría a un debate informado sobre la transición y las medidas necesarias para alcanzar nuestros objetivos climáticos.

Recomendación política clave:

  • Apoyar el despliegue de una amplia gama de tecnologías de baja y nula emisión de carbono, con un enfoque basado en opciones.

Las energías renovables y la mejora de la eficiencia energética representarán una gran parte de la reducción de emisiones hacia el cero neto, pero no pueden cubrir toda la reducción necesaria. Aunque todo el mundo está de acuerdo en la necesidad de que Europa aumente al máximo su producción e importación de energías renovables, ésta no puede ser la única tecnología por la que la UE apueste. Varias razones justifican la necesidad de la opcionalidad.

En primer lugar, apostar por una única vía aumenta los riesgos de no alcanzar a tiempo los objetivos climáticos. Los riesgos que aún no se han tenido en cuenta (uso del suelo, cadena de suministro, infraestructuras, apoyo de los ciudadanos, eficiencia energética, etc.) podrían poner en peligro el calendario previsto para el despliegue de las energías renovables. La importancia de la diversificación se puso de relieve tras la invasión de Ucrania: depender en exceso de un conjunto reducido de tecnologías es arriesgado, ya que en caso de interrupciones importantes de la cadena de valor o de falta de disponibilidad de determinados materiales, la transición energética podría retrasarse considerablemente. Por lo tanto, la UE debe garantizar el desarrollo de diferentes vías y opciones, que permitan reaccionar con flexibilidad ante cualquier posible contratiempo.

En segundo lugar, no todas las emisiones pueden abordarse con energías renovables o una mayor eficiencia energética. Las emisiones de los procesos industriales o las emisiones de sectores como la agricultura, por ejemplo, no pueden evitarse totalmente y requerirán tecnologías como la captura y almacenamiento de carbono y la eliminación de carbono.5 Del mismo modo, el calendario de despliegue de las tecnologías es importante. Por ejemplo, Europa no tendrá suficiente electricidad renovable al principio para satisfacer su demanda prevista de hidrógeno sólo con hidrógenoverde6.

En tercer lugar, la UE no es una entidad homogénea, sino que está compuesta por diversos países y regiones, con economías, combinaciones energéticas, industrias y retos diferentes. Por consiguiente, un planteamiento único no funcionará. Para garantizar que todos los Estados miembros descarbonizan a tiempo, la próxima Comisión tendrá que asegurarse de que se tienen en cuenta las diferentes especificidades nacionales y regionales y de que todas las regiones disponen de las herramientas necesarias para descarbonizar. La UE necesita un enfoque basado en la opcionalidad tecnológica que permita a cada país o región alcanzar la descarbonización y la seguridad energética con los recursos más adecuados a sus circunstancias individuales.

En cuarto lugar, en el contexto de una crisis de seguridad energética, la UE podría ampliar y acelerar su acceso a soluciones energéticas limpias y asequibles desarrollando múltiples opciones. La rápida evolución del contexto geopolítico europeo en los últimos años ha subrayado la necesidad de acelerar la transición energética. La UE sólo produce en torno al 45% de su propia energía, mientras que el 55% es importada, y sigue dependiendo en gran medida de la energía fósil. El desarrollo de alternativas limpias que se pasan por alto, como la energía geotérmica, podría ayudar a la UE en su camino hacia la seguridad energética.

Por último, es probable que la red eléctrica europea tenga que triplicar o cuadruplicar su tamaño actual en 2050.7 Garantizar la disponibilidad continua de la cantidad de electricidad limpia que Europa necesitará en las próximas décadas requerirá una cartera de opciones.

La ampliación de una amplia gama de tecnologías de baja y nula emisión de carbono es vital para alcanzar nuestro objetivo de neutralidad de carbono para 2050 y para garantizar la seguridad energética en Europa de una manera que apoye una economía que funcione bien con salvaguardias sociales bien diseñadas y la competitividad de la industria. La UE debe acoger un conjunto diverso de soluciones energéticas limpias y firmes y adoptar un enfoque basado en la opcionalidad que integre la necesidad de acceso a la energía y la seguridad energética, así como la necesidad de desarrollar y desplegar rápidamente soluciones para descarbonizar sectores difíciles de electrificar. La UE debe reconocer la necesidad de una amplia cartera de tecnologías de carbono cero técnicamente viables, por ejemplo, hidrógeno y amoníaco limpios, captura y almacenamiento de carbono e innovaciones más recientes como la energía geotérmica de roca supercaliente y la fusión. El planteamiento de la UE debería evaluar las tecnologías en función de la reducción de emisiones que ofrecen, su potencial de ampliación y su capacidad para ofrecer soluciones asequibles.

Principales recomendaciones políticas:

  • Presentar un fondo para el clima fuerte y ambicioso.
  • Determinar la financiación disponible y garantizar que la información sobre oportunidades de financiación sea fácilmente accesible.
  • Considerar la adopción de distintos tipos de instrumentos de financiación, además de las subvenciones, como los Contratos por Diferencia de Carbono o los préstamos.

La capacidad de la UE para descarbonizarse a tiempo y desplegar tecnologías limpias dependerá en gran medida de la disponibilidad de financiación suficiente y de su uso eficiente. Esto se refiere tanto a la cantidad disponible como a la forma de utilizarla y coordinarla.

La UE debe desarrollar una financiación nueva y más amplia para el clima. Las instituciones de la UE deben garantizar que se dedique suficiente presupuesto comunitario a medidas climáticas, y defender una propuesta presupuestaria que se ajuste a sus ambiciones climáticas.

En la actualidad, las subvenciones dedicadas al clima del Mecanismo de Recuperación y Recuperación (DRR), el Fondo de Innovación, el Fondo de Modernización y el Fondo de Transición Justa ascienden a unos 50 000 millones de euros anuales. El FRR es la mayor fuente de subvenciones de la UE para la descarbonización de la economía, y alrededor del 40% se destina a inversiones climáticas. Sin embargo, este fondo finalizará en 2026, lo que creará un importante vacío en la financiación de la transición ecológica. Se calcula que la brecha debida a la desaparición del FRR será de unos 180.000 millones de euros entre 2024 y20308.

Además, el Tribunal de Cuentas Europeo también señaló un déficit de financiación para alcanzar los objetivos de 2030, destacando que la incertidumbre sobre si se están invirtiendo fondos suficientes en la transición hacia una economía baja en carbono pone en peligro la transición verde.9 Aunque la UE destinó el 30% de su presupuesto hasta 2027 a financiar sus objetivos climáticos, esto representaría sólo el 10% de la financiación necesaria. El resto debería proceder de los Estados miembros y del sector privado, pero las medidas esbozadas en el borrador actualizado de los NECP son actualmente demasiado vagas para evaluar la financiación que estará realmente disponible en toda la UE.

La UE debería presentar, como sucesor del RFF, un fondo para el clima fuerte y ambicioso. Debe garantizarse un nivel de financiación climática al menos equivalente al que proporciona actualmente el RFF para la acción climática. Corresponderá a la próxima Comisión negociar la entrega de un fondo climático real. Este fondo es necesario para garantizar que los países con capacidades limitadas para obtener préstamos en los mercados financieros puedan seguir apoyando financieramente a las industrias verdes, para garantizar cierta cohesión en toda la UE y para evitar el riesgo de fragmentación socioeconómica.

Esto es importante, ya que los Estados miembros más grandes podrían apoyar la descarbonización de sus industrias y hacer frente al posible impacto de una forma que otros países no podrían igualar. Esta disparidad podría dar lugar a una falta de cohesión en el mercado interior y hacer que algunas regiones soportaran un coste social más elevado.

Además de la cantidad de financiación disponible, también es importante cómo se gasta el dinero. La investigación ha demostrado que Europa gasta tanto, si no más, en el despliegue tecnológico que Estados Unidos con sus últimos paquetes de políticas.10 Sin embargo, la financiación está dispersa a nivel de la UE y de los Estados miembros, y no está claro si es adecuada o no para llevar a cabo el despliegue, ni cómo podrían combinarse potencialmente los diferentes fondos disponibles. Por lo tanto, hay que esforzarse por garantizar la coherencia entre las financiaciones y asegurarse de que se complementan y refuerzan mutuamente.

La Comisión debería elaborar un mapa de la financiación existente a nivel de la UE, nacional y regional, el tipo de proyectos que pueden apoyar y en qué fase del desarrollo o despliegue pueden utilizarse. Esta información debería ponerse a disposición de los proyectos que busquen financiación, ayudándoles a identificar qué apoyo financiero podría estar disponible para cada etapa de sus proyectos. Además de cartografiar estas financiaciones, la Comisión debería evaluar las carencias de los fondos existentes, la tecnología cubierta, la cantidad necesaria para el despliegue y la fase de desarrollo. También debería tener en cuenta que la aplicación de los regímenes de financiación puede ser lenta y complicada, y no está creando la seguridad de inversión que se necesita. La Comisión debería proponer orientaciones a los Estados miembros y las regiones sobre la manera de colmar las lagunas detectadas.

Además, los proyectos de la UE suelen financiarse mediante subvenciones, que no son eficientes y dejan a los emprendedores y empresas expuestos al riesgo de no recibir ayudas tras largos procesos burocráticos. La Comisión debería estudiar la adopción de otro tipo de instrumentos de financiación (como contratos de carbono por diferencia, préstamos y otros), lo que es crucial para aprovechar los beneficios de la política de innovación.


Recomendaciones políticas temáticas

En un contexto de crisis energética, aumento del coste de la vida e inquietud por la competitividad industrial, las políticas climáticas han suscitado últimamente interrogantes entre la industria, los responsables políticos y los ciudadanos. Desde los años setenta, la UE ha enfocado la política industrial proporcionando un entorno industrial propicio mediante un triple enfoque: El mercado único, la competencia y la investigación e innovación.

Sin embargo, en la última década se ha producido un progresivo cambio de paradigma entre las instituciones de la UE debido a varios elementos. En primer lugar, la pandemia fue un duro recordatorio de los riesgos existentes de interrupción de las principales cadenas mundiales de suministro. Del mismo modo, la invasión de Ucrania consolida la geopolítica, la interdependencia económica y la seguridad como factores clave a tener en cuenta por la UE y sus industrias.

En segundo lugar, las ambiciones climáticas de la UE tienen un impacto industrial significativo. Para alcanzar su objetivo de 2030, la UE necesitará que las emisiones del régimen de comercio de derechos de emisión disminuyan en un tercio y que las emisiones de los edificios y el transporte se reduzcan cuatro veces más rápido que en la últimadécada11. Este esfuerzo tendrá un coste y requerirá apoyo político para evitar que las empresas de la UE se encuentren en desventaja competitiva, para garantizar el éxito de los objetivos climáticos y para mantener el modelo socioeconómico de la UE. La economía de la UE depende en gran medida de industrias intensivas en carbono que ahora deben descarbonizarse. El aumento de la ambición del régimen de comercio de derechos de emisión y la eliminación progresiva de los derechos gratuitos enfrentarán a las industrias difíciles de eliminar con un precio del carbono cada vez mayor, lo que significa que las industrias o bien se pasarán a tecnologías más limpias o pagarán un coste cada vez mayor por sus emisiones. Por tanto, es crucial garantizar que las industrias dispongan de las herramientas necesarias para descarbonizarse y preservar su competitividad.

En tercer lugar, a medida que otras regiones del mundo han ido adoptando medidas para apoyar la transición de sus industrias, en la UE ha ido creciendo la preocupación por la competencia desleal. La oleada de nuevas políticas industriales en todo el mundo, destinadas a apoyar la descarbonización y localizar o, en algunos casos, deslocalizar la producción de energías limpias y tecnologías limpias, llevó a la UE a reevaluar su punto de vista sobre las ayudas estatales y las políticas industriales.

La cuestión industrial es también una cuestión social importante.El sector siderúrgico mantiene 2,5 millones de puestos de trabajo en la UE.12 El sector cementero representa por sí solo unos 36.000 empleos, pero puede vincularse a otros 13 millones, ya que la producción de cemento es fundamental para diversos sectores.13 Por ello, la política industrial ha vuelto a ocupar un lugar destacado en la agenda de la UE. Durante esta legislatura, la Comisión tuvo que hacer frente a varias urgencias.

La pandemia provocó una revisión sustancial de la nueva estrategia industrial y la adopción de la Ley Europea de Fichas. Tras la crisis de Ucrania y la Ley de Reducción de la Inflación (IRA), legislaciones como la Ley de Industria Neta Cero y la Ley de Materias Primas Críticas demostraron el compromiso de la UE para descarbonizar sus cadenas de suministro y apoyar la transición de sus industrias. Sin embargo, habrá que hacer más para descarbonizar las industrias de la UE.

1. Desarrollar y aplicar una estrategia industrial ecológica global

Recomendación política clave:

  • Desarrollar y aplicar una estrategia industrial ecológica global, prestando especial atención a los sectores difíciles de electrificar y a las tecnologías e infraestructuras necesarias para descarbonizar las industrias.

La próxima Comisión tendrá que basarse en estas iniciativas y centrarse más en la descarbonización industrial. Las investigaciones han demostrado que la mayor parte de los gases de efecto invernadero de la Unión Europea procede del transporte (28%), la industria (26%) y la energía (23%)14. Los sectores difíciles de electrificar necesitarán medidas ambiciosas para estar en la senda de la descarbonización oportuna, y es necesaria una estrategia industrial actualizada para apoyar su transición y garantizar que el poder del mercado interior pueda contribuir plenamente a los objetivos de descarbonización, competitividad y crecimiento económico de la Unión.

Dado que la UE eliminará finalmente los derechos de emisión gratuitos del RCCDE, los beneficios climáticos sólo se producirán si las industrias tienen acceso a las tecnologías y la infraestructura necesarias para descarbonizarse. Sin el desarrollo y despliegue de tecnologías limpias, los consumidores de la UE pagarán indefinidamente un precio del carbono, las industrias podrían trasladarse fuera de Europa, las emisiones no disminuirán a la escala necesaria y los costes sociales aumentarán. La descarbonización industrial tiene potencial para recabar apoyos tanto entre los ciudadanos como entre las empresas, ya que está estrechamente relacionada con el empleo, los precios y la competitividad. Por tanto, podría recabar un amplio apoyo en la sociedad

Las instituciones de la UE deberían basarse en los esfuerzos realizados durante la actual legislatura y examinar individualmente los sectores difíciles de electrificar. Para cada sector, deben abordarse las lagunas y los retos, identificando y aplicando las tecnologías e infraestructuras necesarias para la descarbonización, junto con el apoyo político requerido.

En todos los sectores, las industrias necesitarán una amplia gama de tecnologías para descarbonizarse, incluidas, entre otras, la electrificación, la captura, eliminación y almacenamiento de carbono, el hidrógeno limpio y el biometano.

El despliegue y la comercialización de las tecnologías clave necesarias para descarbonizar las industrias debe ser una prioridad para la UE. Las instituciones de la UE deben velar por que las estrategias pertinentes de la UE tracen un camino claro y por que la realización de las acciones identificadas se lleve a cabo a tiempo. Los avances deben ser objeto de un estrecho seguimiento, y cualquier retraso en la consecución de los objetivos identificados debe abordarse con prontitud.

La política industrial común debería ir acompañada de una financiación europea común. Como parte del fondo climático antes mencionado, la próxima Comisión debería tratar de crear un verdadero Fondo de Soberanía, con financiación suficiente para apoyar la transición de las industrias. Se necesita un fondo de la UE porque depender únicamente de los fondos nacionales podría suponer el riesgo de fragmentar el mercado único y poner en peligro la cohesión debido a la diferencia de financiación disponible y de capacidad fiscal entre los Estados miembros.

2. Ampliar la gestión del carbono

Principales recomendaciones políticas:

Cumplir los objetivos de inyección de CO₂ garantizando al mismo tiempo la integridad del mercado único:

  • Entregar el atlas de inversiones en almacenamiento de CO₂ para 2026, con datos geológicos coherentes y realistas clasificados en función de su nivel estimado de precisión, y respaldados tanto por financiación pública para estudios geológicos como por el intercambio obligatorio de datos para empresas privadas.
  • Garantizar que los productores de combustibles fósiles cumplan las obligaciones de capacidad de almacenamiento de CO₂ de la NZIA.
  • Animar a los Estados miembros a convocar licitaciones periódicas para conceder licencias de exploración a las empresas que deseen explotar emplazamientos de almacenamiento.
  • Eliminar las barreras normativas que impiden a los emisores de la UE hacer uso de la amplia capacidad de almacenamiento de los países no pertenecientes al EEE, incluidos el Reino Unido y el norte de África.

Habilitar una red europea de infraestructuras de CO₂ mediante:

  • Desarrollar un marco regulador del CO₂ que garantice un acceso justo y abierto al almacenamiento y el transporte, y elaborar normas de transporte de CO₂.
  • Establecer un mecanismo a escala de la UE para la planificación de infraestructuras y una plataforma de agregación de volúmenes de captura y almacenamiento de CO₂.
  • Crear una financiación específica para las infraestructuras transfronterizas.

Crear un argumento comercial a largo plazo para el despliegue de la CAC:

  • Creación de una licitación competitiva específica para volúmenes de CO₂ capturado para sectores clave.
  • Garantizar que los incentivos a nivel de la UE y de los Estados miembros incluyan una asignación adecuada del riesgo a lo largo de la cadena de valor.
  • Desarrollar incentivos duraderos para los productos y servicios con bajas emisiones de carbono a través de la contratación pública y normas sectoriales para el carbono incorporado.
  • Estudiar la ampliación del principio de responsabilidad del productor a los productores de hidrocarburos.

Crear un caso de negocio a largo plazo para el CDR industrial:

  • Fijación de objetivos para el despliegue en toda la UE de DACCS y BECCS, y establecimiento de un mecanismo para fijar objetivos futuros.
  • Apoyo a la I+D de tecnologías industriales de eliminación del carbono.
  • Establecer un apoyo político a largo plazo en forma de financiación de la demostración y el despliegue, también dentro del Fondo de Innovación.
  • Creación de incentivos comerciales y fomento de la contratación pública.


¿Qué es la captura y almacenamiento de carbono?

La captura y almacenamiento de carbono (CAC) es una tecnología esencial para que la UE alcance la neutralidad climática. La CAC es una solución que puede eliminar las emisiones de CO₂ de procesos en los que el CO₂ se genera a partir de combustibles fósiles, biomasa u otras materias primas de carbono, separando el CO₂ de otros gases, antes de purificarlo, comprimirlo y transportarlo a lugares de almacenamiento geológico. Allí, el CO₂ se almacena a gran profundidad bajo tierra (normalmente a un kilómetro de profundidad como mínimo) dentro de rocas porosas que se cubren con una roca impermeable, lo que garantiza el almacenamiento permanente del CO₂.

Las tecnologías de captura de carbono no son nuevas y se han utilizado de forma segura y eficaz durante más de 100 años, con muchas instalaciones que capturan y utilizan CO₂ en productos alimenticios y bebidas. El almacenamiento de CO₂ también se realiza de forma segura desde hace más de 50 años. Existen más de 20 instalaciones de captura de carbono a escala comercial en funcionamiento en todo el mundo, que capturan y almacenan permanentemente alrededor de 50 Mt de CO₂ al año.15

El consenso abrumador entre los científicos es que el almacenamiento geológico de CO₂ es permanente, y que el CO₂ inyectado permanece atrapado en el subsuelo durante milenios.16



Los riesgos de fuga de CO₂ son extremadamente bajos, y análisis recientes demuestran que, incluso en el peor de los casos, más del 99,92% del CO₂ se contendrá en los emplazamientos de almacenamiento durante cien años, conservando el valor climático de la tecnología.18 Además, incluso en caso de fuga, los efectos directos sobre el medio ambiente son mínimos,19 especialmentecuando se almacena CO₂ en alta mar.20



La captura y el almacenamiento de carbono funcionan a gran escala, pero no se han desplegado lo suficiente debido a la falta de políticas de apoyo adecuadas o de medidas reguladoras, como un precio efectivo del carbono.21 Sin embargo, a medida que se adoptan mayores medidas para reducir las emisiones mundiales de CO₂, ya hay más de 500 proyectos en planificación en todo el mundo, incluidas docenas en toda Europa.22,23

¿Por qué necesita la UE aumentar rápidamente la captura y almacenamiento de carbono?

  • Beneficios climáticos - Las pruebas climáticas demuestran que necesitamos un aumento masivo de la captura y almacenamiento de carbono si queremos que Europa alcance sus objetivos climáticos.
  • Beneficios económicos - La captura y almacenamiento de carbono es uno de los medios más rentables para descarbonizar los principales procesos industriales, como el cemento y el acero, garantizando que estas industrias puedan seguir siendo competitivas en la transición ecológica y desbloqueando nuevas inversiones en la fabricación con bajas emisiones de carbono en la región.
  • Contexto internacional - La UE y varios Estados miembros se han sumado al Reto de la Gestión del Carbono, lanzado en la COP 28, cuyo objetivo es alcanzar el despliegue a escala gigatonelada en todo el mundo para 2030.

Beneficios climáticos: ¿cuánta captura y almacenamiento de carbono necesitará la UE para sus objetivos climáticos?

La CAC es esencial para alcanzar la neutralidad climática en 2050, de acuerdo con la Ley Europea delClima24, como demuestran casi todos los escenarios de modelización de sistemasenergéticos25. La CAC es necesaria tanto para reducir rápidamente las emisiones de CO₂ como para eliminar permanentemente CO₂ de la atmósfera. En todos los escenarios destacados por el Consejo Científico Asesor Europeo sobre el Cambio Climático (Consejo Asesor),26 el almacenamiento de CO₂ proporciona una eliminación permanente de carbono y desempeña un papel importante en la reducción de las emisiones de los procesos industriales y los combustibles fósiles.

