Alemania avanza en la captura de carbono
"Es mejor poner el CO2 en el suelo que en la atmósfera", declaró el Ministro alemán del Clima, Robert Habeck, en una rueda de prensa celebrada en Noruega la semana pasada, en la que los Gobiernos alemán y noruego acordaron seguir cooperando para acelerar el despliegue de las tecnologías de captura, eliminación y almacenamiento de carbono. La Declaración Conjunta marca el comienzo de un año importante para la gestión del carbono en Europa y, en particular, en Alemania, que intensifica sus esfuerzos para alcanzar la neutralidad climática en 2045.
Las tecnologías de gestión del carbono, que incluyen la captura y el almacenamiento de carbono, así como tecnologías de emisiones negativas como la captura directa en el aire o la bioenergía con captura y almacenamiento de carbono, pueden desempeñar un papel clave en diversas aplicaciones de descarbonización. Como ha señalado Clean Air Task Force , los principales estudios han concluido que Alemania no podrá alcanzar sus objetivos de neutralidad climática para 2045 sin la gestión del carbono, lo que significa que el desarrollo y la aplicación de tecnologías de gestión del carbono deben ser una prioridad absoluta. El gobierno alemán está empezando a reconocer esa realidad y a tomar medidas para abordarla.
Una estrategia alemana de gestión del carbono
En 2022 se produjeron avances políticos significativos en la gestión del carbono en Alemania, lo que sembró las semillas para dar pasos importantes en 2023. En diciembre, el Ministerio Federal de Economía y Acción por el Clima (BMWK) publicó su Informe de Evaluación de la ley de almacenamiento de CO2 del país (KSpG), afirmando que "la tecnología para capturar, transportar y almacenar CO2 ya está madura y probada", pero que el marco legal en Alemania impedía su aplicación generalizada, ya que prohíbe la construcción de emplazamientos de almacenamiento de CO2 en Alemania. Alemania tampoco ha ratificado aún una enmienda al Protocolo de Londres que permitiría exportar CO2 para su almacenamiento en el extranjero.
La modificación de la KSpG para permitir el almacenamiento de CO2 en Alemania, ya sea en alta mar o en tierra, es una prioridad clave para 2023, que el BMWK pretende abordar. Para ello, el BMWK preparará una Estrategia de Gestión del Carbono, que proporcionará el marco político para el despliegue de las tecnologías de captura, eliminación y almacenamiento de carbono en Alemania. Como se indicó en CATF el año pasado, la Estrategia Alemana de Gestión del Carbono es un componente esencial para cumplir el objetivo alemán de alcanzar la neutralidad climática en 2045. Para garantizar que las tecnologías de captura, eliminación y almacenamiento de carbono puedan extenderse lo suficiente en el país, deben abordarse cinco puntos clave:
- Objetivos claros para la gestión del carbono
- Identificación de los sectores en los que debe darse prioridad a la gestión del carbono
- Inclusión y participación de la sociedad civil
- Prioridad a las infraestructuras de CO2 compartidas para garantizar beneficios climáticos compartidos
- Compromiso proactivo con la comunidad internacional sobre la gestión del carbono
Aunque la Estrategia de Gestión del Carbono aún no se ha publicado, el BMWK presentó un esbozo de los aspectos clave que cubrirá en el Informe de Evaluación de diciembre . El compromiso y la participación activos y continuados de la sociedad civil en el proceso de desarrollo de la estrategia serán imprescindibles para el éxito de su despliegue. En octubre del año pasado, el BMWK celebró el primero de varios talleres previstos con las partes interesadas en la captura, utilización y almacenamiento de carbono, al que asistió CATF . Dado que en 2023 se prevén nuevos compromisos, será prioritario garantizar que la Estrategia de Gestión del Carbono y el despliegue más amplio de la captura, la eliminación y el almacenamiento de carbono se centren en la consecución de los máximos beneficios climáticos.
Los planes de infraestructuras de CO2 siguen adelante
Tras los avances políticos registrados en 2022, en Alemania se han anunciado importantes proyectos de infraestructuras de CO2, lo que demuestra la ambición de los principales agentes industriales por descarbonizar sus industrias.
Mapa de posibles sumideros, fuentes y redes de CO2 en 2045
En abril se presentaron importantes proyectos de infraestructuras, como el CO2 Netz de Open Grid Europe, que crearía una red nacional de tuberías de CO2. Esto permitiría transportar el CO2 capturado por las industrias emisoras alemanas a otros países para su almacenamiento, posiblemente a través de terminales de exportación de CO2, como el proyecto previsto por CO2 Management AS en Bremerhaven o el proyecto Delta Rhyne Corridor, que transportaría CO2 a Rotterdam (Países Bajos), donde se almacenaría en alta mar. También se están preparando otros proyectos transfronterizos, como el de Equinor y Wintershall Dea para construir un gasoducto de CO2 entre Alemania y Noruega. Con una capacidad prevista de hasta 40 Mt/año, estos proyectos también sirven como indicadores de la ambición a largo plazo de establecer una industria de captura y almacenamiento de carbono en Alemania.
Otros grandes proyectos, como el C Zero Hub de Duisburgo y EU2NSEA, un importante proyecto transfronterizo de captura y almacenamiento de carbono en el que participan ocho Estados miembros de la UE, han solicitado recientemente a la Comisión Europea el estatus de Proyecto de Interés Común (PIC). Esto se debe a la inclusión de las infraestructuras de CO2 en el Reglamento sobre Infraestructuras Energéticas Transeuropeas (RTE-E), tras una campaña conjunta de CATF y Bellona.
Alemania necesita una estrategia de gestión del carbono sólida y a largo plazo para transformar su industria y hacer posible la neutralidad climática, y el Gobierno federal está empezando a tomar medidas en este sentido. Lograr importantes reducciones de las emisiones en las próximas décadas, preservando al mismo tiempo los miles de puestos de trabajo que proporciona el sector industrial alemán, será un reto clave para el país, pero con el apoyo continuo a la gestión del carbono por parte del gobierno, es un reto que Alemania puede superar.