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Gestión del carbono en Europa

Nuevo informe: Panorama de la política de gestión del carbono en Europa

28 de octubre de 2021 Área de trabajo: Captura de carbono

La gestión del carbono ha experimentado un renacimiento en Europa en los últimos años, ya que es una tecnología clave para alcanzar los objetivos del Acuerdo de París. En octubre, la Comisión de la UE celebró su primer Foro CCUS, lo que constituye un indicio positivo de que la captura y el almacenamiento de carbono deben figurar en la agenda política climática e industrial de Europa. La necesidad de impulsar la descarbonización de los procesos industriales y de desplegar combustibles bajos en carbono significa que la captura y el almacenamiento de carbono es una parte esencial de la estrategia climática de Europa, para alcanzar la neutralidad climática en 2050.

Un nuevo informe de Clean Air Task Force (CATF) ha revisado el actual panorama político y de financiación en Europa con el objetivo de ofrecer una visión general de los actuales incentivos y de las lagunas que hay que abordar. Hemos visto una serie de iniciativas positivas tanto a nivel de la UE como de cada país en Europa que están ayudando a poner en marcha la actividad de los proyectos. Sin embargo, existe una gran oportunidad para contribuir a la gestión del carbono en Europa y es necesario abordar las lagunas políticas y de financiación para liberar el potencial de la tecnología e impulsar la reducción de emisiones a gran escala.

Las industrias que hacen un uso intensivo de la energía, como la siderurgia, la química y la producción de cemento, son responsables de aproximadamente el 20% de todas las emisiones de gases de efecto invernadero en la UE. Según los propios escenarios de la Comisión Europea para lograr la neutralidad climática en 2050, se capturarán entre 52 y 606 Mt de CO2 al año en 2050.

Descargue el informe aquí.

Panorama de la política actual de gestión del carbono

Los mecanismos políticos que existen a nivel de la UE están incentivando el desarrollo de la captura y el almacenamiento de carbono, pero es necesario hacer más. A continuación se ofrece un breve resumen de lo que existe actualmente:

  • El Reglamento de las Redes Transeuropeas de Energía (RTE-E) proporciona un marco normativo fundamental para el desarrollo de las redes transfronterizas de infraestructuras energéticas, incluidas las de transporte de CO₂.
  • La RTE-E distingue los corredores prioritarios y las áreas temáticas de las infraestructuras energéticas transeuropeas y proporciona directrices para la selección de los proyectos de interés común (PCI).
  • En el marco de las RTE-E, estos proyectos pueden beneficiarse de la ayuda financiera del Mecanismo de Conexión a Europa (MCE), de la aceleración de los permisos, de la mejora de las condiciones reglamentarias y de la asignación de costes y de una mayor transparencia.
  • El Sistema de Comercio de Emisiones (ETS) de la UE también ofrece incentivos políticos para la captura y el almacenamiento de carbono.
  • El sistema de "tope y comercio" exige a los emisores de sectores como la industria, la energía y los operadores aéreos que entreguen derechos de emisión equivalentes a una tonelada de CO2 por las emisiones de gases de efecto invernadero que superen su nivel permitido cada año.
  • El RCCDE también permite a las instalaciones compensar sus derechos de emisión, que deben ser entregados, por las emisiones de CO2 que han sido capturadas y almacenadas de forma verificable, lo que supone un incentivo económico para la captura y el almacenamiento de carbono.
  • En la actualidad, el precio de un derecho de emisión se sitúa por encima de los 60 euros, aunque en los últimos cinco años los derechos del RCCDE se han negociado por debajo de los 30 euros. Esta falta de estabilidad en los precios ha hecho que se reclamen mecanismos políticos adicionales para poner un precio más alto al CO2. Algunas ideas para solucionar este problema:
  • Esto podría venir en forma de diferentes herramientas políticas, como el sistema 45Q empleado en el Estados Unidos, que se reformó significativamente en 2018 y ahora ofrece hasta 29 $/tCO₂ para el CO₂ almacenado a través del almacenamiento geológico dedicado, aumentando linealmente hasta 50 $/tCO₂ en 2026, y ajustado a la inflación a partir de entonces.
  • Otra opción podría ser complementar el sistema del RCCDE empleando contratos de carbono por diferencia (CCfD), que establecen un precio de carbono garantizado para el inversor de un determinado proyecto (por ejemplo, 50€/tCO₂). Si, al final del año, el precio medio anual del RCCDE fuera de 40 euros/tCO, el Gobierno proporcionaría al inversor la diferencia (es decir, +10 euros/tCO₂) por cada tonelada de CO₂ evitada.
  • Los CCfD podrían incentivar muchos procesos innovadores de producción con bajas emisiones de carbono para materiales como el acero o el cemento, que actualmente cuestan más que la actual competencia de "altas emisiones de carbono", al ofrecer garantías de que un precio fluctuante del ETS no haría inviables financieramente los proyectos de captura y almacenamiento de carbono.