Su análisis concluye que podría ser necesario capturar y almacenar hasta 490 millones de toneladas de CO₂ de aquí a 2050, de las cuales 417 millones se capturarían y almacenarían en la Senda Icónica de "Opciones Mixtas", que produce las emisiones acumuladas más bajas.27 El propio análisis de la Comisión Europea28 estima que la UE podría necesitar capturar hasta 450 millones de toneladas anuales de CO₂ de aquí a 2040, lo que coincide con varios otros organismos expertos. En resumen, no hay camino hacia la neutralidad climática en Europa sin la CAC.

En la actualidad, los índices de despliegue de la CAC están muy por debajo de los de los modelos que limitan el calentamiento global a 1,5 ºC o 2 ºC.29 Y lo que es más importante, no hay instalaciones de almacenamiento de CO₂ operativas en la UE.30 Por lo tanto, existe una necesidad urgente de incentivos políticos y financieros a medida para acelerar el desarrollo de las tecnologías de CAC a una escala capaz de reducir significativamente las emisiones.31 Esto es particularmente crucial en la década de 2030 a 2040, cuando el despliegue debería ser más rápido, tal y como se indica en la ruta hacia el cero neto de la Agencia Internacional de la Energía.32

Beneficios económicos: una solución rentable para una industria climáticamente neutra

La captura y el almacenamiento de carbono son vitales para descarbonizar sectores industriales difíciles de eliminar, como el químico, el de los fertilizantes, el del acero o el del cemento, que requieren calor a alta temperatura o producen intrínsecamente dióxido de carbono como parte de un proceso químico (lo que se conoce como "emisiones de proceso").



Por ejemplo, alrededor del 60% de las emisiones del cemento forman parte de la química del proceso y no pueden reducirse cambiando a formas de energía bajas en carbono. Para algunas otras industrias pesadas, como la siderúrgica, existen otras vías de descarbonización que utilizan combustibles alternativos, como el hidrógeno; sin embargo, es probable que el suministro de volúmenes suficientes de hidrógeno bajo en carbono también requiera el uso de CAC. En general, las vías de descarbonización sin CAC pueden enfrentarse a retos relacionados con la obtención de electricidad y calor abundantes y limpios, sobre todo a corto plazo. Los análisis de la Agencia Internacional de la Energía muestran que la CAC ofrece actualmente la vía de menor coste para descarbonizar el cemento, el acero y el amoníaco(Figura 4).

A medida que se vayan eliminando progresivamente los derechos de emisión gratuitos del RCCDE y las industrias europeas queden plenamente expuestas al precio del carbono, será fundamental garantizar que estas industrias dispongan de las herramientas necesarias para descarbonizarse rápidamente. Los responsables políticos deben tomar medidas para garantizar la disponibilidad generalizada de las tecnologías innovadoras necesarias para la descarbonización, que incluirán la captura y el almacenamiento de carbono para muchas industrias. Si la descarbonización no es posible, las industrias tendrán que pagar el precio del carbono o arriesgarse a trasladar su producción a otro lugar, con importantes consecuencias sociales y económicas.

Además, aunque el aumento del coste adicional de utilizar CAC y otras tecnologías para fabricar productos con bajas emisiones de carbono puede parecer grande, el coste adicional para los consumidores es mucho menos significativo y, por tanto, más fácil de absorber por los consumidores, cuando se aplica a productos de uso final como coches o edificios.34 Por ejemplo, la Figura 5 ilustra el coste adicional de la construcción de un puente utilizando cemento descarbonizado y acero producido con CAC, lo que supone un aumento global de sólo el 1% del coste total de construcción.

¿Qué debe hacer la UE para acelerar el despliegue de la CAC?

Tal y como señaló el IPCC, una de las principales razones por las que la CAC se está quedando rezagada respecto a las trayectorias acordes con los objetivos climáticos es la falta de un apoyo político adecuado.35 Hay que hacer más para diseñar los incentivos financieros y políticos y las medidas reguladoras que permitan avanzar en las tecnologías de captura y almacenamiento de carbono a la escala necesaria para tener un impacto en las emisiones totales. En la próxima legislatura, la UE puede acelerar la CAC con las siguientes medidas:

A. Cumplir los objetivos de inyección de CO₂ garantizando la integridad del mercado único

Tanto la Ley de Industria Neto Cero (NZIA) como la Estrategia de Gestión del Carbono Industrial (ICMS) incluyen objetivos de capacidad de almacenamiento para 2030 y 2040, respectivamente. La NZIA establece un objetivo de 50 millones de toneladas de capacidad de almacenamiento operativa en la UE para 2030 y la ICMS incluye un objetivo de 250 millones de toneladas de capacidad de almacenamiento en el EEE para 2040. Aunque los objetivos son ambiciosos, los proyectos de captura de CO₂ propuestos actualmente en la UE ascienden ya a más de 80 millones de toneladas anuales para 2030. Sin embargo, estos planes se limitan en gran medida a los emisores con posibles vínculos con el almacenamiento, y es probable que la demanda aumente a medida que se realicen más planes de almacenamiento. Por ejemplo, la industria del cemento y la cal de la UE producen en conjunto unos 130 millones de toneladas de CO₂ al año.



CATFindica un amplio potencial de almacenamiento geológico de CO₂ en la mayoría de los Estados miembros de la UE.36 En 2033, Europa podría alcanzar más de 200 Mt/año de capacidad de almacenamiento, con una previsión de 140 Mt/año para 2030(Figura 6). Sin embargo, la mayor parte de esta capacidad se encuentra en alta mar, en el Reino Unido y Noruega, dejando a los Estados miembros de la UE con sólo 66 Mt/año para 2030, principalmente en Dinamarca y los Países Bajos. Esta concentración regional plantea problemas a las instalaciones industriales de otras regiones, ya que exige un transporte multimodal de CO₂ de larga distancia que podría tener un coste superior a 100 euros/t.38

La figura 7 muestra la distribución geográfica de estos proyectos en Europa, indicando la capacidad máxima anual anunciada en cada emplazamiento (en algunos casos, la capacidad máxima anual es significativamente superior al nivel que podría alcanzarse en 2034, indicado en la figura 6). En total, hay más de 290 Mt/año de capacidad de inyección anual en estos emplazamientos, y 9,3 Gt de capacidad total estimada.



En teoría, esta capacidad anunciada podría ser suficiente para satisfacer la necesidad de almacenamiento de CO₂ de Europa a medio plazo, así como para alcanzar el objetivo declarado por la NZIA de 50 Mt/año de capacidad dentro de la UE. Sin embargo, las capacidades anunciadas representan probablemente el mejor de los casos, dadas varias limitaciones:

  • En la actualidad, el CO₂ procedente de la UE no puede almacenarse en las instalaciones de almacenamiento del Reino Unido debido a barreras normativas, principalmente la separación legal de los Sistemas de Comercio de Emisiones.39
  • La ampliación de la capacidad de inyección anunciada por varios proyectos es ambiciosa, y el desarrollo de proyectos de almacenamiento puede llevar al menos cinco años. Actualmente sólo están en construcción dos centros de almacenamiento (asociados a Northern Lights y Porthos).
  • Existe una gran incertidumbre en cuanto a la capacidad de inyección real que puede alcanzarse en un emplazamiento determinado hasta que se realice una caracterización más detallada.


Por tanto, la UE se enfrenta a un doble reto a la hora de garantizar el cumplimiento de sus objetivos de almacenamiento:

  1. Desarrollar a tiempo una capacidad de almacenamiento de CO₂ suficiente para cumplir los objetivos climáticos de la UE.
  2. Garantizar que la ubicación de este almacenamiento sea óptima para asegurar el despliegue de la CAC al menor coste posible para productores y consumidores.

El fracaso a la hora de afrontar ambos retos puede acarrear costes adicionales para las industrias y los consumidores europeos, socavar la competitividad de algunas regiones europeas y poner potencialmente en peligro los objetivos climáticos de la UE.

¿Cómo puede resolverlo la UE?

Para abordar este doble reto, serían necesarias varias medidas a escala de la UE. En primer lugar, será necesaria una visión global de los recursos geológicos de almacenamiento de CO₂ y de su situación, lo que requerirá la aplicación para 2026 del "atlas de inversión" en almacenamiento de CO₂ propuesto en la ICMS.

A fin de maximizar el potencial del atlas para acelerar la comercialización de nuevos emplazamientos de almacenamiento, los datos geológicos deben ser realistas y estar clasificados por nivel de confianza, utilizar una metodología coherente entre los Estados miembros, incluir nuevas campañas de adquisición de datos cuando sea necesario y, en la medida de lo posible, incluir datos en posesión de empresas privadas. Deberían asignarse fondos públicos a los estudios geológicos nacionales para completar estas evaluaciones, y también podría ser necesario obligar a las empresas privadas a compartir los datos.

En segundo lugar, la Comisión debe garantizar que el objetivo y la obligación de almacenamiento de la NZIA cumplen su potencial para promover el desarrollo de emplazamientos de almacenamiento en el sur, centro y este de Europa, optimizando así la accesibilidad al almacenamiento y aliviando las cargas financieras y administrativas de los Estados miembros que opten por descarbonizar sus industrias con CAC. Garantizar el cumplimiento de las obligaciones derivadas de la NZIA, actuar en función de las deficiencias detectadas en los informes de progreso de los emplazamientos de almacenamiento y facilitar el intercambio de capacidad entre las entidades obligadas contribuirá a garantizar una distribución equitativa de la responsabilidad y a promover el despliegue de los proyectos. En caso de que persistan los desequilibrios regionales entre los proyectos estratégicos netos cero propuestos, podría ser necesaria la introducción de subobjetivos regionales para la capacidad de almacenamiento.

En tercer lugar, la Comisión debería animar a los Estados miembros a convocar licitaciones periódicas de licencias de exploración para las empresas que deseen desarrollar emplazamientos de almacenamiento. Esto puede catalizar la inversión del sector privado y hacer avanzar el desarrollo de los emplazamientos de almacenamiento.

Por último, la Comisión debería estudiar la manera de eliminar los obstáculos reglamentarios que impiden a los emisores de la UE utilizar la amplia capacidad de almacenamiento de los países no pertenecientes al EEE, incluidos el Reino Unido y el norte de África. Esto permitiría una ampliación más rápida de la CAC en la región y ayudaría a los emisores de la UE a acceder fácilmente a una serie de opciones de almacenamiento a gran escala y de menor coste.

B. Habilitación de una red europea de infraestructuras de CO₂

¿Cuál es el problema?

Dependiendo de factores locales como la geología, la disponibilidad de energía limpia, las fuentes de emisiones y las limitaciones políticas, no todos los Estados miembros almacenarán CO₂ dentro de sus jurisdicciones, y algunos Estados miembros dispondrán de almacenamiento antes. Por tanto, el CO₂ tendrá que circular a través de las fronteras de la UE y las entidades de los distintos Estados miembros necesitarán acceder al almacenamiento disponible. Además, muchas industrias -sobre todo en las zonas del interior- se enfrentan actualmente a unos costes de transporte prohibitivos basados en una costosa combinación de ferrocarril y transporte marítimo hasta los lugares de almacenamiento.

Un verdadero mercado único transfronterizo del CO₂ requerirá, en última instancia, el desarrollo coordinado de una amplia red de gasoductos y otras infraestructuras de transporte (marítimo, ferroviario, terminales) en toda la UE.40 De este modo se aprovecharán las economías de escala, se facilitará a los emisores del interior un acceso más barato al almacenamiento y se permitirá a todas las industrias acceder a una gama más amplia de emplazamientos de almacenamiento.

¿Cómo puede resolverlo la UE?

La ICMS ha establecido algunas medidas importantes que pueden crear las condiciones para el desarrollo de una red de este tipo, entre ellas el inicio de los trabajos preparatorios de un marco normativo específico para el transporte de CO₂, la creación de normas mínimas para los flujos de CO₂ y una propuesta de mecanismo de planificación de infraestructuras de transporte de CO₂ a escala de la UE.

Para desarrollar una red transfronteriza de CO₂, la UE debe proponer cuanto antes un marco regulador del transporte de CO₂. Este marco facilitaría la creación de infraestructuras a gran escala y con costes optimizados para el transporte de CO₂, garantizando al mismo tiempo una distribución equitativa de los costes entre los usuarios. Debería incluir principios de acceso justo y abierto y, potencialmente, una regulación de tarifas para las infraestructuras que vayan a tener un monopolio temporal o a largo plazo (como las redes de gasoductos terrestres). Para que la infraestructura aproveche las economías de escala y evite al mismo tiempo costes prohibitivos para los primeros usuarios, la normativa debe permitir una distribución equitativa de los costes entre los usuarios y fomentar la conexión de nuevos usuarios. Sin embargo, dado que ya hay en marcha proyectos de transporte a gran escala -incluidos 14 Proyectos de Interés Común (PIC) y Proyectos de Interés Mutuo (PMI) de CO₂-, será necesario un planteamiento flexible que evite crear retrasos para estas iniciativas existentes, al tiempo que permita el desarrollo de proyectos a menor escala externos a la red más amplia(Figura 8).

También será necesario legislar para desarrollar normas de transporte de CO₂. Unas normas de transporte normalizadas garantizarán la coherencia y la interoperabilidad entre los distintos proyectos de transporte de CO₂, fomentando la eficiencia y la fiabilidad de la red.

Además, según lo previsto en el ICMS, la Comisión debe establecer rápidamente un mecanismo a escala de la UE para la planificación de infraestructuras y una plataforma de agregación para los volúmenes de captura y almacenamiento de CO₂. Una aplicación rápida es crucial para acelerar el desarrollo de redes transfronterizas de CO₂.

También será necesario un fondo específico para infraestructuras transfronterizas a través de iniciativas como el Mecanismo "Conectar Europa", con el fin de proporcionar apoyo financiero para el desarrollo y la expansión de las infraestructuras de transporte CO₂ transfronterizas, fomentando la colaboración y la integración de infraestructuras entre los Estados miembros de la UE.




C. Creación de un argumento comercial a largo plazo para el despliegue de la CAC

¿Cuál es el problema?

La trayectoria ascendente del precio del carbono en el marco del RCCDE impulsará cada vez más la inversión en la captura de CO₂ en instalaciones industriales, sobre todo a medida que se disponga de infraestructuras de transporte y almacenamiento de CO₂. Sin embargo, según las proyecciones actuales del precio del RCDE hasta 2030 y el análisis de los costes de la cadena completa de CAC, muchos emisores seguirán enfrentándose a un déficit económico en el caso de inversión para el despliegue de la CAC, con unos costes totales superiores a 100 euros/tCO₂(Figura 9).

La Estrategia de Gestión del Carbono Industrial no identifica nuevos fondos de la UE para la CAC, sino que propone un mayor uso de los fondos de los Estados miembros, a través de CCfD nacionales o el uso de un modelo de "subastas como servicio" previsto en el Fondo de Innovación.

Otro obstáculo clave que impide la toma de decisiones finales de inversión en los primeros proyectos de CAC es la exposición a riesgos difíciles de la "cadena transversal", como la posibilidad de que el transporte o el almacenamiento no estén disponibles o se retrasen.

A largo plazo, sigue existiendo el riesgo de que el RCCDE no sea suficiente por sí solo para impulsar la escala de despliegue posterior a 2030 establecida en el análisis de los objetivos climáticos de la UE para 2040, ya que la señal de precios que proporciona sigue siendo demasiado volátil para crear proyectos financiables a gran escala.

¿Cómo puede resolverlo la UE?

Deberían aplicarse varias medidas para abordar la cuestión de la financiación. En primer lugar, tanto la financiación de la UE como la nacional podrían dirigirse de forma beneficiosa hacia una licitación competitiva basada en el precio de oferta específica para proyectos de captura de CO₂, potencialmente dentro de categorías sectoriales como el cemento. La creación de un incentivo racionalizado y más fácil de activar aceleraría el despliegue de tecnologías de captura maduras y proporcionaría una mayor certidumbre en los volúmenes capturados para apoyar nuevas infraestructuras de CO₂. Los proyectos de CAC ya compiten únicamente en función de los costes de reducción dentro del plan de financiación SDE++ de los Países Bajos.

En segundo lugar, para reducir la exposición de los primeros proyectos a los riesgos de la cadena cruzada, la UE debe garantizar que los incentivos a nivel de la UE y de los Estados miembros incluyan una asignación de riesgos adecuada a lo largo de la cadena de valor para mitigar las incertidumbres y evitar retrasos y costes innecesarios. Algunos incentivos a la CAC, especialmente en el Reino Unido y en el proyecto Longship de Noruega, prevén que el gobierno actúe como respaldo para algunos riesgos de la cadena cruzada, y esto también puede ser necesario para la primera fase de despliegue en laUE42.

En tercer lugar, deberían utilizarse principios coherentes para la contratación pública y normas de uso final con estrictos requisitos de carbono integrado para crear demanda en el mercado de productos y servicios con bajas emisiones de carbono, como el cemento, el acero y la eliminación de residuos.43 Si se diseñan adecuadamente, estos incentivos pueden catalizar los primeros proyectos de CAC, al tiempo que establecen la viabilidad a largo plazo de las industrias descarbonizadas. Además, a corto plazo, estos instrumentos son poderosos en el sentido de que pueden diseñarse para promover la producción de un volumen pequeño pero creciente de productos altamente descarbonizados, en lugar del progreso incremental a lo largo de la curva de costes de descarbonización incentivado por el RCCDE. En otras palabras, pueden promover el despliegue de tecnologías con costes de reducción más elevados, pero necesarias en la actualidad. La fábrica de cemento Brevik de Noruega, que tendrá operativa la CAC a partir de finales de 2024, ya está comercializando cemento con emisiones netas cero (evoZero®), que ha sido seleccionado para el nuevo Centro Nobel deNoruega44.

Por último, otro motor político duradero podría adoptar la forma de una ampliación de la obligación de almacenamiento de CO₂ para los productores de petróleo y gas, imponiendo el requisito de almacenar una proporción cada vez mayor del carbono que "producen "45 .

D. Crear un argumento comercial a largo plazo para la RCD industrial

¿Cuál es el problema?

La eliminación del dióxido de carbono (RCD) permite la "neutralidad" en el objetivo de "neutralidad climática" de la UE para 2050 y es la única manera de lograr emisiones netas negativas a partir de entonces. Aunque a menudo se considera que la RCD es una medida en la que habrá que confiar en el futuro, para lograr el despliegue necesario a las escalas requeridas será necesario contar con infraestructuras adecuadas de transporte y almacenamiento de CO₂, marcos políticos coherentes, apoyo a la investigación y el desarrollo, y sistemas de incentivos fiables que se creen ahora para satisfacer la demanda prevista a cero emisiones netas.

La falta de políticas a largo plazo para la eliminación industrial del carbono es un obstáculo importante para el necesario despliegue de la eliminación industrial del carbono en la UE. La eliminación industrial del carbono se enfrenta a una serie de obstáculos, como el bajo nivel de conocimientos técnicos, los elevados costes, la falta de demanda y los largos plazos de ejecución, entre otros. Las intervenciones políticas serán cruciales para superar estas barreras.

A medida que estas tecnologías pasan de la fase piloto al despliegue comercial, también podrían experimentar un "valle de la muerte" en el que conseguir capital se convierte en un reto. Esto se caracteriza por un déficit de financiación que surge a medida que los proyectos pierden el acceso a las subvenciones a la innovación y la investigación, mientras que todavía no tienen acceso a los instrumentos permanentes de tarificación del carbono o a los beneficios normativos.

¿Cómo puede resolverlo la UE?

El éxito del despliegue de ambos métodos industriales de RCD, la bioenergía con captura y almacenamiento de carbono (BECCS) y la captura directa en el aire con almacenamiento de carbono (DACCS), requerirá intervenciones políticas sólidas e incentivos financieros para catalizar el despliegue y reducir los costes.

Será importante establecer el papel de estas tecnologías de eliminación en el cumplimiento de los objetivos climáticos tanto a nivel de la UE como de los Estados miembros. La UE debería fijar objetivos a corto plazo para la RCD industrial con el fin de establecer la trayectoria de despliegue de estas tecnologías, así como un mecanismo para establecer objetivos futuros. En apoyo de estos objetivos, debería crearse un pilar distinto para la eliminación industrial permanente de carbono, que se sitúe junto a los marcos existentes como el ETS, el ESR y el LULUCF. El lanzamiento de este pilar independiente para la eliminación industrial de carbono podría conducir a un mayor despliegue en la UE, a través de mecanismos como subastas para objetivos específicos de eliminación, con vistas a una posible integración de la eliminación industrial de carbono en el RCCDE. Este pilar debería construirse en torno a la primacía de la reducción de emisiones y la evitación de la disuasión de la mitigación. Debería basarse en un análisis exhaustivo de las cantidades probables de eliminaciones necesarias para alcanzar un nivel neto cero a escala de la UE, teniendo en cuenta las emisiones residuales a escala sectorial y nacional.

Dado que el sector de la eliminación industrial del carbono es incipiente, el éxito de su implantación dependerá del apoyo a los esfuerzos de investigación y desarrollo. Antes del despliegue a gran escala, los proyectos piloto y las instalaciones de demostración pueden servir como prueba tangible de la viabilidad, la eficacia y los posibles retos para la ampliación. La creación de un entorno favorable a la innovación puede ayudar a impulsar el desarrollo de tecnologías emergentes de eliminación industrial del carbono y garantizar que se disponga de una amplia gama de soluciones listas a tiempo para la reducción a cero de las emisiones netas.



La creación de una vía separada para la eliminación industrial del carbono dentro del Fondo de Innovación debería ser considerada para apoyar esto. En la actualidad, estas tecnologías se evalúan dentro del Fondo en la categoría de "industrias intensivas en energía", ocultando cualquier financiación específicamente dedicada a la RCD industrial, lo que podría crear dificultades en el seguimiento y la optimización del apoyo a estas tecnologías de eliminación. Dicha financiación podría concederse a través de un modelo de contrato de carbono por diferencia (CCfD), potencialmente apoyado por los ingresos del ETS.

