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No más energía fósil sin captura de carbono

19 de julio de 2011

No nos queda más remedio que desarrollar una tecnología de carbón baja en carbono. En 2015, China tendrá más de 950 GW de energía de carbón, tres veces más que en Estados Unidos . A diferencia de las centrales de Estados Unidos , la gran mayoría de las centrales de carbón chinas son nuevas y probablemente seguirán funcionando durante medio siglo o más. India está justo detrás. Si estas nuevas centrales de carbón no capturan y almacenan sus emisiones de carbono, se acabó la esperanza de luchar contra el cambio climático.

Los científicos afirman ahora que tenemos que reducir prácticamente a cero nuestras emisiones de carbono en la producción de electricidad para mediados de siglo. Para tener alguna posibilidad, debemos comercializar rápidamente las tecnologías fósiles de baja emisión de carbono, incluida la captura y el almacenamiento de carbono (CAC). Pero el anuncio de American Electric Power de archivar su proyecto en Mountaineer es otro ejemplo de cómo nuestra política para impulsar esta tecnología ha sido ad hoc y lamentablemente inadecuada.

No es que las tecnologías que componen la CAC sean nuevas. La captura de carbono para instalaciones industriales existe desde hace décadas. Y la industria petrolera ha inyectado y almacenado más de mil millones de toneladas de CO2 desde mediados de los años 70 como parte de sus esfuerzos por recuperar más petróleo de los yacimientos agotados.

Pero no hemos conseguido adoptar la normativa y los incentivos necesarios para impulsar estas tecnologías juntas (captura y almacenamiento de carbono) para impulsar su implantación y reducir los costes. En parte, esto se debe a que la CAC ha sido rechazada por quienes creen que el cambio climático puede "resolverse" con las energías renovables y la eficiencia, y por los negacionistas a los que les cuesta incluso reconocer la existencia del cambio climático.

En el reciente anuncio de AEP sobre Mountaineer, su director general, Mike Morris, señaló que, sin una normativa sobre gases de efecto invernadero, es imposible recuperar el coste de la instalación de controles de carbono, a pesar de que el piloto de CAC a menor escala en Mountaineer validó la tecnología.

Necesitamos un enfoque responsable del clima que reconozca que la CAC es esencial para todos los combustibles fósiles (es decir, el carbón y el gas). La página web Estados Unidos puede desempeñar un papel clave en el despliegue y la reducción de costes de la CAC de las siguientes maneras: En primer lugar, la Administración Obama debería proponer en septiembre unas normas de rendimiento de nuevas fuentes sólidas que envíen la señal clara de que la CAC debe desplegarse en las centrales eléctricas fósiles futuras y existentes en un periodo de tiempo razonable. En segundo lugar, el Departamento de Energía debería reformar programas como la Iniciativa de Energía Limpia del Carbón para que los beneficiarios de los premios reciban suficiente financiación para hacer avanzar los proyectos. Por último, el Congreso debería adoptar incentivos significativos para la CAC: los senadores Lugar, Conrad, Bingaman y Rockefeller han elaborado sendos paquetes que animarán a la industria a dar los pasos necesarios.

Podemos hacerlo: todo lo que hace falta es una normativa adecuada, incentivos suficientes y la voluntad política de llevarlo a cabo. Porque si no lo hacemos, simple y llanamente, no evitaremos las peores consecuencias del cambio climático global.

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