Revisión de los actuales instrumentos de financiación

La captura y el almacenamiento de carbono se enfrentan a obstáculos similares a los de otras tecnologías de baja emisión de carbono y es necesario un estímulo para poner en marcha la inversión. Diversos mecanismos a nivel de la UE están ayudando a financiar proyectos de captura y almacenamiento de carbono y a superar las elevadas inversiones de capital iniciales necesarias para desarrollar la infraestructura. Como se analiza en este informe, varios países europeos han tomado medidas para apoyar la captura y el almacenamiento de carbono mediante la financiación de proyectos emblemáticos, mientras que otros se quedan atrás. La captura y el almacenamiento de carbono se enfrentan a obstáculos similares a los de otras tecnologías de baja emisión de carbono y se necesitan estímulos para impulsar la inversión. La UE ha creado varias iniciativas de ayuda, todas ellas examinadas a fondo en el informe:

  • El Fondo de Innovación proporcionará ayuda financiera, en forma de subvención, a proyectos de diversa envergadura y se espera que desempeñe un papel importante en la comercialización de proyectos de captura y almacenamiento de carbono.
  • El Mecanismo "Conectar Europa " (MCE) también proporciona un importante mecanismo para financiar nuevos proyectos de captura y almacenamiento de carbono, como parte de su objetivo de desarrollar redes europeas de alto rendimiento, sostenibles y eficientemente conectadas. El MCE ha apoyado seis proyectos de infraestructura de CO₂, entre los que destaca el proyecto Porthos, considerado el más avanzado de Europa continental en materia de captura de carbono.
  • Horizonte Europa, el principal programa de financiación de la UE para la investigación y la innovación, será clave para fomentar la innovación en el desarrollo de la captura de carbono y otras tecnologías climáticas.
  • La Taxonomía de Financiación Sostenible de la UE y la Política de Préstamos Energéticos del Banco Europeo de Inversiones pueden proporcionar un valioso apoyo para financiar proyectos de captura y almacenamiento de carbono.

Para una visión detallada del panorama actual de Europa, consulte el informe completo:

Conclusión

En los últimos años, los argumentos a favor de la implantación de la captura y el almacenamiento de carbono en Europa se han reforzado, ya que Europa pretende reducir sus emisiones y alcanzar la neutralidad climática en 2050. Dada la necesidad de descarbonizar rápidamente la industria europea y las dificultades para electrificar estos procesos, la captura y el almacenamiento de carbono desempeñarán un papel crucial para convertir al sector industrial europeo en un líder mundial en el suministro de productos de alta calidad y bajas emisiones de carbono. Aunque ya existen ciertos mecanismos a nivel de la UE para incentivar la captura y el almacenamiento de carbono, está claro que se necesitan precios del carbono más altos y estables para dar a los inversores la seguridad necesaria. Para que la política de captura de carbono sea fuerte y sólida, será fundamental aprovechar el impulso actual con nuevas iniciativas que reúnan a las partes interesadas en la captura de carbono.

Si bien es necesario actuar a nivel de los Estados miembros para apoyar la captura y el almacenamiento de carbono, ahora es la UE la que debe tomar la iniciativa y elaborar una estrategia clara para las tecnologías de gestión del carbono, como la captura y el almacenamiento de carbono, con objetivos claros para garantizar que las tecnologías de gestión del carbono se desarrollen en toda la Unión. Si no lo hace, sólo conseguirá retrasar la descarbonización de las industrias europeas que emiten grandes cantidades de carbono y pondrá en riesgo el estatus de Europa como líder climático.

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