Para que la UE alcance el volumen de emisiones negativas necesario para la neutralidad climática, será fundamental apoyar proyectos que vayan más allá de la escala piloto y de los proyectos pioneros. La UE debería establecer incentivos comerciales, por ejemplo promoviendo la contratación pública para ofrecer seguridad de ingresos a los promotores de proyectos, proporcionando señales claras para la inversión del sector privado y reduciendo el riesgo de la primera serie de proyectos industriales de RCD a escala comercial.

La aplicación de políticas como las CfD y las subastas inversas podría estimular el despliegue de tecnologías industriales de eliminación de carbono y ayudar a abordar los obstáculos a los que se enfrenta la industria. Además, promover la contratación pública de servicios de eliminación de carbono puede crear demanda en el mercado y apoyar el crecimiento de la industria. Cualquier política de apoyo debe sustentarse en un marco sólido de normas y de seguimiento, información y verificación (MRV), garantizando al mismo tiempo una buena relación calidad-precio para el público.

3. Garantizar volúmenes suficientes de hidrógeno limpio y su priorización efectiva entre los suministradores.

Principales recomendaciones políticas:

  • Pasar de un enfoque basado en la codificación por colores a un enfoque basado en los méritos de las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI), evaluados mediante una metodología rigurosa que abarque todo el ciclo de vida de las emisiones del hidrógeno limpio suministrado.
  • Garantizar el despliegue prioritario de hidrógeno limpio en sectores "sin arrepentimiento", en los que se dispone de pocas o ninguna otra opción de descarbonización rentable o energéticamente eficiente: refinado de petróleo crudo, producción de (petro)productos químicos, producción de amoniaco y metanol, y producción de acero y hierro.
  • Situar la producción de hidrógeno limpio cerca de donde se consume y garantizar un suministro constante y fiable a los usuarios finales.
  • Planificar cuidadosamente el transporte y las importaciones transfronterizas de hidrógeno.

Las industrias que consumen mucha energía y los segmentos del sector del transporte pesado necesitarán hidrógeno limpio47 para descarbonizar sus operaciones. Se trata de sectores de la economía en los que no existen, o son muy limitadas, otras opciones de descarbonización energéticamente eficientes o rentables. Por lo tanto, debe existir un marco global y herramientas de mercado que garanticen un suministro fiable y constante de hidrógeno limpio a estas industrias.

Dada la cantidad de hidrógeno limpio que se necesitará para descarbonizar estos sectores de difícil desaparición, la UE debería pasar de un enfoque basado en los colores a otro basado en los méritos de las emisiones de GEI, garantizando la descarbonización más rápida posible.

A. Pasar de los colores a los volúmenes

CATF aboga por la adopción de todas las formas de producción de hidrógeno limpias y bajas en carbono, siempre que sean compatibles con el principio de "no causar daños significativos" de la Comisión Europea. Esto significa que los incentivos tecnológicos a la producción de hidrógeno no deberían basarse en un código de colores, sino en méritos de reducción de GEI que permitan una descarbonización más rápida. Sólo así Europa cumpliría a tiempo sus objetivos de descarbonización. Mientras que la Estrategia del Hidrógeno de la UE incluye la baja emisión de carbono como energía de transición, sólo se incluyó el hidrógeno renovable en iniciativas clave como el Banco de Hidrógeno o la Asociación Mediterránea del Hidrógeno. Para garantizar que Europa disponga de volúmenes suficientes de hidrógeno descarbonizado, todas las formas de hidrógeno limpio que sean realmente bajas en carbono, incluidas las vías renovables y bajas en carbono, deben incluirse en estos planes y en las estrategias desarrolladas y desplegadas por la UE para garantizar la descarbonización de las industrias que necesitan hidrógeno.



Los límites de depender exclusivamente del hidrógeno renovable

Se prevé que la cuota de la electricidad en la demanda final de energía en Europa aumente del 20% en 2019 al 39% en 2050. La Comisión Europea prevé hasta un 65% de cuota de electricidad en el consumo final de energía. Aunque la producción de hidrógeno 100 % renovable es el objetivo final de la Estrategia Europea del Hidrógeno y tiene prioridad en el marco del Pacto Verde, utilizar electricidad renovable escasa para producir hidrógeno mientras la red no está totalmente descarbonizada es un enfoque contraintuitivo para el despliegue de recursos, especialmente cuando se espera que el consumo de electricidad aumente a medida que la electrificación cobre impulso para reducir las emisiones. Debe darse prioridad al despliegue de electricidad renovable para descarbonizar la red eléctrica, y las oportunidades para el hidrógeno verde aumentarán cuando la producción de electricidad renovable sea abundante.

Además, el escalado del hidrógeno renovable se enfrenta a dos problemas principales: (1) las limitaciones del despliegue de las energías renovables a escala y (2) las limitaciones de la fabricación de los electrolizadores a escala. Si no se dispone de hidrógeno renovable en cantidades sustanciales para satisfacer plenamente la demanda europea prevista, el despliegue eficiente de aplicaciones de hidrógeno basadas en tecnologías probadas (como el reformado de metano con vapor o el reformado autotérmico con CAC) debería considerarse una solución intermedia clave para aumentar rápidamente la capacidad de producción de hidrógeno a escala y colmar las lagunas existentes.

En cuanto a la importación de hidrógeno renovable, la UE debe tener en cuenta que una Europa neta cero en un mundo que no ha logrado una reducción significativa de las emisiones no será suficiente para hacer frente al desafío del calentamiento global. Por lo tanto, la importación de hidrógeno renovable en la UE no debe realizarse a expensas de la descarbonización de otras partes del mundo que se enfrentan a la pobreza energética y muchas necesitan hidrógeno limpio para la producción de fertilizantes para su propia industria agrícola.

Hidrógeno bajo en carbono inevitable

Ciertas industrias que consumen mucha energía, como las refinerías, que producen materias primas para la industria petroquímica, necesitarán hidrógeno bajo en carbono producido con instalaciones de captura de carbono instaladas para descarbonizarse debido a su configuración técnica. Parte del hidrógeno utilizado en estas industrias no puede sustituirse por hidrógeno renovable exógeno porque se suministra como subproducto de procesos industriales internos. En 2019, el consumo de hidrógeno en Europa fue de aproximadamente 8,3 millones de toneladas al año, de las cuales 4,1 millones de toneladas al año se utilizaron en los sectores del refino y petroquímico.48 Se calcula que el hidrógeno subproducto supera el millón de toneladas al año. Alterar este suministro supondría un riesgo de interrupción de las complejas cadenas de valor. Estas industrias también necesitan un suministro de hidrógeno constante y fiable y no pueden tolerar las intermitencias, que podrían provocar importantes pérdidas económicas e interrupciones de las operaciones.

Además, las refinerías producen gases que actualmente se utilizan para generar calor. Estas moléculas sólo pueden descarbonizarse mediante la producción de hidrógeno bajo en carbono. Los gases de escape son en su mayoría moléculas de metano y etano que se dirigen al sistema de gas combustible de las instalaciones para generar calor a alta temperatura de proceso. Estas moléculas se mezclan con gas natural para completar las necesidades de calor de las refinerías y se queman en grandes hornos. Para descarbonizar estos procesos, la industria puede recurrir a la captura de carbono y/o convertir el gas combustible en hidrógeno bajo en carbono. Por tanto, la descarbonización del gas combustible de estas instalaciones industriales mediante su conversión en hidrógeno bajo en carbono es crucial para la industria del refino y la petroquímica. Aunque se encuentra en las primeras fases de demostración, esto se está haciendo actualmente en el Reino Unido en la refinería de Stanlow y está previsto hacerlo en los Países Bajos (proyecto H-vision).

CATF ha estimado que el volumen de hidrógeno bajo en carbono necesario para descarbonizar el gas combustible de una refinería de alta complejidad de aproximadamente 20.000 toneladas anuales de crudo se sitúa entre 200.000 y 260.000 toneladas anuales.

Calendario de descarbonización

En comparación con el hidrógeno renovable, el hidrógeno bajo en carbono puede ampliarse más rápidamente y con un factor de capacidad y unos índices de utilización elevados gracias a su alto nivel de preparación técnica. H-vision estima que, antes de 2025, las instalaciones de producción de hidrógeno bajo en carbono podrán estar desplegadas y plenamente operativas, suponiendo que la infraestructura de CO₂ estédisponible49.

CATF ha desarrollado un ejemplo de despliegue de hidrógeno bajo en carbono para descarbonizar los activos de refino en el mayor puerto de Europa.50 Los proyectos para convertir los gases de escape en hidrógeno bajo en carbono apoyarán la transición energética necesaria para hacer frente a las emisiones actuales de estas grandes instalaciones industriales. Para que esto se materialice, es necesario desarrollar y desplegar infraestructuras de transporte y almacenamiento de dióxido de carbono, así como mecanismos políticos sólidos (como los contratos por diferencias) para crear un entorno adecuado para la inversión en estas tecnologías.

B. Prioridades de despliegue

Los sectores de la economía que no dispongan de otras vías de descarbonización energéticamente eficientes o rentables necesitarán hidrógeno para su transición limpia. Entre estos sectores se encuentran el refinado de petróleo, la producción de acero y amoníaco y las plantas petroquímicas. La próxima Comisión debería elaborar una lista de estos sectores prioritarios y garantizar que los limitados volúmenes de hidrógeno limpio que estarán disponibles en los próximos años se destinen en primer lugar a su descarbonización.



Entre los sectores prioritarios de primer orden para el despliegue del hidrógeno figuran:

1. Refino de petróleo crudo: Casi el 50% de todo el hidrógeno que se produce hoy en día se consume en las refinerías de petróleo. Las refinerías producen una amplia gama de productos críticos para el funcionamiento de la economía actual y el hidrógeno es una materia prima fundamental en su producción. Muchos de estos productos son difíciles de sustituir de forma rápida y económica, y es probable que también sigan estando presentes en nuestra economía futura. El hidrógeno se utiliza, por ejemplo, para eliminar azufre, nitrógeno, oxígeno, olefinas y metales pesados en los combustibles para el transporte. El hidrógeno también contribuye a aumentar el rendimiento de las operaciones de hidrocraqueo y a producir una serie de productos distintos de los combustibles, como lubricantes y coque anódico, un componente clave en la producción de acero y aluminio. El uso de hidrógeno bajo en carbono para sustituir la producción de hidrógeno sin disminuir en las refinerías podría reducir las emisiones de la industria en 240-380 MT/año, lo que equivale a las emisiones totales del Reino Unido.51

2. Producción (petro)química: El hidrógeno se utiliza como materia prima esencial en la producción de sustancias químicas y productos de uso cotidiano en hogares y empresas. Entre ellos se encuentran los plásticos, los productos farmacéuticos, los detergentes, los pesticidas, los tintes, la pintura, los tejidos, las fibras, los adhesivos y los materiales de construcción, entre otros. Mientras que algunos de estos productos pueden desaparecer con el tiempo en favor de alternativas más sostenibles, los nuevos productos tardarán tiempo en probarse, demostrarse y ampliarse. Otros productos pueden carecer de alternativas sostenibles; en estos casos, descarbonizar su producción y funcionamiento es prioritario para reducir al máximo las emisiones de GEI asociadas.

3. Producción de amoníaco: El amoníaco es un ingrediente fundamental de los fertilizantes nitrogenados, que desempeñan un papel esencial para garantizar el suministro de alimentos a las poblaciones humanas de todo el mundo. De hecho, el 70% del suministro mundial de amoníaco se destina a la producción de fertilizantes.52 El amoníaco también tiene otros usos importantes, como los explosivos en el sector minero, las fibras sintéticas y las aplicaciones especializadas. El hidrógeno es un insumo intermedio en la producción de amoníaco, que implica la reacción del hidrógeno con el nitrógeno de la atmósfera. Se calcula que la producción actual de amoníaco genera casi 500 toneladas anuales de emisiones mundiales de CO₂. Dado el papel fundamental que desempeña el amoníaco en la base de nuestro sistema agrícola moderno, la descarbonización de la materia prima de hidrógeno intensiva en carbono utilizada en su producción debería ocupar un lugar destacado en la lista de prioridades para el despliegue del hidrógeno limpio.

4. Producción de metanol: El metanol es un producto químico industrial crítico utilizado para producir ciertos productos químicos (por ejemplo, formaldehído, ácido acético) y plásticos (metanol a olefinas). El metanol y sus derivados también se utilizan como aditivos de los combustibles para mejorar las propiedades de combustión. El hidrógeno es un insumo intermedio y se hace reaccionar con un carbono para producir metanol. Se calcula que la producción actual emite más de 100 Tm al año de emisiones globales de CO₂. Dada la importancia del metanol en los sectores industriales, la descarbonización del hidrógeno utilizado para producir metanol debería ocupar un lugar destacado en la lista de aplicaciones del hidrógeno limpio.

5. Producción de acero y hierro: En la actualidad, el hidrógeno interviene en la fabricación de acero a través del proceso de reducción directa de hierro en horno de arco eléctrico (DRI-EAF), en el que el hidrógeno de un gas sintético (principalmente H2+CO) se utiliza para eliminar el oxígeno del mineral de hierro de grado DR. La idea de utilizar hidrógeno limpio en las aplicaciones DRI existentes se ha propuesto como vía para reducir las emisiones de la fabricación de acero.

Los sectores clasificados como de segundo orden de prioridad para el despliegue del hidrógeno, debido a su estado incipiente, incluyen:

1. Aviación: La descarbonización del sector de la aviación requerirá hidrógeno limpio para producir diésel y queroseno renovables -conocidos más comúnmente como combustibles de aviación sostenibles (SAF)- mediante el hidrotratamiento de materias primas de biomasa, aceites y grasas de origen biogénico. Esto puede hacerse mejorando los combustibles de aviación sostenibles basados en la biomasa (bio-SAF), sintetizando combustible de aviación a partir de hidrógeno y carbono capturado (SAF sintético) y, potencialmente, propulsando aeronaves que utilicen directamente combustible de hidrógeno. Los SAF despiertan interés porque tienen la ventaja de ser compatibles con las infraestructuras y motores existentes (por eso se les suele llamar combustibles "drop- in"). El uso de hidrógeno limpio en la producción de combustibles para el transporte basados en la biomasa podría ayudar a reducir las emisiones asociadas al ciclo de vida. Sin embargo, como se señala en un informe deCATF , las limitaciones en el uso del suelo y en la cadena de suministro de materias primas de biomasa obligan a desarrollar otras opciones de combustible, como los combustibles sintéticos (o "e-fuels") producidos mediante una combinación de hidrógeno, electricidad y CO₂ procedente de materias primas nobiogénicas53. Si todos los vuelos entre los aeropuertos JFK y Heathrow funcionaran con e-combustibles, por ejemplo, se necesitaría una instalación del tamaño del NEOM Green Hydrogen Complex54 sólo para suministrar las cantidades de hidrógeno necesarias para producir estos combustibles.

2. Transporte marítimo: El amoníaco es un fuerte competidor como combustible marino alternativo. La salud, la seguridad y los problemas medioambientales relacionados con el abastecimiento, el almacenamiento y la combustión de amoníaco también tendrían que ser examinados a fondo antes de que cualquier uso a gran escala de amoníaco pueda ser autorizado como una vía potencial para la descarbonización del transporte marítimo en alta mar. Otro combustible potencial para el transporte marítimo bajo en carbono es el metanol, y muchos cargueros que se construyen hoy en día incorporan la capacidad de doble combustible para manejar una futura mezcla de petróleo marino y metanol bajo en carbono. Sin embargo, a diferencia del amoníaco, el metanol emite CO₂ en el punto de combustión, por lo que para producir un combustible bajo en carbono sería necesario obtener átomos de carbono "sostenibles" para el proceso de producción del metanol.

3. Combustible para el transporte de larga distancia: En el transporte por carretera, los vehículos de pila de combustible de hidrógeno de largo recorrido pueden desempeñar un papel importante, junto con los vehículos eléctricos de batería, en la descarbonización del sector del transporte por carretera. Sin embargo, su implantación en Europa dependerá en última instancia de varios factores, como el coste, la disponibilidad de combustible y de infraestructuras de repostaje y las emisiones del ciclo de vida del vehículo.

El hidrógeno también se está considerando como una opción de descarbonización para otros sectores, pero en algunos de estos casos puede no ser la vía más adecuada. Esto es especialmente cierto cuando existen otras opciones más eficientes desde el punto de vista energético y/o económico, como la electrificación, la CAC y la instalación de bombas de calor. Algunos ejemplos son:

1.Generación de energía: Cada vez hay más interés en utilizar hidrógeno limpio como sustituto del gas natural para la producción de electricidad, ya que no emite CO₂ al quemarse. Sin embargo, habría que afrontar numerosos retos tecnológicos, de infraestructuras y de sistemas; por ejemplo, las cantidades de hidrógeno necesarias requerirían probablemente almacenamiento geológico y gasoductos de transmisión y distribución específicos. Los costes asociados hacen que sea importante centrarse en la intensidad de carbono de cualquier hidrógeno utilizado. Se presentan dos opciones: utilizar hidrógeno a partir de gas natural con CAC y un control estricto de las emisiones de metano o utilizar hidrógeno a partir de electrólisis con electricidad limpia. En el primer caso, la combustión de este hidrógeno bajo en carbono en una central eléctrica de ciclo simple reduce las emisiones del ciclo de vida de la central a aproximadamente la mitad en comparación con la combustión de gas natural. Sin embargo, esto, combinado con el coste de producir hidrógeno utilizando gas natural con CAC, da como resultado unos costes de reducción de CO₂ significativamente superiores a los de la mayoría de las opciones de descarbonización disponibles en el sector energético. Es poco probable que el uso de hidrógeno electrolítico, alimentado por electricidad renovable, resulte más atractivo debido a la eficiencia de ida y vuelta. El 76% de la electricidad utilizada para fabricar el hidrógeno renovable no se recupera y, en términos prácticos, puede considerarse perdida. Dicho de otro modo, en una red que aún no está totalmente descarbonizada, cuatro unidades de electricidad limpia se desviarán de una mayor descarbonización de la red para suministrar una unidad de electricidad limpia, con lo que se pierden tres unidades de electricidad limpia que podrían utilizarse para otros usos finales directos de la electricidad.

2. Almacenamiento de energía de larga duración: El hidrógeno renovable podría desempeñar un papel útil en un sistema eléctrico descarbonizado como forma de almacenamiento de energía de larga duración para equilibrar la red en momentos en los que la generación renovable superaría la demanda y habría que restringirla. Sin embargo, es probable que este papel sólo sea relevante en una red totalmente descarbonizada. Incluso en ese caso, se necesitaría un análisis basado en pruebas para examinar la totalidad del diseño del sistema eléctrico, evaluar alternativas para el almacenamiento de energía de larga duración y optimizar el coste total del sistema y las vías de descarbonización.

3. Mezcla de gas natural y uso residencial: La mezcla de hidrógeno limpio en la red de gas, por ejemplo para su uso en calefacción doméstica, diluiría los beneficios medioambientales de un bien escaso. Más de 50 estudios independientes55 han llegado a la conclusión de que las alternativas de descarbonización para la calefacción doméstica, como las bombas de calor, los sistemas térmicos solares y la calefacción urbana, son más económicas y eficientes desde el punto de vista energético, y tienen un menor impacto medioambiental que el hidrógeno. Aunque se utiliza habitualmente en aplicaciones industriales, su uso en entornos residenciales presenta riesgos de seguridad potencialmente graves, tanto por la susceptibilidad del hidrógeno a las fugas como por su furia de ignición, que es seis veces superior a la del gas natural.

4. Vehículos ligeros: Los vehículos de pila de combustible de hidrógeno requieren hasta 2,5 veces más energía que los vehículos eléctricos y su coste por kilómetro o milla recorrida es varias veces superior. Este es probablemente uno de los factores clave de sus limitadas ventas y del reducido número de fabricantes de automóviles que se esfuerzan por desarrollar un vehículo de pasajeros de hidrógeno. Las ventajas que ofrecen actualmente los vehículos eléctricos ligeros de pila de combustible con respecto a los vehículos eléctricos de batería (mayor autonomía y menor tiempo de repostaje) pueden ser importantes para algunos usuarios, pero es probable que las mejoras en la tecnología de las baterías hagan que estas características sean menos decisivas a la hora de decantarse por los vehículos de pila de combustible.

C. Producción e importaciones

La UE debe tratar de situar la producción de hidrógeno cerca de las zonas de consumo y crear infraestructuras que conecten toda la cadena de valor. Debido a sus propiedades físicas, el hidrógeno es una molécula difícil de transportar, por lo que cualquier transporte de hidrógeno debería (a) limitarse a los casos en los que el hidrógeno sirva para una necesidad muy específica y (b) utilizar los métodos más eficientes desde el punto de vista energético y de costes, como el transporte por tuberías.

Cuando la conexión de infraestructuras de hidrógeno a través de las fronteras de los Estados miembros sea factible y responda a las necesidades, deberá perseguirse como medio para facilitar proyectos de colaboración a mayor escala y la creación de un mercado común del hidrógeno. Si el hidrógeno debe transportarse a distancias más largas, las nuevas infraestructuras para este fin deberán planificarse y racionalizarse cuidadosamente, utilizando los activos existentes y los métodos de transporte más eficientes.

Reconociendo los límites de la producción nacional en la UE, REPowerEU estableció un objetivo de 10 millones de toneladas anuales de importaciones de hidrógeno renovable de terceros países. La importación de hidrógeno y sus derivados de proveedores lejanos y su entrega a los centros de demanda exigirá una importante construcción de infraestructuras. La UE y sus Estados miembros deben abordar este reto con cuidado, considerando la logística y la rentabilidad de las importaciones de hidrógeno a gran escala, y teniendo en cuenta dónde y cómo se importará el hidrógeno, y dónde se necesita para su despliegue.

Si se analizan las vías tecnoeconómicas de importación de hidrógeno a Europa desde lugares de todo el mundo, como Noruega, Estados Unidos, Oriente Medio y el Norte de África (MENA), en todos los escenarios, la importación de grandes cantidades de hidrógeno a través de largas distancias será un esfuerzo caro y relativamente ineficiente desde el punto de vista energético debido a las propiedades inherentes del hidrógeno, en particular su baja densidad volumétrica.56 De las opciones disponibles, el método más rentable para transportar hidrógeno es por tuberías, idealmente a través de las distancias más cortas posibles, seguido del transporte marítimo en forma de amoníaco para uso directo. Sin embargo, si el amoníaco se "craquea" para liberar hidrógeno puro, se incurre en importantes penalizaciones energéticas que hacen que el proceso sea aún menos eficiente y costoso. Por ello, el amoníaco importado debe destinarse prioritariamente a aplicaciones que lo requieran específicamente, como la agricultura y la navegación marítima.

La UE tendrá que evaluar detenidamente la demanda de hidrógeno prevista en las distintas regiones de Europa, determinando qué parte puede cubrirse con la producción nacional y qué parte debe cubrirse con importaciones, preferiblemente a través de gasoductos desde los países vecinos. Para evitar empresas costosas pero en última instancia infructuosas y activos inmovilizados, la UE y los Estados miembros deben evaluar y seleccionar cuidadosamente las vías más eficientes para importar hidrógeno y amoníaco y coordinarse estrechamente en proyectos internacionales antes de realizar inversiones significativas.

4. Mayor atención a la innovación en tecnologías limpias

Principales recomendaciones políticas:

  • Identificar las tecnologías prioritarias clave para la innovación ecológica, su fase de desarrollo y adecuar cada nivel a la política y el apoyo financiero apropiados.
  • Proporcionar múltiples tipos de instrumentos además de las subvenciones, como contratos por diferencias y préstamos a bajo interés.
  • Mayor atención a la fase de comercialización.

La innovación y el desarrollo de tecnologías limpias pueden contribuir a crear nuevas oportunidades de negocio, empleo y crecimiento en Europa. La innovación ecológica tiene beneficios tanto sociales como económicos. Responde a la creciente demanda de productos sostenibles por parte de los consumidores y permite a las industrias mejorar su competitividad. Dados los numerosos beneficios de la tecnología limpia y la innovación verde, las instituciones de la UE deben dar prioridad a garantizar que todos los niveles de innovación, desde la investigación hasta la implantación, cuenten con el apoyo de políticas suficientes y adecuadas. Los responsables políticos deben tener en cuenta todo el ciclo de vida de la tecnología, comprender los costes y diseñar políticas dirigidas a las etapas críticas para que la tecnología esté disponible a escala.

La investigación ha demostrado que las mayores reducciones de costes se consiguen durante las fases de demostración y expansión1, lo que significa que los múltiples proyectos de demostración comercial desempeñan un papel fundamental en la reducción de costes. El apoyo a estas fases es, por tanto, crucial.

Los informes indican que la UE destaca en la investigación de laboratorio y el despliegue temprano, pero la comercialización y el despliegue masivo de tecnologías de la UE se producen en otros mercados, lo que significa que Europa se está perdiendo los beneficios sociales y económicos. Por eso es fundamental salvar la distancia que separa la demostración, el despliegue y la comercialización para que las tecnologías beneficiosas para el clima tengan éxito en Europa.

Para abaratar costes y acelerar la comercialización, la UE debería plantearse la adopción de políticas de innovación ecológica que:

  • identificar tecnologías prioritarias clave para la innovación ecológica, en función de su potencial para descarbonizar sectores difíciles de electrificar, mejorar la seguridad energética o proporcionar opciones más rentables para descarbonizar grandes sectores de la economía de la UE.
  • identificar la fase de desarrollo de estas innovaciones prioritarias y asignar a cada nivel el apoyo político y financiero adecuado, ya sea a nivel de la UE cuando sea posible, o coordinando y compartiendo las mejores prácticas de los Estados miembros cuando sea necesario.
  • proporcionar múltiples tipos de instrumentos además de las subvenciones, como contratos por diferencias y préstamos a bajo interés, flexibles en función del tipo de tecnología o proyecto.
  • pretenden hacer posible la construcción no sólo de proyectos únicos, sino de múltiples proyectos simultáneos, en particular grandes proyectos industriales, para reducir la búsqueda de rentas, hacer posible una mano de obra itinerante y permitir la aplicación instantánea de las lecciones aprendidas para obtener rápidas reducciones de costes.

Tecnologías como la fusión o energía superhot rock son buenos ejemplos de innovación con importantes beneficios potenciales para garantizar una energía limpia suficiente en Europa, pero la demostración se está quedando atrás debido a la falta de esfuerzos coordinados para apoyar estas tecnologías innovadoras.


Principales recomendaciones políticas:

  • Establecer a la UE como adalid mundial de la reducción de las emisiones de metano, garantizando que sea una prioridad en foros multilaterales como el G7 y el G20, así como para las IFI y los BMD.
  • Garantizar el máximo nivel de ambición al elaborar los actos de ejecución y delegados del Reglamento sobre el metano, especialmente los relacionados con la norma de importación.
  • Prestar apoyo a los Estados miembros garantizando un desarrollo adecuado de las capacidades de las autoridades competentes para aplicar el Reglamento sobre el metano, y orientando los nuevos contratos de suministro con cláusulas modelo recomendadas.
  • Reforzar la capacidad de los países socios para cumplir la norma de importación de metano, entre otras cosas promoviendo la adopción de OGMP 2.0, poniendo en marcha la iniciativa "You Collect, We Buy" y trabajando en la creación de un "Global Buyers Club".
  • Aplicar una nueva jerarquía de gestión de residuos, centrándose prioritariamente en la prevención de los residuos alimentarios, luego en la desviación de los residuos orgánicos y, por último, en el diseño y la explotación de vertederos.
  • Utilizar la Política Agrícola Común (PAC) para incentivar la reducción de las emisiones de metano y aplicar buenas prácticas y tecnologías para reducir las emisiones de metano procedentes de la ganadería.

Por qué es fundamental reducir las emisiones de metano

En la lucha contra el cambio climático, las emisiones de metano suelen considerarse la fruta que más baja cuelga, sencillamente porque este potente gas de efecto invernadero puede aprovecharse para calentar los hogares y alimentar la industria, en lugar de desperdiciarse en la atmósfera. Las emisiones antropogénicas de metano proceden principalmente de los sectores de la energía, los residuos y la agricultura, cada uno de los cuales requiere estrategias y tecnologías únicas para mitigarlas. Reducir las emisiones de metano en Europa debería ser una prioridad para la próxima legislatura por varias razones:

Beneficios climáticos: El metano es el segundo mayor contribuyente al cambio climático y más de 80 veces más potente que el CO₂ para el calentamiento global en un período de 20 años.57 La mitigación del metano es uno de los métodos más rentables para reducir el impacto del calentamiento global en nuestras vidas, y evitar puntos de inflexión irreversibles. Al igual que ocurre con otros contaminantes de vida corta, la mitigación de las emisiones de metano permite "ganar tiempo" para descarbonizar y alcanzar los objetivos de emisiones netas cero, al evitar un calentamiento rápido a corto plazo. El Sexto Informe de Evaluación del IPCC identificó la mitigación del metano como una prioridad para la acción política en todo el mundo.

Beneficios para la seguridad energética: En el contexto de la crisis energética, reducir las emisiones de metano del sector energético garantizaría que todo el gas del gasoducto llegue a los consumidores. De hecho, el metano ahorrado por las fugas podría ascender a 600 kt de metano al año. Este gas desperdiciado representa el consumo anual de gas de casi un millón de hogares franceses.

Beneficios económicos: Reducir las emisiones de metano del sector energético también es económicamente beneficioso, y reparar las fugas de metano de los sectores del petróleo y el gas puede hacerse a bajo coste o sin coste alguno porque el metano ahorrado puede venderse en lugar de desperdiciarse. Según el Methane Tracker de la AIE, el 71% de la reducción de metano en el sector energético podría mitigarse a bajo coste, y el 41% sin coste neto antes de la crisis energética.

Contexto internacional: La UE codirigió el lanzamiento del Compromiso Mundial sobre el Metano en la COP26, en el que los signatarios se comprometieron a reducir colectivamente las emisiones de metano en un 30% para 2030. El compromiso cuenta actualmente con el respaldo de más de 150 países de todo el mundo; sin embargo, los avances concretos hacia este objetivo no se han producido con la suficiente rapidez. Como uno de los fundadores del compromiso y uno de los líderes mundiales en el camino hacia la neutralidad climática, el liderazgo de la Comisión Europea para impulsar el éxito del compromiso será fundamental, y la UE debe esforzarse por alcanzar al menos una reducción del 30%, lo que requiere acciones en los sectores de la energía, los residuos y la agricultura.

Con estos beneficios al alcance de la mano, el próximo grupo de líderes europeos debe apoyar con valentía el metano como prioridad diplomática, climática, económica y política. Además de reducir ambiciosamente las emisiones dentro de sus fronteras, la UE debe seguir defendiendo abiertamente el metano en los foros internacionales y multinacionales, en los que se necesitan rápidamente más ambición y financiación. Aunque el perfil de emisiones de metano de cada país es único y requiere una respuesta adaptada, la Comisión Europea puede facilitar la mitigación animando a las instituciones financieras internacionales, así como a los foros multinacionales como el G7 y el G20, a dar prioridad al metano.

En la próxima legislatura, a medida que las instituciones de la UE desarrollen estrategias para reducir las emisiones dentro de la UE en los tres sectores clave, deberán crear sinergias entre los esfuerzos nacionales e internacionales, y tomar medidas para garantizar que los socios comerciales estén igualmente equipados para mitigar sus emisiones.

Sector del petróleo y el gas

Según la AIE, las emisiones del sector energético no sólo son las más fáciles de reducir, sino que son el sector en el que más se puede ganar con la tecnología existente. A finales del año pasado, la UE adoptó su Reglamento sobre el metano, la primera normativa de la UE sobre reducción en el sector energético, que incluye medidas para los productores nacionales en materia de detección y reparación de fugas (LDAR), venteo y quema en antorcha de metano, y seguimiento y notificación anual de las emisiones. Aunque muchas empresas europeas llevan años avanzando hacia estas normas de sentido común, principalmente a través de su participación en la Oil and Gas Methane Partnership 2.0 (OGMP 2.0), el nuevo Reglamento sobre el metano desempeña un papel crucial a la hora de igualar las condiciones y exigir a todos los operadores de la UE el cumplimiento de las mismas normas.

El Reglamento también incluye las primeras obligaciones del mundo para los importadores de combustibles fósiles, o una "norma de importación de metano", que aborda las emisiones de metano emitidas en el extranjero. Según la Comisión, entre el 75% y el 90% de las emisiones de metano asociadas al consumo energético de la UE se emiten fuera de sus fronteras, por lo que una norma de importación es fundamental para abordar todo el alcance de las emisiones europeas. El gráfico siguiente ilustra las distintas intensidades de emisión estimadas del gas importado a la UE, donde Noruega y el Reino Unido son actualmente los únicos proveedores por debajo de un umbral de intensidad recomendado de 1,6Gg/ Mtep. La norma de importación se aplicará de forma escalonada, comenzando con obligaciones generales de notificación de datos a mediados de 2025, obligaciones de MRV a partir de 2027, notificación de la intensidad de metano a partir de 2028 y límites de la intensidad de metano a partir de 2031.

Sin embargo, el acuerdo sobre el Reglamento del metano es sólo el principio, y el liderazgo de las instituciones de la UE será esencial en los próximos meses para garantizar su aplicación efectiva y el desarrollo de iniciativas globales complementarias. El liderazgo de las instituciones de la UE será necesario en tres áreas clave:

Elaboración de actos técnicos delegados y de ejecución: Como seguimiento, la Comisión tendrá que desarrollar los actos delegados y de ejecución necesarios, que serán clave para determinar el impacto real de la legislación y deberán seguir una metodología de contabilidad de emisiones precisa y con base científica, así como objetivos ambiciosos pero realistas. Entre ellos figuran las orientaciones técnicas y las plantillas de notificación para el seguimiento y la notificación de las emisiones, los actos de ejecución para determinar la equivalencia MRV de terceros países, la metodología para calcular, a nivel del productor, la intensidad de metano del petróleo, el gas y el carbón comercializados en la UE, y la metodología que establece los valores máximos de intensidad de metano.



Garantizar la capacitación adecuada de las autoridades competentes: Los Estados miembros deben designar al menos una autoridad competente que se encargue de hacer cumplir la normativa y de realizar las inspecciones. Dado que muchas autoridades de la UE tienen poca o ninguna experiencia práctica o técnica en la regulación de las emisiones de metano, será esencial garantizar un nivel coherente de comprensión, capacidad y recursos para cada Estado miembro. La Comisión Europea puede desempeñar un papel importante facilitando la transferencia de conocimientos entre jurisdicciones de fuera de la UE que tengan la experiencia necesaria. Además, tal y como establece el Reglamento sobre el metano, la Comisión debería aprovechar rigurosamente todos los datos internacionales disponibles, incluidas las observaciones por satélite, para comprobar si existen incoherencias importantes en los datos suministrados a la Base de Datos de Transparencia.

Orientar los contratos de suministro nuevos y renovados: Paralelamente a los actos asociados al Reglamento sobre el metano, la Comisión debería explorar y desarrollar herramientas adicionales para abordar las emisiones procedentes de las importaciones. La Comisión Europea debería orientar activamente el desarrollo y la renovación de los contratos energéticos con nuevos proveedores y países socios. Debido a la guerra en Ucrania y a las sanciones resultantes, muchas autoridades negociarán nuevos contratos de suministro energético con nuevos proveedores.

Según lo acordado en el Reglamento sobre el metano (art. 27 bis), la Comisión está facultada para animar a los importadores a tener en cuenta las emisiones de metano, e incluso publicar cláusulas modelo que puedan utilizarse en los contratos. Se trataría de una solución rápida para que los Estados miembros y las empresas energéticas de la UE reduzcan sus emisiones de metano importadas mediante la selección voluntaria de proveedores que cumplan las mejores prácticas para reducir las emisiones de metano, la negociación de requisitos sobre LDAR, venteo y quema en antorcha en los nuevos contratos, y la negociación de compromisos reforzados para reducir las emisiones de metano en los activos no explotados gestionados por empresas conjuntas o a través de otros tipos de asociaciones.



Además de orientar la aplicación del Reglamento sobre el metano en la UE, la próxima Comisión Europea debería tomar medidas proactivas para garantizar el cumplimiento de las nuevas obligaciones por parte de los exportadores. Esto debería traducirse en un aumento de las acciones diplomáticas y exteriores para fomentar la reducción de las emisiones de metano en todo el mundo, como por ejemplo:

Creación de capacidad y preparación para cumplir las obligaciones de MRV: El Reglamento sobre el metano exige a todos los operadores que comercialicen gas, petróleo y carbón en el mercado de la Unión Europea -incluidos los que se encuentren fuera de las fronteras de la UE a partir de 2027- que midan y concilien las estimaciones de las emisiones a nivel de fuente y de emplazamiento, lo que permite detectar las fuentes de emisiones que faltan de forma iterativa. Este marco de MRV refleja el sistema voluntario de 5 niveles de la Oil Gas Methane Partnership 2.0 (OGMP 2.0), y las empresas que alcancen los niveles 4 (L4) y 5 de notificación cumplirán automáticamente las obligaciones del Reglamento sobre el metano, siempre que los informes se verifiquen de forma independiente. Como preparación para las obligaciones de MRV de la UE, la Comisión Europea debería ampliar sus esfuerzos para animar a las empresas a unirse a OGMP 2.0, y comenzar a dar los primeros pasos para alcanzar los niveles de notificación L4 y L5 en 2027.

Crear capacidad en los países socios para cumplir la norma de rendimiento de intensidad: La nueva norma de importación de metano de la UE puede desempeñar un papel clave en la reducción de las emisiones de metano en el extranjero, pero sólo si los países socios están adecuadamente preparados para aplicar medidas de reducción. CATF y Rystad concluyeron que, en el caso del comercio de gas natural, los PBI y los PIM africanos tendrían menos poder para repercutir los costes adicionales en forma de precios más altos y menos oportunidades para desviar las ventas de gas, por lo que el apoyo financiero para la reducción podría resultar fundamental. La Comisión Europea debería ayudar a los países socios a planificar y financiar medidas de reducción, que podrían consistir en la aplicación de la iniciativa "You Collect, We Buy". Este plan, anunciado en el marco de RePowerEU, prevé la compra del gas capturado que de otro modo se habría desperdiciado.

Global Buyers Club y un liderazgo internacional más amplio: La diplomacia climática de la UE debería basarse en la "Declaración Conjunta de Importadores y Exportadores de Energía sobre la Reducción de las Emisiones de Gases de Efecto Invernadero procedentes de Combustibles Fósiles" de noviembre de 2022, así como en la iniciativa CLEAN centrada en el GNL, y trabajar para la creación de un "Club de Compradores Globales" de normas coordinadas para reducir las emisiones de metano de las importaciones. Este club podría incluir a grandes importadores como Japón y Corea, y podría crear un cambio real en los mercados y garantizar la reducción de las emisiones de metano a nivel mundial en el sector del petróleo y el gas.



Sector de residuos

Las emisiones de metano del sector de los residuos representan el 20% del total mundial, y la mayor parte procede de los residuos sólidos que se descomponen en vertederos y basureros. Las emisiones de metano procedentes de los residuos están estrechamente ligadas al crecimiento y el desarrollo en gran parte del mundo y se prevé que aumenten considerablemente si no se toman medidas rápidas. Afortunadamente, hoy en día existen soluciones rentables para reducir las emisiones del sector de los residuos, ya que hasta el 60% de las medidas de mitigación tienen costes bajos o negativos.

Dado que las emisiones de metano en el sector de los residuos se deben en gran medida a la mala gestión de los residuos orgánicos y alimentarios, estas emisiones pueden evitarse aplicando la siguiente jerarquía de gestión de residuos:



  • La prevención del desperdicio de alimentos implica reducir la cantidad de comida que consideramos "desperdicio" y desviarla para su uso. Esto podría apoyarse, por ejemplo, mediante la revisión de las fechas de caducidad, conectando a los grandes productores de residuos alimentarios con los bancos de alimentos.
  • La desviación de los residuos orgánicos es el siguiente paso para mantener estos residuos fuera de los vertederos. Los residuos orgánicos deben separarse en origen exigiendo un contenedor separado para los residuos de alimentos, como ya han hecho algunos Estados miembros.
  • El diseño y la explotación de los vertederos son fundamentales para capturar el metano generado por los residuos orgánicos que no se desvían, así como por los residuos que ya están en los vertederos. Los vertederos pueden incluir cubiertas que oxidan el metano a medida que se libera y la captura de LFG, que son obligatorios en la actual Directiva sobre vertederos.

Dado que la UE revisará su Directiva sobre vertederos durante la próxima legislatura, las instituciones comunitarias deben aprovechar las oportunidades para mejorar el cumplimiento y seguir reduciendo las emisiones de metano en el sector de los residuos. Según las últimas evaluaciones de la Comisión Europea y la Agencia Europea de Medio Ambiente, 18 Estados miembros de la UE corren el riesgo de incumplir los principales objetivos en materia de residuos municipales y residuos de reciclado para 2025.

Aunque la ejecución de la gestión de residuos se gestiona en última instancia a nivel nacional, subnacional y municipal, el próximo grupo de líderes europeos debe comprometerse a desempeñar un papel de supervisión y ejecución más firme para garantizar el cumplimiento de los objetivos fijados.

Producción de biometano: La Directiva RED III revisada exige que los países utilicen al menos un 42,5% de energías renovables para 2030, lo que requerirá aumentos sostenibles de la producción de biometano para 2030. La producción de biometano debe basarse en cuidadosos análisis de viabilidad que garanticen la compatibilidad con los residuos alimentarios y las previsiones ganaderas. La próxima Comisión Europea debería considerar una legislación a escala de la UE, o una revisión del Reglamento sobre el metano, que garantice que las instalaciones de biometano estén bien gestionadas y no tengan fugas de metano.

Agricultura

En la agricultura, frenar las emisiones de metano es crucial para reducir los riesgos climáticos e impulsar la productividad. Las principales fuentes de emisiones de gases de efecto invernadero en el sector agrícola son las emisiones de metano procedentes del ganado -tanto de la fermentación entérica como de la gestión del estiércol- y las emisiones de óxido nitroso debidas a la gestión del suelo agrícola, el uso de fertilizantes químicos y la gestión del estiércol.

A través de la Política Agrícola Común, la UE puede incentivar la adopción de medidas para reducir el metano procedente de la agricultura exigiendo que se tenga en cuenta el metano en los Planes Estratégicos de la Política Agrícola Común (PEC) de los Estados miembros. La PAC debe aspirar a mejorar la medición y notificación de las emisiones de metano del ganado y el seguimiento del impacto de las medidas adoptadas. Debería incentivar la aplicación de buenas prácticas y tecnologías para reducir las emisiones de metano procedentes de la ganadería, tales como:

  • Prácticas de gestión que reducen las emisiones globales y maximizan la productividad, como el aumento de la vida productiva, el control de las enfermedades del periodo de transición, la mejora de la cría de terneros y la reducción de la mortalidad.
  • Cría de ganado con bajas emisiones. El desarrollo de un índice de cría para la eficiencia del metano en el ganado es una tecnología importante para reducir las emisiones del ganado. El índice de cría de intensidad de investigación es rentable, permanente y acumulativo, y puede reducir la intensidad de metano en un 24% para 2050.59
  • Utilización de aditivos aprobados para piensos destinados a reducir las emisiones entéricas de metano.
  • Deben utilizarse prácticas de gestión del estiércol que reduzcan el tiempo de almacenamiento del estiércol, mejoren la separación sólido-líquido y capturen el metano de las fosas de estiércol. El uso de biodigestores puede ser una buena alternativa para capturar el metano del estiércol; sin embargo, debe tenerse en cuenta la capacidad máxima de estiércol en consonancia con las tendencias de reducción de la cabaña ganadera. La UE debe desarrollar fuertes barreras de protección para garantizar que la implantación y el uso de biodigestores no provoquen fugas de metano a la atmósfera. En la PAC actualizada debe garantizarse y preverse una evaluación sistemática de las fugas y una correcta gestión y utilización del digestato.

A pesar de la disponibilidad de prácticas de mitigación del metano en el sector agrícola, sigue existiendo una gran incertidumbre entre los agricultores y otras partes interesadas clave sobre las repercusiones de las nuevas tecnologías y cómo pueden obtener la financiación necesaria para cubrir los costes. No es ningún secreto que las cuestiones agrícolas pueden desencadenar rápidamente reacciones en contra, tanto en Bruselas como en los Estados miembros de la UE. Por lo tanto, para avanzar en la reducción de las emisiones agrícolas de metano será necesario que las próximas instituciones de la UE desarrollen un enfoque que acoja y responda a las preocupaciones de los agricultores, rompa el bloqueo político y trace un camino constructivo.


Principales recomendaciones políticas:

  • Incentivar un aumento masivo del suministro de electricidad y combustibles sin carbono, como el hidrógeno y el amoníaco.
  • Establecer una sólida red de infraestructuras a escala de la UE que permita un suministro fiable de electricidad y combustibles beneficiosos para el clima a los usuarios finales.
  • Impulsar la investigación, el desarrollo y la demostración de tecnologías innovadoras que puedan contribuir a la descarbonización del transporte.
  • Adoptar una reducción del 100% de la intensidad de GEI para 2050 en FuelEU Maritime.
  • Restringir más la demanda de biocombustibles a los biocombustibles de bajas emisiones derivados de residuos, apoyar la I+D sobre vías mejoradas de producción de biocombustibles y dar prioridad a la aviación para su consumo.
  • Apoyar el despliegue de un amplio conjunto de opciones de energía limpia en la aviación, incluidos el hidrógeno de bajas emisiones, los combustibles sintéticos y la electricidad.

La descarbonización del transporte

La UE ha conseguido reducir las emisiones de gases de efecto invernadero en todos los sectores, excepto en uno. Las emisiones del transporte representan alrededor de una cuarta parte de las emisiones totales de GEI de la UE y siguen creciendo.60 Aunque se espera que las iniciativas legislativas y de otro tipo puestas en marcha esta legislatura bajo el lema del Pacto Verde Europeo hagan mella en estas emisiones, es necesario un mayor impulso para descarbonizar el transporte a mediados de siglo, tanto en las carreteras de la UE como en sectores globales como el transporte marítimo y la aviación. El cambio a modos de propulsión más neutros para el clima también mejorará la calidad del aire y reducirá los riesgos para la salud de los ciudadanos de la UE.

Cómo puede contribuir la política de la UE a reducir las emisiones del transporte

La descarbonización del transporte depende de un aumento masivo de la producción y el consumo de electricidad y combustibles de carbono cero (combustibles que no emiten carbono cuando se queman). Aunque se ha avanzado mucho en la electrificación basada en baterías, algunos sectores, como la aviación, la navegación marítima y, en parte, el transporte por carretera de larga distancia, necesitarán combustibles alternativos para descarbonizarse. Entre una cuarta parte y la mitad de las emisiones de gases de efecto invernadero del sector del transporte proceden de vehículos que serán difíciles o imposibles de alimentar con baterías.

Para aumentar la producción de combustibles con cero emisiones de carbono, la política de la UE tiene que ofrecer incentivos convincentes que animen tanto a los productores como a los consumidores a pasar de los combustibles convencionales a los alternativos, ayudándoles incluso a salvar la notable diferencia de costes. Como nos ha recordado bruscamente la Ley de Reducción de la Inflación Estados Unidos , no podemos limitarnos a esperar a que se desarrollen los mercados de tecnologías limpias: corresponde a los responsables políticos estimularlos.

Paralelamente, el cambio a nuevos tipos de combustibles con características distintas sólo será posible si se dispone de una red de infraestructuras a escala de la UE de oleoductos de transporte, estaciones de servicio y lugares de almacenamiento para los modos de transporte pertinentes. También se necesitan nuevos transformadores y más líneas de transmisión para los vehículos eléctricos de batería. Las instituciones de la UE tienen un papel que desempeñar en la creación de una sólida red transfronteriza de infraestructuras que satisfaga las necesidades de un sistema de transporte descarbonizado. Aunque los mínimos jurídicamente vinculantes para las estaciones de servicio exigidos por el Reglamento sobre Infraestructuras para los Combustibles Alternativos (AFIR) son un paso adelante positivo, se necesita una red de infraestructuras global para llevar a cabo una transición rápida y eficaz.

Descarbonización del transporte marítimo

Además de los incentivos anteriormente mencionados para los combustibles basados en el hidrógeno, como el amoníaco, la UE también debería exigir una reducción del 100% de la intensidad de GEI para 2050 en FuelEU Maritime, para estar en consonancia con la Estrategia revisada de GEI de la Organización Marítima Internacional (OMI).

Además, los principales puertos y naciones navieras deben garantizar la disponibilidad de suministros de combustibles de emisiones cero y su almacenamiento, manipulación y regulación seguros. La fijación de unos objetivos mínimos para la infraestructura de abastecimiento de combustible en el AFIR ayudaría en este sentido. Además, esta capacidad de abastecimiento de combustible debe planificarse o coordinarse a lo largo de los principales corredores marítimos y puertos.

Descarbonización de la aviación

Aunque los "combustibles de aviación sostenibles (SAF)" suelen promocionarse como una estrategia clave para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero del sector de la aviación, la mayor parte de los combustibles que se engloban bajo este paraguas son en realidad biocombustibles que pueden tener graves consecuencias negativas para el medio ambiente y el clima. La producción de biocombustibles a gran escala aumenta la demanda de cultivos básicos y motiva a los agricultores a convertir terrenos naturales en tierras de cultivo, un proceso que transfiere carbono del suelo y de las plantas a la atmósfera. Por tanto, la demanda de biocarburantes debería restringirse aún más a los combustibles fabricados a partir de residuos y otras materias primas sostenibles desde el punto de vista medioambiental. La aviación, por ser el sector del transporte más difícil de descarbonizar, debería tener prioridad para su adopción. Además, debería prestarse apoyo a la I+D+i para explorar formas de minimizar los efectos negativos de la producción de biocarburantes.

Sin embargo, incluso si todo el suministro mundial de biocombustibles que producen emisiones de gases de efecto invernadero muy bajas o nulas durante su ciclo de vida se reservara para la aviación, seguiría sin satisfacer por sí solo la demanda energética mundial prevista para la aviación, que se espera que aumente significativamente en las próximas décadas. Para satisfacer esta demanda de forma compatible con el clima, es necesario realizar una inversión (pública) significativa en un conjunto ampliado de soluciones energéticas limpias, como el hidrógeno de bajas emisiones, los combustibles sintéticos y la electricidad, y apoyar las políticas al respecto. La UE debería abordar las posibles limitaciones de la cadena de suministro y los elevados precios asociados a los combustibles escalables de emisiones cero, e incentivar la producción de combustibles alternativos, entre otras cosas apoyando las tecnologías de captura directa de aire.

La política de la UE también debería abordar mejor las emisiones no CO₂ de la aviación, ya que tienen un importante impacto perjudicial sobre el clima. A este respecto, sería útil disponer de un sistema eficaz de seguimiento, notificación y verificación de los niveles de aromáticos, naftaleno y azufre en el combustible de aviación, así como de legislación sobre la optimización de los niveles de aromáticos.

Descarbonización del transporte por carretera

Además de adoptar normas más ambiciosas en materia de emisiones de CO₂ para los nuevos vehículos pesados, los responsables políticos de la UE pueden acelerar la transición del sector del transporte de mercancías por carretera hacia el pleno despliegue de los vehículos de emisiones cero (VEZ) de varias maneras cruciales. Además de apoyar el desarrollo de nuevas redes energéticas que permitan la carga y/o el repostaje de los vehículos de emisiones cero, como ya se ha comentado, la UE también debería impulsar la I+D+i de tecnologías innovadoras relacionadas con la conversión de amoníaco en hidrógeno in situ o a bordo, la producción de hidrógeno a escala de estación in situ, las químicas avanzadas de baterías de alta densidad energética, la carga rápida y los tipos avanzados de pilas de combustible, entre otros.


1. Descarbonización de la red eléctrica: energía sin carbono 24/7 (CFE)

Principales recomendaciones políticas:

  • Desarrollar una estrategia global de descarbonización de la electricidad con el objetivo de conseguir una energía libre de carbono las 24 horas del día, los 7 días de la semana.
  • Invertir en la comercialización de la próxima generación de tecnologías limpias

tecnologías.

  • Crear un mercado de la electricidad capaz de ofrecer un suministro fiable y resistente de electricidad libre de carbono.
  • Mejorar las normas de contabilidad del carbono para demostrar la relación entre la producción y el consumo de electricidad cada hora.

Necesidad de energía sin carbono 24 horas al día, 7 días a la semana

La Agencia Internacional de la Energía considera que se necesitarán políticas comunitarias más enérgicas que las actuales para cumplir los objetivos de la UE y que el sector de la energía debe estar en el centro de esos esfuerzos, ya que representa el 75% de las emisiones de gases de efecto invernadero de la UE.61 Además, se espera que para 2050 Europa tenga una red eléctrica tres o cuatro veces mayor que la actual.

Sin embargo, las energías renovables por sí solas no bastarán para proporcionar una red descarbonizada fiable y asequible. La eólica, la solar y el almacenamiento en baterías serán probablemente la piedra angular de esta futura red eléctrica descarbonizada, pero no serán suficientes porque dependen de las condiciones meteorológicas.62 Su producción varía en función de la hora, el día y la estación, y no está disponible bajo demanda.

La UE tendrá que replantear su estrategia de descarbonización de la electricidad para aspirar a una energía libre de carbono 24/7 (CFE), es decir, que cada kilovatio-hora de consumo eléctrico se cubra con fuentes de electricidad libres de carbono, cada hora de cada día, en todas partes.

El conjunto predominante de análisis sobre la descarbonización del sector eléctrico indica que la vía más rápida, rentable y fiable hacia la descarbonización de la red pasa por una cartera diversificada de tecnologías libres de carbono, incluidas la eólica y la solar como piedra angular clave, pero no exclusivamente limitadas a ellas, junto con tecnologías limpias de energía firme y tecnologías avanzadas de almacenamiento. Las tecnologías limpias de energía firme son tecnologías de energía despachable con cero o muy bajas emisiones de carbono para equilibrar las energías renovables dependientes de las condiciones meteorológicas, y que pueden suministrar electricidad bajo demanda, como la energía hidroeléctrica, la geotérmica, el almacenamiento de energía o el hidrógeno.

En la actualidad, los combustibles tradicionales no reducidos se utilizan como reserva cuando las energías renovables no rinden, y la demanda se cubre con costosas centrales térmicas de gas natural. Deberían sustituirse por alternativas libres de carbono.

¿Qué debe hacer la UE para garantizar una energía sin carbono 24 horas al día, 7 días a la semana?

A. Una estrategia energética 24/7 sin carbono

Dado que actualmente las distintas fuentes de CFE están dispersas en diferentes legislaciones de la UE, la Comisión debería garantizar que todas las tecnologías necesarias trabajan juntas para descarbonizar completamente la red eléctrica en todo momento. Una visión global de cómo llevar esto a la práctica tendría que establecerse primero en una Estrategia de la UE.

B. Comercialización de tecnologías limpias de nueva generación

Para suministrar energía sin carbono 24 horas al día, 7 días a la semana, la UE tendrá que aumentar el número de opciones de tecnologías limpias disponibles. Una red limpia, fiable y resistente requiere una cartera diversa de tecnologías limpias de energía firme. Por el momento, las tecnologías que podrían desempeñar este papel incluyen la energía nuclear convencional y de próxima generación o la captura y almacenamiento de carbono en centrales eléctricas fósiles. Sin embargo, tecnologías potenciales como la geotermia de roca supercaliente y la energía de fusión también podrían desempeñar este papel en el futuro, tras su demostración y ampliación. El almacenamiento de larga duración y para varias semanas también podría ser útil para suministrar energía sin carbono 24 horas al día, 7 días a la semana.

La UE debe apoyar las actuales tecnologías limpias disponibles y garantizar la comercialización de otras innovadoras y prometedoras. Algunas tecnologías limpias en fase inicial aún se enfrentan al proverbial "valle de la muerte", el momento entre la fase de demostración de una tecnología y su despliegue generalizado en el que la financiación y el apoyo político son cruciales.

La UE debe diversificar su innovación tecnológica, adoptar un enfoque basado en opciones con una cartera diversificada de tecnologías limpias, garantizar la demostración y el despliegue de nuevas tecnologías energéticas limpias y firmes, y asegurar el despliegue de las infraestructuras necesarias con una planificación y coordinación proactivas.

C. Reforma integral del diseño del mercado de la electricidad

La UE necesita desarrollar un mercado eléctrico que apoye la energía libre de carbono 24 horas al día, 7 días a la semana. La reforma del diseño del mercado de la electricidad (DME) a partir de 2023 tenía por objeto hacer frente a los elevados precios de la electricidad provocados por la invasión rusa de Ucrania, pero no abordaba las lagunas estructurales relacionadas con la incentivación competitiva de la energía firme limpia y las tecnologías de almacenamiento de larga duración. Será necesaria una reforma de los DDE para que la UE garantice una energía libre de carbono 24 horas al día, 7 días a la semana.

Dados los límites de una compensación del mercado exclusivamente energético basada en la fijación de precios de costes marginales a corto plazo, la UE debería considerar la posibilidad de explorar mercados híbridos, que contengan mercados a corto y largo plazo, que reconozcan y ofrezcan cierta compensación por el valor de la energía limpia siempre disponible, que ayudó en los mercados de Estados Unidos a reducir el riesgo de inversión en las tecnologías necesarias para equilibrar las energías renovables.63

La UE debería elaborar orientaciones para el diseño de mecanismos de renumeración de la capacidad a largo plazo. Este diseño debe garantizar que los mecanismos de capacidad sean competitivos, neutrales desde el punto de vista tecnológico y permitan apoyar a largo plazo la generación limpia firme y gestionable y los recursos de almacenamiento que favorezcan la inversión.

D. Mejorar la contabilidad

La contratación anticipada voluntaria por parte de las empresas y la contratación pública de energías limpias han sido útiles en la UE para cubrir la "prima verde" de la energía que no procede de fuentes fósiles intactas. Sin embargo, la inmensa mayoría de las adquisiciones han consistido en la compra de "créditos de energía renovable" que igualan las necesidades anuales totales de energía del comprador, pero que no coinciden con el calendario o la ubicación de las necesidades del comprador.

consumo y, en consecuencia, no refleja si esas transacciones cambiaron realmente la electricidad que consume el comprador. Para que estas herramientas cumplan plenamente sus objetivos, habrá que mejorar la contabilidad. Así pues, la Comisión debería introducir Garantías de Origen (GO) granulares (horarias) para garantizar la trazabilidad de la electricidad generada y apoyar la marcha horaria del consumo con la generación. Demostrar el vínculo entre la producción y el consumo de electricidad cada hora permitiría un proceso transparente que permitiría a los compradores certificar que están cumpliendo los objetivos de descarbonización. Con garantías de origen horarias, la adquisición de energía libre de carbono 24 horas al día, 7 días a la semana puede ser una poderosa herramienta para crear un futuro libre de carbono.

2. Energía geotérmica de rocas supercalientes

Principales recomendaciones políticas:

  • Elaborar una estrategia de la UE para la energía geotérmica, que incluya energía superhot rock.
  • Poner en marcha un programa de investigación, desarrollo y demostración ambicioso y centrado que cuente con una sólida financiación pública.
  • Reunir a las partes interesadas con una plataforma de la UE.
  • Crear un repositorio de datos de la UE centralizado y de libre acceso para el desarrollo y la comercialización de recursos de rocas supercalientes que incluya datos procedentes de la innovación en sistemas de ingeniería en rocas cristalinas.

¿Qué es energía superhot rock? 

energía superhot rock es un sistema geotérmico de ingeniería (EGS) que pretende producir energía a partir de condiciones más profundas y calientes que los proyectos EGS actuales. La tecnología energía superhot rock aprovecha el estado "supercrítico" del agua (por encima de 400°C), que tiene propiedades de líquido y vapor al mismo tiempo. En los sistemas de roca supercaliente, el agua se inyecta a profundidades en las que la temperatura de la roca supera los 400 °C y luego se devuelve a la superficie como agua supercrítica o supercalentada para alimentar los generadores. Se espera que este "estado" supercrítico produzca 10 veces más energía que un pozo geotérmico comercial, tanto por la cantidad mucho mayor de calor que transporta este fluido como por su mayor capacidad para penetrar en la roca. Esta elevada energía proyectada por pozo, de 30-50 MW, significa que la roca supercaliente podría llegar a ser competitiva con la energía fósil.

La profundidad necesaria para alcanzar los 400 °C varía: en algunas partes de la corteza terrestre el calor es superficial (2-5 km) y en otras es más profundo (10-20 km). Los sistemas de rocas supercalientes pueden demostrarse con las capacidades de perforación actuales allí donde el calor es relativamente superficial (es decir, entre 4 y 7 km). Alcanzar la profundidad necesaria para la "geotermia en todas partes" exigirá innovaciones en la ingeniería de yacimientos y en las tecnologías de perforación.

¿Por qué necesita la UE energía superhot rock?

energía superhot rock podría desempeñar un papel central en los futuros sistemas energéticos de la UE, dadas sus múltiples ventajas:

Fuente de energía renovable, limpia y siempre activa: La roca supercaliente es una fuente de energía con cero emisiones de carbono que existe en todas partes; no se prevé que se produzca CO₂ o metano en el proceso de generación de energía en la roca seca. Podría tener un potencial de suministro de energía casi ilimitado, ya que las estimaciones indican que sólo el 0,1% del calor que hay bajo nuestros pies puede cubrir las necesidades energéticas totales del planeta durante los próximos 2 millones de años. Y lo que es más importante, en comparación con otras fuentes de energía limpias, esta forma de energía renovable será despachable y proporcionará una fuente de energía siempre disponible que, de otro modo, sólo podrían producir los recursos energéticos fósiles o nucleares.

Beneficios para la seguridad energética: Una tecnología geotérmica de roca supercaliente de éxito podría acceder a recursos geotérmicos potencialmente en casi todas partes. Ocupa poco espacio y tiene una alta densidad energética, por lo que podría proporcionar cantidades sustanciales de energía renovable local, limpia, firme y despachable (siempre disponible), lo que contribuiría significativamente al objetivo de la UE de garantizar la seguridad energética.

Potencial de producción de hidrógeno: Mientras que la energía geotérmica convencional se utiliza principalmente para calefacción y refrigeración, energía superhot rock podría utilizarse también para la producción de electricidad y combustibles. Como los sistemas de roca supercaliente tienen potencial para producir electricidad a bajo coste y calor de alta calidad, podrían ser recursos valiosos para producir combustibles con cero emisiones de carbono, como hidrógeno y amoníaco. 



Competitividad de costes: Debido a la gran cantidad de calor que puede suministrarse desde un solo pozo, la roca supercaliente podría proporcionar energía competitiva con la energía fósil. Además, se espera que los costes de perforación y desarrollo de yacimientos sean más elevados en los primeros proyectos de este tipo, pero que disminuyan progresivamente gracias a la mejora continua. Una vez alcanzada la escala comercial, se espera que la roca supercaliente sea competitiva tanto con los recursos energéticos fósiles como con los renovables.

Uso limitado del suelo: Los sistemas de roca supercaliente tendrán una alta densidad energética y unos requisitos mínimos de uso del suelo por unidad de energía producida. A medida que la UE avanza hacia un sistema energético descarbonizado, las limitaciones en el uso del suelo van a suponer un reto, ya que la UE está densamente poblada y también debe gestionar las necesidades de suelo para la agricultura y la protección de la biodiversidad. Los sistemas de roca supercaliente requerirían menos suelo para satisfacer la demanda energética.

Transición justa y creación de empleo: Las operaciones en torno a los sistemas energía superhot rock podrían generar un número significativo de empleos verdes, lo que incluye el aprovechamiento de las cualificaciones de la mano de obra existente en el sector energético. A modo de ejemplo, el proyecto geotérmico de circuito cerrado EAVORLOOP64, financiado por el Fondo de Innovación de la UE, prevé generar unos 4.000 años-persona de empleo directo a lo largo de su vida útil.

¿Cuál es la situación de energía superhot rock en la UE?

Europa ya es líder en sistemas geotérmicos de ingeniería, con proyectos en el valle del Alto Rin y trabajos de investigación y perforación de sistemas geotérmicos supercalientes en Italia, Islandia y otros lugares. Varios proyectos financiados por el programa Horizonte 2020 ya han alcanzado condiciones supercríticas. Para acceder a las rocas supercalientes en todas partes habrá que avanzar tecnológicamente, incluso en tecnologías de perforación como el taladro de antorcha de plasma que está desarrollando una empresa de la UE. Los proyectos financiados por la UE han logrado avances significativos en la identificación, ensayo y demostración de tecnologías que podrían permitir la geotermia supercaliente, pero deben ir seguidos de nuevos esfuerzos de investigación para demostrar lo prometedor de energía superhot rock y desplegar esta fuente de energía a escala en la UE.

¿Qué debe hacer la UE para apoyar energía superhot rock?

A. Una estrategia de la UE para la energía geotérmica, que incluya energía superhot rock

Aunque las iniciativas del "Pacto Verde" cubrían varias tecnologías diferentes necesarias para descarbonizar la UE, el potencial de la energía geotérmica se pasó por alto en gran medida a pesar de las oportunidades que ofrece. Además, no se prestó atención a innovaciones en energía geotérmica con un inmenso potencial, como la roca supercaliente. El calor de la Tierra es abundante bajo nuestros pies, a la espera de ser aprovechado; el reto es el desarrollo de herramientas y técnicas para acceder a él.

Para aprovechar la energía geotérmica, la UE necesitará una estrategia global que analice los retos actuales y el marco político necesario para apoyar la demostración, comercialización y ampliación de la tecnología. Dado su potencial para generar energía limpia e impulsar la seguridad energética, energía superhot rock debe ser un componente clave de esta estrategia. 



B. Una agenda de investigación, desarrollo y demostración ambiciosa y centrada, facilitada por una sólida financiación pública.

Para que esta tecnología desarrolle todo su potencial de descarbonización de Europa, es necesaria una ambiciosa agenda de investigación e innovación para la demostración y la reducción de riesgos de energía superhot rock en Europa. En primer lugar, se necesitan demostraciones piloto de éxito. Horizonte Europa, a diferencia de Horizonte 2020, no ha apoyado hasta ahora trabajos específicos de demostración de recursos supercalientes.

Además, hay que seguir investigando para avanzar hacia la comercialización de la energía geotérmica a gran profundidad en toda Europa. La comercialización de energía superhot rock no requerirá grandes avances científicos, sino que será el resultado de continuas pruebas e iteraciones de la tecnología, acompañadas de un aprendizaje progresivo a través de la práctica y de la consiguiente innovación en ingeniería. Horizonte Europa debe servir para impulsar la innovación en ingeniería y apoyar la rápida comercialización de la tecnología en Europa. El próximo programa marco también debería tener en cuenta la geotermia y tecnologías como la roca supercaliente.

C. Una plataforma de la UE para la colaboración de las partes interesadas

La demostración y comercialización de energía superhot rock en la UE exigirá una coordinación transnacional y mundial, el intercambio de conocimientos y la creación de consorcios que reúnan a partes interesadas de distintos Estados miembros.

La Comisión podría facilitar la creación de consorcios mediante la creación de una plataforma o alianza global para desarrollar una cadena de valor geotérmica avanzada innovadora, competitiva y sostenible en Europa. Esta

podría basarse, por ejemplo, en la iniciativa Geothermica de Horizonte 2020, que ha logrado reunir a las partes interesadas. Debería incluir un subgrupo centrado en la geotermia supercaliente para apoyar la demostración lo antes posible, sentando las bases para la plena comercialización y despliegue de los sistemas de roca supercaliente para 2040.

D. Un depósito de datos de la UE centralizado y de libre acceso

Los datos son un recurso valioso para el desarrollo geotérmico avanzado, y el acceso a los datos geológicos y de ingeniería del subsuelo podría resultar crítico para ayudar a las empresas a sondear en busca de calor y reducir el riesgo de fallo de los pozos mediante programas de perforación bien informados que utilicen los últimos métodos y herramientas para sistemas de ingeniería en roca cristalina seca. Aunque existen depósitos de datos en distintos Estados miembros y en el Centro Común de Investigación, actualmente son limitados y están fragmentados. Es necesario organizarlos, centralizarlos, uniformizarlos y hacerlos más accesibles.

3. Pequeños reactores modulares (SMR) y reactores avanzados 

Principales recomendaciones políticas:

  • Elaborar y aplicar una estrategia global de la UE en materia de RLG.
  • Crear una plataforma de adquisición conjunta de SMR.
  • Afrontar los retos de la concesión de licencias:
  • Apoyar la mejora de la cooperación entre reguladores en materia de concesión de licencias.
  • Establecer una licencia por pruebas - "sandbox".
  • Apoyar la formación de una Organización Internacional de Apoyo Técnico (ITSO).
  • Crear Centros de Excelencia para la Fabricación Avanzada en Investigación Nuclear.

La mayoría de los análisis de las vías europeas de descarbonización apuntan a la necesidad de duplicar o incluso triplicar la tasa de electrificación a un coste competitivo y asequible tanto para la industria como para los ciudadanos. Satisfacer esta demanda adicional y, al mismo tiempo, descarbonizar la red y mantener la fiabilidad será un reto enorme, en el que el desarrollo de los SMR podría ser una vía para conseguir una energía segura, con cero emisiones de carbono y firmemente despachable. En consecuencia, algunos Estados miembros han mostrado recientemente un mayor interés por los SMR y los reactores avanzados.

Por qué considerar los reactores modulares pequeños (SMR) y los reactores avanzados

Los SMR y los reactores avanzados van desde menos de 5 MWe hasta 300 MWe por unidad, lo que equivale aproximadamente a un tercio de la capacidad de generación de los reactores nucleares tradicionales. Estos diseños abarcan toda una gama de opciones tecnológicas. Algunos utilizan agua ligera como refrigerante, mientras que otros, los reactores avanzados, utilizan un gas, metal líquido o sal fundida para transferir calor a un fin secundario. Los reactores de agua ligera utilizan un combustible similar al de los reactores existentes, mientras que los Reactores Avanzados emplean nuevos y diferentes tipos de combustibles. 

Muchas de las ventajas de los SMR están intrínsecamente ligadas a la naturaleza de su diseño: pequeño y modular.

Energía limpia y firme siempre disponible: Mantener la fiabilidad del suministro y contener los costes en un sistema eléctrico descarbonizado requerirá probablemente cantidades sustanciales de energía limpia firme no dependiente de las condiciones meteorológicas para complementar la eólica, la solar y el almacenamiento. Las fuentes de energía limpias y firmes pueden reducir la necesidad de una capacidad sobredimensionada de recursos renovables y disminuir la dependencia de las importaciones de electricidad. Además, pueden reducir la necesidad de una capacidad de almacenamiento de larga duración, cara y a la que rara vez se recurre, así como la demanda de nuevas líneas y mejoras de transporte. 

Uso limitado del suelo: Con las limitaciones derivadas de la urbanización, la agricultura y otros factores, los SMR son considerablemente más eficientes en el uso del suelo que otras tecnologías de energía limpia. 



Costes: Las unidades prefabricadas de SMR pueden fabricarse, transportarse al emplazamiento e instalarse rápidamente, lo que las hace más asequibles y rápidas de construir. Se prevé que los SMR requieran una preparación limitada in situ y reduzcan sustancialmente los largos plazos de construcción típicos de las unidades más grandes. Los SMR pueden reducir la inversión de capital del propietario de una central nuclear debido al menor coste de capital de la central y al período de construcción más corto. También pueden desplegarse gradualmente para adaptarse a la creciente demanda de energía.

Descarbonización de la red: Los SMR pueden proporcionar energía y potencia para aplicaciones en las que las grandes centrales son demasiado grandes para la demanda o los emplazamientos carecen de la infraestructura necesaria para soportar una gran unidad. Esto incluiría mercados eléctricos más pequeños, zonas aisladas, redes más pequeñas, emplazamientos con agua y superficie limitadas o aplicaciones industriales. Uno de los retos a la hora de acelerar el acceso a la energía son las infraestructuras (cobertura limitada de la red en las zonas rurales) y los costes de conexión a la red para la electrificación rural. Los SMR pueden desempeñar un papel en este sentido e instalarse en un sistema de red de baja tensión existente o de forma remota fuera de la red, proporcionando energía baja en carbono para la industria y las poblaciones distribuidas. Además, los generadores más densos, como los SMR, requerirán menos conexiones a la red. 

Producción de hidrógeno: También se están proponiendo activamente SMR avanzados para proporcionar la energía necesaria para producir hidrógeno limpio.

Sustitución de combustibles fósiles: En muchos países, los SMR se están considerando como posibles sustitutos de las centrales alimentadas con combustibles fósiles, como las centrales de carbón. El proyecto nuclear puede aprovechar en su beneficio las infraestructuras existentes, como el acceso al suministro de agua, la conexión a la red eléctrica, el patio de maniobras y otros activos circundantes.

La seguridad: En comparación con los reactores tradicionales, los diseños de los SMR suelen ser más sencillos y su concepto de seguridad suele basarse más en sistemas pasivos y características de seguridad inherentes. Esto significa que no es necesaria la intervención humana ni energía eléctrica externa para apagar el reactor de forma segura, lo que hace que estas centrales sean seguras en marcha. Estos mayores atributos de seguridad eliminan o reducen significativamente el potencial de emisiones inseguras de radiactividad al medio ambiente y al público en caso de accidente.

El papel de la UE en el despliegue de los SMR

Aunque la decisión sobre las combinaciones energéticas nacionales corresponde exclusivamente a los Estados miembros, la UE debe garantizar las condiciones y la coordinación adecuadas para los Estados miembros que decidan implantar los SMR.

A. Una estrategia de la UE para los RLG

¿Cuál es el problema?

Aunque varios Estados miembros han anunciado su intención de desarrollar y desplegar los SMR, quedan varios retos pendientes que podrían obstaculizar el desarrollo, la demostración y el despliegue de los primeros proyectos de SMR en Europa a principios de la década de 2030, como la identificación del diseño más prometedor, la identificación y resolución de los retos en la cadena de suministro, los retos de inversión, las necesidades de I+D, los problemas de concesión de licencias, los recursos humanos y la estrategia de gestión del combustible gastado. Sin embargo, la UE carece de una visión y un camino claros para garantizar que los SMR se desplieguen a tiempo para ajustarse a los planes de descarbonización de los Estados miembros que decidan utilizarlos, y para garantizar la propiedad europea en toda la cadena de valor de la tecnología desplegada.

Cómo puede resolverlo la UE: una Estrategia de la UE para los RLG

La UE debería desarrollar una estrategia global para el desarrollo y despliegue de los SMR en Europa, tal y como solicitó el Parlamento Europeo en diciembre de 202365. Esta estrategia debería basarse en el trabajo de la Alianza Industrial de SMR de la UE y garantizar que se abordan todos los retos identificados para el despliegue de SMR en Europa y que el entorno normativo es adecuado para esta tecnología. Debe establecerse una vía clara, con un calendario adecuado. Entre otras cosas, la estrategia debería abarcar cuestiones como la concesión de licencias, la normalización del diseño, la aceptación pública, el refuerzo de la cadena de suministro y la financiación.

B. Creación de una plataforma de adquisición conjunta de SMR

¿Cuál es el problema?

Actualmente, la industria nuclear se enfrenta a complejidades derivadas de la fragmentación de la demanda, las limitadas economías de escala y la falta de procedimientos normalizados de fabricación de componentes. Existe una necesidad imperiosa de coordinación de la demanda, armonización de los requisitos y colaboración. Los Estados miembros ya cuentan con elementos de una cadena de suministro nuclear distribuidos entre ellos, pero estos fabricantes compiten a escala mundial por los pocos contratos que se sacan adelante. Además, sin señales políticas firmes o carteras de pedidos claras, la cadena de suministro no está realizando las inversiones necesarias para aumentar sus capacidades y es probable que no esté preparada para satisfacer la demanda de SMR a una escala suficiente para alcanzar los objetivos climáticos de los Estados miembros, lo que provocará cuellos de botella en la cadena de suministro.

Cómo puede resolverlo la UE: Plataforma conjunta de contratación para los SMR

Un paso fundamental para la escalabilidad y la repetibilidad implica el establecimiento de una Plataforma de Adquisición Conjunta de SMR. Esta plataforma, adaptada a los Estados miembros interesados en los RLG, centralizaría y coordinaría la demanda y la conectaría con la oferta. Podría organizarse en torno a regiones específicas y coaliciones de países, agrupaciones industriales o consorcios público-privados, y combinar su poder de compra para encargar docenas de unidades del mismo diseño bajo contratos paraguas. También podrían participar como compradores a través de PPA.

Este planteamiento no sólo potenciaría las economías de escala, sino que también racionalizaría los procesos de adquisición, contribuyendo así a la reducción de costes y a una entrega más rápida de los proyectos. Este orden unificado crearía la escala de demanda necesaria que puede conducir a la industria hacia una cadena de suministro de productos estandarizados, mediante la estandarización de diseños, procesos y el aprendizaje a través de la práctica. Las cadenas de suministro de fabricación de los países participantes podrían beneficiarse de la producción de componentes SMR estandarizados, disponibles en el mercado y "comerciales de estantería (COTS)".

Esto apoyará la creación de una producción regional para diseños modulares, una fabricación basada en fábricas con procesos estandarizados que pueden conducir a la normalización y mercantilización de la industria.

Es probable que este planteamiento no sólo reduzca los costes para los Estados miembros, sino que también genere confianza en el proceso de contratación, permitiendo una adopción más eficaz de esta tecnología por parte de los Estados miembros. Los países que deseen implantar la energía nuclear por primera vez podrían aprovechar la experiencia adquirida en la red gestionada a nivel de la UE, reduciendo parte de la complejidad asociada a la selección y adquisición de tecnologías individuales.

C. Licencias

¿Cuál es el problema?

En la actualidad, cada Estado miembro de la UE con energía nuclear supervisa su propio marco de concesión de licencias, y la mayoría de ellos son largos, complicados y caros. Con el modelo regulador actual, construir el diseño de un reactor en más de un país requiere múltiples revisiones del diseño y un aumento de los costes. Este sistema de licencias tampoco se diseñó para los SMR, que dependen menos de los sistemas de seguridad, las medidas operativas y la intervención humana. Además, la existencia de regímenes de licencias dispares socava las posibles ventajas económicas de los SMR. Un objetivo fundamental del diseño de los reactores modulares es que sean estandarizados y fácilmente reproducibles. La existencia de diferentes regímenes de certificación y concesión de licencias a menudo significa que cada uno tiene diferentes requisitos de diseño y seguridad, lo que socava la modularidad y la eficiencia. Deberían estudiarse nuevos enfoques reglamentarios para la concesión de licencias a los SMR. Esto tendría aún más sentido desde el punto de vista económico en la UE si varios Estados miembros decidieran optar por un diseño único.

Además, si bien la concesión de licencias sigue siendo un reto incluso en países con décadas de experiencia en la concesión de licencias y el despliegue de reactores nucleares, esto es aún más difícil para los países recién llegados, ya que necesitan crear la capacidad para la concesión de licencias nucleares y la regulación, lo que requiere una agencia de licencias sólida y técnicamente cualificada con importantes recursos para ayudar en la revisión de las solicitudes de licencia. Este modelo plantea varios retos, entre ellos: la falta de recursos humanos y financieros en los países que se embarcan, así como la falta de recursos humanos a nivel mundial. Este paradigma actual también presupone que un país que construye una central nuclear está llevando a cabo un programa nuclear completo, pero un país recién llegado puede que sólo esté interesado o tenga demanda de un SMR o microrreactor.

¿Cómo puede resolverlo la UE?

Apoyar la mejora de la cooperación entre reguladores en materia de licencias

La UE debería crear directrices o mejores prácticas para los SMR, así como revisiones conjuntas de regulación o previas a la concesión de licencias entre los reguladores de los Estados miembros interesados en un único diseño de reactor avanzado, que sirvan de estudio de caso para una concesión de licencias multinacional coordinada más amplia. Esto es lo que están haciendo los reguladores nucleares francés, checo y finlandés en relación con el SMR de Nuward. Dependiendo del nivel de evaluación realizado, el resultado podría utilizarse en muchos procesos nacionales de concesión de licencias.

Apoyar la creación de una Organización Internacional de Apoyo Técnico (ITSO)

La UE debe apoyar la creación de una Organización Internacional de Apoyo Técnico (ITSO) que preste diversos servicios, entre ellos:

  • Realización y revisión de solicitudes de licencia para la construcción y explotación de SMR.
  • Asistencia en las inspecciones durante la construcción y el funcionamiento de los SMR.
  • Prestación de servicios de formación a los organismos reguladores nacionales para apoyar y acelerar su capacidad de desempeñar sus funciones reguladoras sin un apoyo significativo de la ITSO.

La ITSO no sólo ayudaría a los Estados miembros a realizar sus programas nucleares más rápidamente de lo que podrían hacerlo de otro modo, sino que también ayudaría a esas naciones a desarrollar más rápidamente el capital humano necesario para las operaciones a largo plazo.

Existen precedentes significativos del uso de los GRT por parte de los organismos reguladores nucleares de otros países. Tradicionalmente, los GRT se han establecido a nivel nacional y han estado formados por consultoras privadas y organizaciones nacionales. Sin embargo, el uso de un GRT tradicional en los países recién llegados se enfrenta a tres obstáculos principales.

En primer lugar, el apoyo técnico externo proporcionado por un GRT tradicional sería probablemente prohibitivamente caro. En segundo lugar, la creación de un GRT específico en cada país llevaría mucho tiempo y sería ineficaz. En tercer lugar, la experiencia de la UE y del mundo en materia de SMR y energía nuclear es limitada.

Una ITSO ahorraría tiempo y recursos y mejoraría la eficiencia. La ITSO también ayudaría a iniciar la racionalización y armonización del proceso de concesión de licencias, ya que una condición para recibir servicios es que los países recién llegados acepten la certificación de diseño del país de origen del vendedor de tecnología.

Establecer una licencia por pruebas - "sandbox"

Según el paradigma actual, los diseños de reactores se autorizan sin pruebas a escala real. En su lugar, los reguladores exigen capas de sistemas de seguridad redundantes y se basan en modelos estadísticos para determinar las probabilidades de accidente y los márgenes de seguridad. También se utilizan datos de pruebas de laboratorio limitadas o de experimentos históricos con reactores. Este modelo contribuye a la complejidad del diseño y la concesión de licencias. También aumenta el tiempo y el coste de la concesión de licencias, al tiempo que deja cierta incertidumbre en cuanto a las capacidades de un reactor.

Un enfoque alternativo consistiría en designar un área, con la suficiente supervisión, para que los diseñadores de reactores realizaran pruebas a escala real -que garantizaran que los diseños se comportan según lo previsto en condiciones normales y de fallo- a través de las cuales los diseños podrían obtener licencias de diseño completas. Esto podría reducir la incertidumbre en la concesión de licencias para los solicitantes y los inversores, especialmente en el caso de los reactores avanzados, al tiempo que reduciría la incertidumbre para los reguladores y el público.

D. Centrarse en la investigación y el desarrollo nucleares

¿Cuál es el problema?

En las últimas décadas, las necesidades de los Estados miembros en materia de Investigación y Desarrollo (I+D) nuclear han ido disminuyendo. Como sólo se han encargado unas pocas centrales nucleares nuevas en la UE o en todo el mundo, la demanda de I+D se ha reducido. El cierre de muchos reactores nucleares en la UE también ha provocado un cambio en los recursos de I+D disponibles, que ahora se centran más en el desmantelamiento y la gestión de residuos radiactivos al final de su vida útil. La combinación de estos factores significa que la capacidad de I+D nuclear de la UE y la capacidad para apoyar la construcción de nuevas centrales nucleares han disminuido significativamente.

La I+D tiene un papel importante que desempeñar en los SMR y las tecnologías nucleares avanzadas, donde se requieren, por ejemplo, avances en los materiales de los reactores y las tecnologías del combustible. Estos avances podrían estimular la diversificación de la energía nuclear desde la generación de electricidad hacia la descarbonización de industrias primarias como el acero, el cemento y el vidrio. Para respaldar los planes anunciados por los Estados miembros en materia de SMR, es necesario aumentar la inversión y los conocimientos en I+D nuclear.

¿Cómo puede resolverlo la UE? Centros de excelencia para la fabricación avanzada en investigación nuclear

En la actualidad, la industria nuclear de la UE se enfrenta a importantes obstáculos debido a la fragmentación de la demanda, la falta de economías de escala y la ausencia de procesos de fabricación normalizados. Mediante la creación de Centros de Excelencia, la UE puede abordar estos problemas estratégicamente. Estos centros servirían como núcleos para desarrollar nuevas capacidades y aprovechar la experiencia existente, permitiendo procesos de fabricación modulares y estandarizados para suministrar a múltiples proyectos de energía nuclear en todo el bloque, basándose en la experiencia y las oportunidades regionales específicas. Además, la coordinación de la cadena de suministro nuclear entre los Estados miembros, en lugar de la competencia por la cuota de mercado, fomentaría la inversión interna, reforzaría las capacidades y, en última instancia, contribuiría al panorama de la energía nuclear, la innovación tecnológica y los objetivos de energía limpia de Europa.

4. 4. Energía de fusión

Principales recomendaciones políticas:

  • Desarrollar una estrategia de fusión de la UE centrada en la comercialización.
  • Implementar mecanismos que permitan la cooperación entre el sector privado y el público.
  • Desarrollar una nueva hoja de ruta de investigación y demostración.

La fusión es una fuente de energía avanzada con potencial para producir energía abundante y sin emisiones en todo el mundo. Allanar el camino para la comercialización de la fusión podría permitirnos integrar esta fuente firme y libre de carbono en el mix energético y revolucionar potencialmente la forma en que alimentamos la economía mundial.

¿Qué es la energía de fusión?

La fusión nuclear se produce cuando uno o varios núcleos atómicos más ligeros se combinan para formar un núcleo más pesado, liberando energía. La fusión acerca tanto los núcleos pequeños que se fusionan. Los núcleos deben estar lo suficientemente cerca como para que puedan sentir la fuerza nuclear del otro. Para que se produzca la fusión, los núcleos que reaccionan deben estar muy próximos entre sí, a menos de 10-10- 10-15 (una milmillonésima) metros el uno del otro. Esta reacción se produce en la naturaleza: es el mismo proceso que impulsa a las estrellas, como el Sol. Las estrellas aprovechan su propia gravedad para crear condiciones de plasma en sus regiones centrales que generan energía neta de fusión.

¿Por qué necesita la UE energía de fusión?

La fusión está suscitando un gran interés debido a los avances tecnológicos y a la necesidad de más opciones limpias y firmes de descarbonización. Una vez comercializada, la energía de fusión tiene el potencial de convertirse en una de las fuentes europeas de electricidad fiable, segura, abundante y sin emisiones de carbono, lo que contribuirá al objetivo de neutralidad climática para 2050 y aumentará la seguridad energética. La energía de fusión podría contribuir de forma importante al objetivo de la UE de desarrollar un sistema energético descarbonizado e independiente en Europa y presenta varias ventajas clave:

Cero emisiones de carbono: La energía de fusión no emite gases de efecto invernadero durante el proceso de fusión, y podría contribuir a reducir significativamente nuestras emisiones.

Abastecimiento abundante de combustible: Las fuentes de combustible de fusión, como el deuterio y el tritio, pueden extraerse del agua de mar y son prácticamente inagotables. Con un amplio suministro de combustible, la energía de fusión ofrece seguridad energética a largo plazo y alivia la preocupación por la escasez de recursos.

Seguridad y reducción de residuos: La fusión es autolimitante, es decir, la máquina que la genera se apaga en cuanto deja de estar bajo control, lo que la hace intrínsecamente segura. Esta característica es el resultado de la física fiable del plasma confinado magnéticamente. Además, está diseñada de manera que no produce residuos nucleares altamente radiactivos y de larga vida.

Requisitos mínimos de suelo: La fusión ofrece una mayor producción de energía por terreno utilizado sin requisitos significativos de espacio para combustible o residuos, lo que probablemente sea un criterio importante para Europa, ya que la UE tiene que equilibrar diferentes usos para el limitado terreno disponible.

Energía limpia y firme siempre disponible: Europa necesitará energía limpia y no dependiente de las condiciones meteorológicas para complementar las energías eólica y solar, y la fusión podría desempeñar un papel en el desarrollo de energía limpia no dependiente del sol ni del viento para complementar las energías renovables.

¿Cuál es la situación de la energía de fusión en la UE?

Europa había liderado la ciencia y la tecnología de la fusión de plasma en los últimos 25 años, pero ahora corre el riesgo de quedarse atrás, ya que el Reino Unido y Estados Unidos están tomando la delantera en la construcción de prototipos de máquinas de fusión. La UE es el mayor contribuyente al proyecto ITER, en el que 35 países colaboran actualmente para demostrar la viabilidad científica y tecnológica de la fusión como futura fuente de energía. Sin embargo, el ITER no va a producir electricidad y está concebido para experimentar su viabilidad.

El siguiente paso dentro de la actual Hoja de Ruta Europea de la Fusión será una máquina de demostración de centrales eléctricas (DEMO) destinada a poner energía en la red. Este dispositivo estaría mucho más cerca de una central eléctrica de fusión comercial y serviría de apoyo para iniciar el proceso de comercialización de las tecnologías de fusión, con el objetivo de conectar la electricidad de fusión comercial a la red en 2050. La UE cuenta con el diseño más avanzado para una DEMO. Máquinas de fusión punteras como JET (en fase de desmantelamiento en estos momentos), Wendelstein 7-X, WEST, ASDEX - Upgrade han estado a la vanguardia de la investigación sobre fusión en todo el mundo. Sin embargo, los nuevos descubrimientos y avances tecnológicos y su aplicación directa a la construcción de nuevas máquinas de fusión con un enfoque comercial no se están produciendo en la UE, sino principalmente en Estados Unidos y el Reino Unido.

¿Qué debe hacer la UE en materia de energía de fusión?

A. Una estrategia de fusión centrada en la comercialización

Hasta ahora, el programa europeo se ha centrado en la I+D para la fusión, construyendo máquinas experimentales como objetivo final, y no en la creación de una industria de fusión que pueda beneficiarse de los últimos 25 años de I+D. El programa actual se centra en la construcción de ITER y EU DEMO, pero no en el suministro real a la red de electricidad basada en la fusión.

Para garantizar que la energía de fusión se desarrolle y comercialice en la UE a tiempo, la próxima Comisión debe elaborar una estrategia de fusión que determine los retos y pasos necesarios para construir una industria de fusión y cómo incorporar al sector privado a este empeño. El objetivo último de una hoja de ruta estratégica de la UE debería ser la creación de una industria en Europa capaz de producir y explotar centrales de fusión para 2050. Un hito clave para la UE debería ser la construcción y explotación de prototipos comercialmente viables de centrales de fusión.

B. Incorporación del sector privado

Actualmente faltan mecanismos que permitan la cooperación entre un sector privado naciente y el público. El establecimiento y funcionamiento de esquemas de Asociación Público Privada (APP), la gestión de los temas de Propiedad Intelectual y la integración de la industria privada con sus propios aspectos de diseño de maquinaria que necesitan ser desarrollados e implementados. También es necesario definir el establecimiento de un mecanismo de compensación al sector público por parte del sector privado por el uso de los conocimientos generados, para poder utilizar los conocimientos existentes de forma eficiente y justa.

C. Un nuevo programa de investigación

Es necesario desarrollar una nueva hoja de ruta de investigación y demostración en la que se incluya el ITER, una DEMO con financiación pública y, en su caso, máquinas de apoyo como DTT, DONES y una fuente volumétrica de neutrones. Las instalaciones y programas clave para establecer un programa de base tecnológica en el que se integre la industria también son de vital importancia y deben incluirse. Es necesario desarrollar sistemas de gestión de datos y conocimientos y hacerlos accesibles al sector de la fusión. Existe un alto riesgo de pérdida de datos valiosos y costosos generados durante años en el sector público. Es necesario incorporar a este esfuerzo estrategias de retención y creación de talento/conocimiento.


Principales recomendaciones políticas:

  • Incorporar las infraestructuras de energías limpias a la cartografía y la planificación, con "zonas de referencia" que incluyan todo tipo de energías e infraestructuras limpias.
  • Mejorar los procesos de concesión de permisos para infraestructuras con una ventanilla única.
  • Desarrollar un plan de repotenciación y reutilización de las infraestructuras de la UE.
  • Evaluar el proceso del plan decenal de desarrollo de la red (TYNDP) para garantizar que la planificación de la red se ajusta a los objetivos climáticos europeos.

Infraestructuras como las líneas eléctricas para transmitir electricidad limpia, gasoductos para transportar combustibles limpios y dióxido de carbono, centrales de energía renovable, instalaciones de baterías, etc., son elementos fundamentales para construir una economía descarbonizada en Europa. Todas estas infraestructuras deben ubicarse en algún lugar, pero el suelo en Europa es uno de los más intensamente utilizados y limitados del mundo, lo que supone una barrera para construir y conectar infraestructuras. Además, el proceso de despliegue de infraestructuras puede ser largo, por lo que deben planificarse y ponerse en marcha con tiempo de sobra para evitar retrasos en los objetivos climáticos de Europa.

La UE necesita planes de infraestructuras realistas, con garantía de futuro y viables para apoyar el despliegue de tecnologías de energía neta cero que permitan alcanzar la neutralidad climática en 2050. Tres décadas es muy poco tiempo para autorizar, renovar, modernizar, instalar y asegurar las infraestructuras europeas clave necesarias dentro y fuera de las fronteras de los Estados miembros. La escasez de mano de obra, la resistencia social, la lentitud de los procesos de concesión de permisos, los trámites burocráticos y la falta de claridad de los procesos provocan retrasos en los proyectos y unos costes que Europa no puede permitirse.

Para tener éxito en el ambicioso despliegue de tecnologías limpias y evitar proyectos redundantes, la próxima Comisión debe desarrollar un plan de infraestructuras que ofrezca la próxima generación de gobernanza, diseño, planificación y funcionamiento de las infraestructuras y que promueva la eficiencia, la accesibilidad y las sinergias del sistema. Un plan de infraestructuras que también tenga en cuenta la protección climática de las infraestructuras existentes. La Comisión debe presentar un programa completo de despliegue de infraestructuras que incluya:

Incorporar las infraestructuras de energías limpias a la cartografía y la planificación regional, nacional y local: La planificación espacial para comprender los recursos existentes y visualizar dónde encajan mejor los nuevos activos es fundamental para una ubicación industrial y de infraestructuras eficiente que minimice el uso del suelo y el impacto ambiental. La cartografía es clave para construir una red de infraestructuras coherente y para identificar las zonas más adecuadas para el despliegue de tecnologías limpias en tierra y mar.

Los planes de zonificación, ordenación territorial y uso del suelo a escala regional, nacional y local deberían incluir disposiciones no sólo para el desarrollo de proyectos de fabricación de tecnología neta cero, como establece la NZIA, sino también para todas las infraestructuras de energía limpia. Los planificadores, los responsables políticos y las comunidades deberían considerar de forma proactiva dónde van estos proyectos y cómo se integrarán con la infraestructura existente.

Para ayudar a una planificación más rápida y eficiente en toda la economía, la Comisión Europea debería actualizar sus herramientas de cartografíadigital66 , resolver las limitaciones de losdatos67 y animar a los Estados miembros a seleccionar "zonas de acceso" a las tecnologías limpias que vayan más allá de la fabricación y las energías renovables e incluyan todas las formas de energía limpia, infraestructuras de captura de carbono e infraestructuras de hidrógeno. La identificación de las áreas más adecuadas para cada parte de la cadena de valor de la tecnología neta cero también puede facilitar la identificación de oportunidades de colaboración y el establecimiento de asociaciones estratégicas de infraestructuras. Adoptar un enfoque a escala de la UE para identificar las áreas más adecuadas para que florezca la cadena de valor de las tecnologías limpias puede facilitar la identificación de oportunidades de colaboración y el establecimiento de asociaciones estratégicas de infraestructuras.

Mejorar los procesos de concesión de permisos con una ventanilla única: Los plazos y procesos de concesión de permisos son obstáculos fundamentalespara el despliegue de infraestructuras en los Estados miembros y entre ellos. La UE está abordando estos obstáculos: pidió a los Estados miembros que exigieran la aprobación de los permisos en un plazo de dos años a partir de la solicitud, y la nueva Directiva sobre energías renovables recomienda acelerar los procedimientos de concesión de permisos para las energías renovables.68 Del mismo modo, la NZIA se centró principalmente en la concesión de permisos, pero no incluyó todas las infraestructuras pertinentes.

La adopción de un único organismo responsable de gestionar las solicitudes de permisos, una "ventanilla única", a nivel de los Estados miembros y de la UE podría acelerar el despliegue de las infraestructuras necesarias. Un único punto de contacto para las solicitudes de permisos agilizaría un proceso en el que suelen intervenir múltiples organismos, reduciendo la incertidumbre y las redundancias tanto para los promotores de proyectos como para los trabajadores de la Administración, y podría así reducir significativamente el tiempo que se tarda en obtener un permiso y construir una infraestructura de energía neta cero. Países como Dinamarca ya están aplicando la "ventanilla única" de infraestructuras energéticas limpias para las mejores prácticas.69 En el ámbito de la UE, para las infraestructuras energéticas regionales netas cero, podría agilizar la construcción de infraestructuras transfronterizas de transporte de electricidad y gasoductos, fundamentales para la transición industrial neta cero, así como integrar nuevos centros e instalaciones industriales en esas infraestructuras.

Un plan de repotenciación y reutilización de las infraestructuras de la UE: A medida que se despliegan más tecnologías limpias, el énfasis en la repotenciación y reutilización de las infraestructuras garantizará que las infraestructuras y los derechos de paso existentes se mantengan en buen estado, se utilicen, sean resistentes al clima y se modernicen con la tecnología y los datos científicos más actualizados. Una estrategia de la Comisión debería garantizar que la repotenciación y la reutilización de las infraestructuras fósiles o desmanteladas para el despliegue de tecnologías limpias reduzcan, en la medida de lo posible, el impacto de la transición energética sobre el uso del suelo. Esta estrategia también debería garantizar que los riesgos climáticos y las medidas de protección contra el cambio climático se tengan en cuenta en los proyectos de infraestructuras financiados por la UE y los Estados miembros en sus fases de diseño, planificación y seguimiento.

Evaluar el proceso del plan decenal de desarrollo de la red (TYNDP) para garantizar que la planificación de la red se ajusta a los objetivos climáticos de Europa: El Consejo Consultivo constató que todo el proceso del PDDNT, en particular el proceso de desarrollo de escenarios, la evaluación de las necesidades del sistema y el análisis coste-beneficio (ACB), y la posterior selección de Proyectos de Interés Común (PIC) y Proyectos de Interés Mutuo (PMI), no tiene en cuenta los cambios transformadores que se avecinan para cumplir los objetivos de 2030 y 2050.70 La próxima Comisión debería actualizar urgentemente el proceso del PDDNT para ayudar a resolver este problema. Asimismo, la planificación de la transmisión debería incorporar una modelización actualizada que integre plenamente los beneficios y los riesgos del despliegue de infraestructuras energéticas.


La transición ecológica de la UE y la cooperación internacional

Principales recomendaciones políticas:

  • Movilizar la diplomacia climática de la UE y abogar por medidas climáticas en los foros internacionales.
  • Desarrollar asociaciones mutuamente beneficiosas.
  • Movilizar el poder de mercado de la UE para influir en las normas mundiales.

El Pacto Verde puede ser una iniciativa de la UE para descarbonizar la economía de la UE, pero también replanteará las relaciones entre la UE y sus socios, repercutirá en países de fuera de la UE y redefinirá las prioridades políticas globales de Europa. La descarbonización de la UE debe desarrollarse y conceptualizarse en un marco global: una Europa limpia en un mundo sucio no ayudará a hacer frente al calentamiento global, y el proceso de descarbonización de la UE tendrá consecuencias más allá de sus fronteras. La próxima Comisión debería evaluar sus planes de descarbonización no sólo en función de la reducción de emisiones para Europa, sino también del impacto climático en otras regiones y de la reducción de emisiones globales. Las importaciones de energía limpia a Europa no deben ir en detrimento de la descarbonización de otras regiones y de su desarrollo económico.

El papel mundial de Europa se ha visto fuertemente afectado por la cambiante geopolítica de la energía y la acción por el clima y por el aumento de la inflación. La guerra de Ucrania, y la crisis energética que la siguió, provocaron una carrera por asegurar los recursos de petróleo y gas y ponen de relieve el complicado reto que la UE debe abordar en sus políticas exteriores: compaginar la seguridad geopolítica y económica con las ambiciones climáticas. Las preocupaciones climáticas no deben eclipsarse ni competir con los objetivos de seguridad, sino que, por el contrario, deben ir de la mano; de hecho, la crisis ha demostrado que la acción climática puede desempeñar un papel clave en la mejora de la seguridad energética. La fragmentación geopolítica también ha puesto en entredicho los acuerdos y foros internacionales basados en el consenso, lo que hace que las asociaciones internacionales de Europa en materia de energía y clima sean aún más importantes e impactantes. La UE dispone de diferentes herramientas en sus políticas exteriores que deberían utilizarse para promover y apoyar la descarbonización mundial.


La UE se enorgullece de su liderazgo mundial en materia de clima y, por tanto, debería estar a la vanguardia de la acción climática mundial, movilizando su diplomacia climática para fomentar la descarbonización en todo el mundo. La UE cuenta con una amplia red diplomática que ha utilizado en el pasado para apoyar la colaboración en materia de clima con socios internacionales e iniciativas climáticas, y que debería seguir apoyando la ambición y las asociaciones climáticas mundiales. La UE debe ser una firme defensora del clima a nivel internacional en los diferentes niveles posibles y con sus diferentes socios comerciales y energéticos.

En foros internacionales como el G7, el G20 o la Conferencia de las Partes (COP) de la CMNUCC, la UE debe ser una voz fuerte que apoye acciones climáticas ambiciosas y coordinadas. La próxima Comisión debería seguir defendiendo iniciativas como el Compromiso Mundial sobre el Metano y presentar medidas concretas para su realización, como el desarrollo de una alianza de compradores para establecer normas sobre el metano para el petróleo y el gas importados. Del mismo modo, la UE debe asumir un papel de liderazgo en el Reto de la Gestión del Carbono, asegurándose de que viene acompañado de objetivos, un plan para alcanzarlos y medidas para la rendición de cuentas. La UE debe desempeñar un papel activo en el desarrollo de una coalición mundial para las tecnologías de gestión del carbono. Como uno de los mayores mercados de productos limpios del mundo, a la vanguardia del despliegue de tecnologías descarbonizadoras, la UE debería aprovechar su experiencia y sus mercados en los foros internacionales para apoyar el desarrollo de industrias limpias y compartir las mejores prácticas para las políticas y estrategias de descarbonización.

Los grandes cambios geopolíticos, desencadenados en primer lugar por las alteraciones de la cadena de valor causadas por la pandemia del Covid 19, y exacerbados aún más por la guerra de Rusia en Ucrania, hacen que la UE esté recalibrando sus asociaciones energéticas y desarrollando otras nuevas para diversificar sus importaciones. En un mundo cada vez más fragmentado, las relaciones de Europa se están convirtiendo en vías fundamentales a través de las cuales apoyar la descarbonización en el continente y la descarbonización en el exterior. Se trata de una oportunidad para incluir plenamente las consideraciones climáticas y crear asociaciones mutuamente beneficiosas.

Economías en desarrollo y emergentes

Aunque la mayor parte del crecimiento energético y del desarrollo de nuevas infraestructuras energéticas se producirá en el Sur global, los países en desarrollo y emergentes sólo adoptarán las tecnologías limpias si son baratas y les ayudan a hacer lo mismo o más de lo que harían con sus homólogas convencionales.

La UE debe apoyar la adopción generalizada de tecnologías limpias que aporten importantes beneficios en materia de mitigación y eviten la dependencia del sistema energético, y centrarse en la reducción de costes. En sus relaciones con las economías en desarrollo y emergentes, la UE debe garantizar que todos los instrumentos políticos pertinentes tengan en cuenta el hecho de que la seguridad económica a través de la descarbonización debe aportar beneficios mutuos, desarrollando un fuerte componente de financiación e innovación en las asociaciones.

La UE lidera sectores como la energía eólica y la transmisión de electricidad, pero África, por ejemplo, tiene su propia industria emergente de tecnología verde. La región también se está convirtiendo en una importante productora de minerales esenciales para las tecnologías que impulsarán la transición energética. En lugar de reproducir los antiguos modelos de extracción de recursos, la UE debe trabajar con los gobiernos africanos en la adición de valor que puede crear puestos de trabajo y otras oportunidades para los africanos. Una mejor cooperación en materia de tecnologías limpias, sobre investigación, desarrollo y comercialización, podría acelerar la adopción de estas tecnologías en ambas regiones e impulsar la innovación crítica y la reducción de costes. Cada país debe obtener un beneficio económico de la transición y contribuir a la cadena de valor. De lo contrario, si sólo se espera que los países importen tecnologías limpias, los costes serán demasiado elevados y no se alcanzarán los objetivos de descarbonización.

También sería necesario reforzar la cooperación a través del Mediterráneo en materia de energías limpias, especialmente el hidrógeno renovable y con bajas emisiones de carbono. La UE debería adoptar un enfoque pragmático y no centrarse exclusivamente en el hidrógeno verde: todas las formas de hidrógeno limpio serán necesarias en la transición hacia la neutralidad climática y deberían incluirse en la cooperación transmediterránea.

La cooperación debería ir más allá de la energía e incluir la descarbonización industrial y la movilidad. La UE tiene varios acuerdos para promover el hidrógeno verde y ha desarrollado la iniciativa África-UE sobre energía verde, pero hasta ahora Europa no ha trabajado lo suficiente en la cooperación para la innovación y las inversiones para la descarbonización industrial. Los actuales proyectos de Team Europe se centran principalmente en las transiciones energéticas, pero la UE debería plantearse aprovechar esta iniciativa y ampliar su trabajo hacia soluciones industriales innovadoras como el mejor uso del hidrógeno, o la captura y almacenamiento de carbono.

El Portal Mundial podría ser una buena iniciativa en la que basarse para fomentar la confianza en el espíritu de asociaciones mutuamente beneficiosas, y necesitaría que la UE diera indicaciones claras sobre las iniciativas concretas y los planes de financiación que recibirán apoyo, al tiempo que fuera explícita sobre cómo acceder a dicho apoyo.

Reino Unido

El Reino Unido abandonó la UE en 2020, tras casi 50 años en la Unión, y ahora sus relaciones se desarrollan principalmente en el marco del Acuerdo de Comercio y Cooperación (ACC). Tras la invasión rusa de Ucrania, el Reino Unido y la UE han aumentado su coordinación en materia energética. Tanto la UE como el Reino Unido también están avanzando en acciones y objetivos climáticos. Debería explorarse una cooperación más estrecha entre ambos para garantizar las sinergias y la coordinación en sus procesos de transición ecológica. El acuerdo sobre la participación del Reino Unido en Horizonte Europa es un paso positivo para reforzar las relaciones, pero es necesario un diálogo más estrecho con el Reino Unido para buscar más oportunidades de colaborar en materia climática y avanzar en tecnologías de energía limpia.

En primer lugar, dado que la descarbonización industrial de ambas partes requerirá la captura y el almacenamiento de carbono, debería estudiarse la posibilidad de colaborar en la gestión del carbono. Se calcula que el Reino Unido tiene 78 Gt de capacidad teórica en alta mar, pero el acceso a la capacidad de almacenamiento en el Reino Unido se enfrenta actualmente a obstáculos, principalmente como consecuencia de la separación jurídica de los regímenes de comercio de derechos de emisión. La Comisión debería entablar un diálogo con el Reino Unido sobre el transporte y el almacenamiento de CO₂.

En cuanto al hidrógeno, dado que ambas partes aspiran a desarrollar su producción y sus importaciones con sus respectivas estrategias de hidrógeno, sería útil una coordinación en los enfoques normativos y de metodología de ACV, ya que la diferencia de enfoques normativos dará lugar a discrepancias que podrían obstaculizar el comercio entre la UE y el Reino Unido, y podría crear confusión entre los socios internacionales. Sería útil colaborar en la armonización de las normas.

Las relaciones en materia de energía nuclear entre ambos bloques se gestionan actualmente mediante un acuerdo independiente entre Euratom y el Reino Unido, centrado en la cooperación sobre usos seguros y pacíficos de la energía nuclear y que incluye disposiciones sobre investigación y desarrollo. Sin embargo, dado que tanto la UE como el Reino Unido se interesan cada vez más por la energía nuclear, un diálogo sobre la concesión de licencias y el intercambio de mejores prácticas podría contribuir a acelerar el despliegue de la energía nuclear.

La próxima revisión del TCA en 2026 debería considerarse una oportunidad para reforzar la colaboración entre la UE y el Reino Unido en materia de clima y energía, y para eliminar cualquier barrera que impida una cooperación fructífera. Una declaración conjunta de la Comisión Europea y el Gobierno del Reino Unido sobre el fomento de la acción por el clima y la cooperación en materia de energía limpia antes de la COP29 constituiría una señal clara a nivel mundial y ayudaría a restablecer el liderazgo internacional de la UE y el Reino Unido en materia de clima tras las elecciones europeas y británicas.

Estados Unidos

Con las tecnologías limpias en el centro de su transición ecológica, la UE y Estados Unidos tienen la oportunidad única de aprovechar su poder de mercado conjunto para aumentar el número de opciones de tecnologías limpias sobre la mesa y, de este modo, reducir los costes a nivel mundial. Como resultado de las políticas preexistentes, la UE y Estados Unidos han desarrollado diferentes enfoques para apoyar la descarbonización industrial y el despliegue de tecnologías limpias. La UE ha hecho hincapié en el papel de las patentes, ha tenido mucho éxito en las primeras fases de investigación y ha llevado la energía eólica marina y la solar a escala, mientras que Estados Unidos tiene una amplia experiencia en la comercialización y ampliación de tecnologías de nueva generación. Para poder liderar la transición ecológica mundial, necesitan intercambiar las mejores prácticas.

La UE y Estados Unidos también pueden contribuir a impulsar la descarbonización mundial trabajando en la normalización de los proyectos y la fabricación. Cuanto mayor sea la normalización y la producción en fábrica, más rápidamente se desplegarán las nuevas tecnologías energéticas.

Los planes de diseño de ingeniería estandarizados pueden reducir significativamente los costes de ingeniería y acelerar los plazos de construcción de los proyectos, al tiempo que mejoran la transferibilidad y la flexibilidad de las competencias. En el caso de las tecnologías que no requieran un complejo industrial complejo, va a ser crucial aumentar la fracción del producto final con cero emisiones de carbono que se estandariza y fabrica fuera de las instalaciones. Al abordar la necesidad de disponer de normas conjuntas, la UE y Estados Unidos sentarán las bases para un despliegue más eficaz de la tecnología limpia y crearán un modelo para que países de ideas afines adopten normas de proyecto y producción similares, lo que reducirá los riesgos de interrupción de la cadena de suministro e impulsará la producción de tecnología limpia.

Por último, la UE y Estados Unidos deberían colaborar en la escena internacional para apoyar las iniciativas internacionales y la cooperación en favor del clima. Juntos, pueden crear coaliciones internacionales en torno a temas clave como la gestión del metano o del carbono, y coordinarse para promover la ambición climática mundial y el cumplimiento de los compromisos internacionales. La alineación transatlántica en materia de normas de mercado, innovación y desarrollo tecnológicos y financiación internacional será fundamental para alcanzar los objetivos climáticos mundiales. Un entorno geopolítico cada vez más complejo hace que la cooperación entre Estados Unidos y la UE sea más importante que nunca para seguir impulsando el desarrollo de las industrias limpias y la acción por el clima a escala mundial.

La UE debe aspirar no sólo a reducir sus propias emisiones, sino también a apoyar la reducción de las emisiones mundiales utilizando su capacidad de establecer normas para fomentar la descarbonización en todo el mundo, garantizando al mismo tiempo que estas normas sean justas y proporcionando apoyo a los países en desarrollo para que las cumplan. El mercado interior de la UE, con sus 450 millones de consumidores, representa una oportunidad clave para que la UE influya en la descarbonización mundial. Establecer normas medioambientales y exigir que las importaciones las cumplan para acceder al mercado de la UE es un fuerte incentivo para que los países exportadores descarbonicen su producción. Por tanto, la UE puede desempeñar un papel fundamental en el establecimiento de normas para la transición climática.

Con el aumento de la demanda de productos industriales en todas las economías emergentes durante las próximas décadas, la UE debería colaborar con sus socios en el desarrollo de normas para crear un mercado mundial más unificado y equitativo que impulse la descarbonización en todas las regiones. El impacto de unas normas sólidas aplicadas al mercado europeo -que ya es significativo- puede multiplicarse si se desarrollan en colaboración con otros mercados importantes y con los productores en la mesa.

La UE tiene, por ejemplo, la oportunidad de definir criterios de hidrógeno bajo en carbono y garantizar su difusión mundial. Desarrollando rápidamente un criterio de referencia para el hidrógeno comercializado en y con la UE, Europa podría crear las bases de un mercado internacional del hidrógeno basado en las normas de la UE sobre la definición de hidrógeno limpio y la metodología para evaluar y contabilizar las emisiones. Del mismo modo, con su Reglamento sobre el metano y el marco de certificación del carbono, la UE podría liderar la elaboración de normas mundiales para la reducción de las emisiones de metano y la certificación y contabilidad de la eliminación del carbono.

Notas a pie de página

  1. Comisión Europea. (2021). Eurobarómetro especial 513 - Cambio climático. https://europa.eu/eurobarometer/surveys/ detail/2273
  2. Consejo Consultivo Científico Europeo sobre el Cambio Climático. (2024). Towards EU climate neutrality - Progress, policy gaps and https://climate-advisory-board.europa.eu/reports-and-publications/towards-eu-climate-neutrality-progress- policy-gaps-and-opportunities/esabcc_report_towards-eu-climate-neutrality.pdf/@@download/file
  3. Comisión Europea. (2021). Eurobarómetro especial 513 - Cambio climático. https://europa.eu/eurobarometer/surveys/ detail/2273
  4. Jean Pisani-Ferry, Simone Tagliapietra, Georg Zachmann. (2023). Un nuevo marco de gobernanza para salvaguardar el Green Deal europeo. Bruegel. https://www.bruegel.org/policy-brief/new-governance-framework-safeguard-european- green-deal
  5. Clean Air Task Force. Preparado para el Foro CCUS de la Unión Europea por el Grupo de Trabajo Visión CCUS. (2023). A Vision for Carbon Capture, Utilisation, and Storage in the EU. https://www.catf.us/resource/a-vision-carbon-capture- utilisation-and-storage-eu/
  6. Clean Air Task Force. (2023). Techno-economic-realities of Long-Distance Hydrogen Transport. https://www.catf.us/ resource/techno-economic-realities-long-distance-hydrogen-transport/#h-7-policy-recommendations-and-areas-for- further-research
  7. (2020). Cómo la Unión Europea podría conseguir emisiones netas cero a coste neto cero. https://www.mckinsey.com/capabilities/sustainability/our-insights/how-the-european-union-could-achieve-net-zero-emissions-at-net-zero-cost
  1. Jean Pisani-Ferry, Simone Tagliapietra y Georg Zachmann. (2023). A new governance framework to safeguard the European Green Deal. https://www.bruegel.org/sites/default/files/2023-09/PB%2018%202023_1.pdf
  2. Tribunal Europeo de (2023). Informe especial - Objetivos climáticos y energéticos de la UE. https://www.eca.europa.eu/ECAPublications/SR-2023-18/SR-2023-18_EN.pdf
  1. Kleimann, D., N. Poitiers, A. Sapir, S. Tagliapietra, N. Véron, R. Veugelers y J. Zettelmeyer. (2023). How Europe should answer the Estados Unidos Inflation Reduction Act. Policy Contribution 04/2023, Bruegel p7
  2. Jean Pisani-Ferry, Simone Tagliapietra, Georg Zachmann. (2023). Un nuevo marco de gobernanza para salvaguardar el Green Deal europeo. Bruegel. https://www.bruegel.org/policy-brief/new-governance-framework-safeguard-european- green-deal
  3. Europea (2021). Hacia una siderurgia europea competitiva y limpia. SWD 353 final, página 3 https://commission.europa.eu/system/files/2021-05/swd-competitive-clean-european-steel_en.pdf>
  1. Comisión Europea. (2023). Opciones de descarbonización para la industria cementera. Informe técnico del CCI, página 6. https:// jrc.ec.europa.eu/repository/handle/JRC131246
  2. McKinsey. (2020). How the European Union could achieve net-zero emissions at net-zero cost. https://www.mckinsey. com/capabilities/sustainability/our-insights/how-the-european-union-could-achieve-net-zero-emissions-at-net-zero-cost
  3. Instituto Global CCS. (2023). Global Status of CCS 2023, 10. https://www.globalccsinstitute.com/resources/publications- reports-research/global-status-of-ccs-2023-executive-summary/
  4. Krevor, S., et al. (2023). Subsurface carbon dioxide and hydrogen storage for a sustainable energy future. Nat Rev Earth Environ 4, 102-118. https://www.research.ed.ac.uk/en/publications/subsurface-carbon-dioxide-and-hydrogen-storage-for- a-sustainable-
  5. Comisión Europea. (2024). Comunicación de la Comisión al Parlamento Europeo, al Consejo, al Comité Económico y Social Europeo y al Comité de las Regiones Hacia una gestión ambiciosa del carbono industrial en la UE. https://eur-lex.europa.eu/legal-content/EN/TXT/?uri=COM%3A2024%3A62%3AFIN&qid=1707312980822
  6. Departamento de Seguridad Energética y Red Cero y Departamento de Empresa, Energía y Estrategia Industrial. (2023). Deep geological storage of carbon dioxide (CO₂), offshore UK: containment certainty: A synthesis and estimation of the containment certainty of CO₂ in deep geological storage sites. https://www.gov.uk/government/publications/deep- geological-storage-of-carbon-dioxide-CO₂-offshore-uk-containment-certainty
  7. Jones, D., et. al. (2015). Developments since 2005 in understanding potential environmental impacts of CO₂ leakage from geological storage. International Journal of Greenhouse Gas Control 40, 350-377. https://www.sciencedirect.com/science/ article/abs/pii/S175058361500225X
  8. Vielstädte, , et. al. (2019). Huella y detectabilidad de un pozo con fugas de CO₂ en el Mar del Norte Central: Implicaciones de un experimento de campo y modelización numérica. International Journal of Greenhouse Gas Control 84, 190-203. https://www. sciencedirect.com/science/article/pii/S1750583618304857
  9. Martin Roberts, E., et. al. (2021). Captura y almacenamiento de carbono al final de una década perdida. One Earth 4 (2021)- 1569-1584. https://www.sciencedirect.com/science/article/pii/S2590332221005418. Wang, N., et. al., '(2021). ¿Qué salió mal? Learning from three decades of carbon capture, utilization and sequestration (CCUS) pilot and demonstration projects. Energy Policy 158 (2021). https://www.sciencedirect.com/science/article/abs/pii/S030142152100416X?dgcid=coauthor>
  10. Base de datos de proyectos CCUS de la AIE: https://www.iea.org/data-and-statistics/data-product/ccus-projects-database
  11. Véase Clean Air Task Force's map of CCS projects in Europe: https://www.catf.us/ccsmapeurope/
  12. Reglamento (UE) 2021/1119 del Parlamento Europeo y del Consejo, de 30 de junio de 2021, por el que se establece el marco para conseguir la neutralidad climática y se modifican los Reglamentos (CE) nº 401/2009 y (UE) 2018/1999 ("Ley Europea del Clima") 2021 (L 243/1) art 1.
  13. Agencia Internacional de la Energía. (2020). CCUS in Clean Energy Transitions. https://www.iea.org/reports/ccus-in-clean- energy-transitions; Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático. (2022). Working Group III Contribution to the Sixth Assessment Report of the Intergovernmental Panel on Climate Change. https://www.ipcc.ch/report/sixth-assessment- report-working-group-3/ ; Comisión Europea. Análisis en profundidad en apoyo de la COM. (2018) 773: Un planeta limpio para todos - Visión estratégica europea a largo plazo para una economía próspera, moderna, competitiva y climáticamente neutra. https://climate.ec.europa.eu/system/files/2018-11/com_2018_733_analysis_in_support_en.pdf ; DNV. (2021). Pathway to Net Zero Emissions - Energy Transition Outlook 2021. https://www.dnv.com/energy-transition/pathway-to-net-zero-2021.html.
  1. Consejo Consultivo Científico Europeo sobre el Cambio Climático. (2023). Scientific Advice for the Determination of an EU-Wide 2040 Climate Target and a Greenhouse Gas Budget for 2030-2050. https://data.europa.eu/doi/10.2800/609405
  2. ibid
  3. Comisión Europea. (2024). Garantizar nuestro futuro - El objetivo climático de Europa para 2040 y el camino hacia la neutralidad climática en 2050: construir una sociedad sostenible, justa y próspera. SWD(2024) 63. https://eur-lex.europa.eu/legal-content/EN/TXT/ HTML/?uri=SWD:2024:63:FIN
  4. Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (n 11).
  5. Clean Air Task (2023). Global Carbon Capture Activity and Project Map. https://www.catf.us/ccsmapglobal/
  6. Toby Lockwood y Lee (2022). Why Europe Needs a Comprehensive Carbon Capture and Storage Strategy. https://www.catf.us/2022/06/why-europe-needs-comprehensive-carbon-capture-storage-strategy/
  1. Energía Internacional (2021). Net Zero by 2050 - A Roadmap for the Global Energy Sector. https://www.iea.org/reports/net-zero-by-2050
  1. Agencia Internacional de la Energía. (2023). Políticas y modelos empresariales de CCUS: creación de un mercado comercial. Página 68. Nota: los recientes aumentos del precio del gas afectarán al coste a corto plazo de casi todas las soluciones de descarbonización en relación con este estudio.
  2. Rootzen J., Johnsson F. (2016). Paying the full price of steel - perspectives on the cost of reducing carbon dioxide emissions from the steel industry. Energy Policy 98, 459-469. https://www.sciencedirect.com/science/article/abs/pii/ S0301421516304876; Rootzen J., y Johnsson F. (2016). Gestión de los costes de reducción del CO₂ en la industria cementera. Climate Policy 17, 1-20. https://www.tandfonline.com/doi/abs/10.1080/14693062.2016.1191007?journalCode=tcpo20
  3. IPCC, AR 6, página 24
  4. Clean Air Task Force. (2023). Unlocking Europe's CO₂ Storage Potential. https://www.catf.us/resource/unlocking-europes- CO₂-storage-potential-analysis-optimal-CO₂-storage-europe/.
  5. Subraveti, S. (2023). ¿Es realmente tan cara la captura y almacenamiento de carbono (CAC)? An Analysis of Cascading Costs and CO₂ Emissions Reduction of Industrial CCS Implementation on the Construction of a Bridge. Environmental Science & Technology 2023 57 (6), 2595-2601 https://pubs.acs.org/doi/full/10.1021/acs.est.2c05724
  6. Toby Lockwood, Clean Air Task Force. (2023). El coste de la captura y almacenamiento de carbono en Europa. https://www.catf.us/ccs- cost-tool/
  7. Cabe señalar que los proyectos británicos anunciados y nombrados sólo representan alrededor de un tercio de las 21 licencias de almacenamiento concedidas en la ronda de licencias británicas de 2023.
  8. (2024). Shaping the future CO₂ transport network for Europe. https://publications.jrc.ec.europa.eu/repository/ handle/JRC136709
  9. (2023). Políticas y modelos de negocio de CCUS. https://iea.blob.core.windows.net/assets/d0cb5c89-3bd4-4efd-8ef5-57dc327a02d6/CCUSPoliciesandBusinessModels.pdf
  10. Clean Air Task Force. (2024). Designing carbon contracts for difference. https://www.catf.us/resource/designing-carbon- contracts-for-difference/
  11. Clean Air Task Force. (2023). Building demand for low-carbon materials. https://www.catf.us/resource/developing- markets-low-carbon-products-enabler-industrial-decarbonisation-europe/
  12. (2024). El nuevo Centro Nobel opta por el primer hormigón neto cero del mundo https://www.agg-net.com/news/new-nobel- centre-opts-for-worlds-first-net-zero-concrete
  13. Jenkins et al. (2021). Descarbonización ascendente a través de una obligación de recuperación del carbono: una solución climática asequible https://www.sciencedirect.com/science/article/pii/S254243512100489X
  14. Consejo Consultivo Científico Europeo sobre el Cambio Climático. (2023). Scientific Advice for the Determination of an EU-Wide 2040 Climate Target and a Greenhouse Gas Budget for 2030-2050. https://data.europa.eu/doi/10.2800/609405
  15. El hidrógeno limpio abarca tanto el hidrógeno "renovable" (a menudo denominado hidrógeno "verde") como el hidrógeno "bajo en carbono" (que abarca todas las demás vías de producción limpia, como el hidrógeno "azul" o "rosa").
  16. Clean Hydrogen Monitor 2021, Hidrógeno
  17. H-Vision. (2019). El hidrógeno azul como acelerador y pionero de la transición energética en la industria. H-vision estima que antes de 2025
  18. Magnolia Tovar. (2019). Se necesita una política fuerte para descarbonizar el clúster industrial del puerto más grande de Europa. Clean Air Task Force. https://www.catf.us/2021/05/the-plan-to-decarbonize-europes-largest-port/
  19. Departamento de Seguridad Energética y Red Cero. (2023). 2022 UK greenhouse gas emissions, provisional figures. https:// publishing.service.gov.uk/government/uploads/system/uploads/attachment_data/file/1147372/2022_Provisional_ emissions_statistics_report.pdf
  20. Aproximadamente el 55% del amoníaco producido en el mundo se convierte en urea, que adopta la forma de gránulos blancos sólidos y se aplica como Urea (CH4N2O) contiene un átomo de carbono que normalmente se obtiene del gas natural o del carbón. No está claro cómo se obtendría económicamente el carbono necesario para fabricar urea si el proceso de producción de amoníaco se basara totalmente en hidrógeno renovable procedente de la electrólisis del agua sin necesidad de hidrocarburos.
  21. Na'im Merchant, Emily Kent, Jonathan Lewis. (2022). Decarbonizing Aviation: Challenges and Opportunities for Emerging Clean Air Task Force.https://www.catf.us/resource/decarbonizing-aviation-challenges-and-opportunities-for- emerging-fuels/
  22. Complejo de hidrógeno verde Air NEOM. https://www.airproducts.com/energy-transition/neom-green-hydrogen-complex
  1. Jan Rosenow. (2024). A meta-review of 54 studies on hydrogen heating. https://www.sciencedirect.com/science/article/ pii/S2949790623000101
  2. Marika Tatsutani, Ghassan Wakim, Magnolia Tovar, Alex Carr, Hagan Han. Clean Air Task Force. (2023). Techno-economic Realities of Long-Distance Hydrogen Transport. https://www.catf.us/resource/techno-economic-realities-long-distance- hydrogen-transport/
  3. Según el IPCC, el metano de origen fósil tiene un PCA de 82,5 a 20 años y de 29,8 a 100 años, mientras que el metano de origen no fósil tiene un PCA de 79,7 a 20 años y de 27,0 a 100 años.
  4. Clean Air Task Force. (2023). Impact of EU Methane Import Performance Standard. https://www.catf.us/resource/impact- eu-methane-import-performance-standard/
  5. De Haas, Y., Veerkamp, R. F., De Jong, G., & Aldridge, M. N. (2021). Selective breeding as a mitigation tool for methane emissions from dairy cattle. Animal, 15, 100294.
  6. Agencia Europea de Medio Ambiente. (2024). https://www.eea.europa.eu/en/topics/in-depth/transport-and-mobility
  1. (2020). Unión Europea 2020. https://www.iea.org/reports/european-union-2020
  2. Leslie Clean Air Task Force. (2023). We need cleanfirm electricity for adecarbonized energy system.https://www.catf.us/2023/05/we-need-clean-firm-electricity-decarbonized-energy-system/
  1. Jan Horst Keppler, Simon Quemin, Marcelo Saguan. (2022). Por qué el suministro sostenible de electricidad con bajas emisiones de carbono necesita mercados híbridos. Energy Policy Volumen 171. https://www.sciencedirect.com/science/article/pii/S030142152200492X
  2. Europea (2023). EAVORLOOP. https://climate.ec.europa.eu/system/files/2023-04/if_pf_2023_eavorloop_en.pdf
  1. Europea (2023). Resolución de 12 de diciembre de 2023 sobre pequeños reactores modulares. 2023/2109(INI). https://www.europarl.europa.eu/doceo/document/TA-9-2023-0456_EN.html
  1. Energy and Industry Geography Mapping Europe's Energy Future. https://energy-industry-geolab.jrc.ec.europa.eu/
  2. Centro Común de Investigación. (2022). Nota que acompaña a la herramienta cartográfica de apoyo a la identificación de "renewables go- to areas". https://joint-research-centre.ec.europa.eu/system/files/2022-05/Accompanying%20note_0.pdf
  3. Directiva (UE) 2018/2001 del Parlamento Europeo y del Consejo, de 11 de diciembre de 2018, relativa al fomento del uso de energía procedente de fuentes renovables (refundición). https://eur-lex.europa.eu/legal-content/EN/ TXT/?uri=CELEX%3A02018L2001-20231120
  4. Agencia Danesa de la Energía. (2020). La Agencia Danesa de la Energía como autoridad de ventanilla única. https://ens.dk/sites/ens.dk/files/ Globalcooperation/one-stop_shop_oct2020.pdf
  5. Consejo Consultivo Científico Europeo sobre el Climahttps://climate-advisory-board.europa.eu/reports-and-publications

Créditos

Autor del informe: Alessia Virone

Colaboradores: Maja Pozvek, Alejandra Muñoz Castañer, Toby Lockwood, Eadbhard Pernot, Codie Rossi, Alex Carr, Brandon Locke, Jonathan Banks, Jonathan Lewis, Kasparas Spokas, Bruce Hill, Jenna Hill, Andrew Maxwell, Malwina Qvist, Sehila Gonzalez, Nicole Pavia, Rebecca Tremain, Lily Odarno y Sonia Stoyanova.