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Quema de metano

La Estados Unidos da un gran paso adelante en la reducción de metano en el petróleo y el gas con la aprobación de la Ley de Reducción de la Inflación

22 de agosto de 2022 Área de trabajo: Metano

En lo más profundo de las más de 700 páginas de texto de la recientemente aprobada Ley de Reducción de la Inflación de 2022 (IRA) se encuentra una revolucionaria disposición para reducir drásticamente el despilfarro de gas natural mediante la fijación de precios por la contaminación de metano. Conocido como el Programa de Reducción de Emisiones de Metano (MERP), este programa establecerá un cargo sobre el gas natural que se desperdicia contaminado.   

La industria del petróleo y el gas natural es el principal emisor industrial de metano en la web Estados Unidos, representando casi un tercio de las emisiones en 2020. El metano es responsable de cerca de la mitad del calentamiento actual, pero debido a su naturaleza de corta duración, reducirlo es la forma más rápida de frenar el calentamiento global y evitar el paso de impactos irreversibles como el colapso de las capas de hielo. La rápida reducción del metano es esencial si queremos evitar los peores impactos del cambio climático, y el MERP da un importante paso adelante en ese sentido, de forma que complementa las próximas normas y directrices de la EPA (que se espera que estén terminadas la próxima primavera) que reducirán aún más este contaminante nocivo. 

¿Qué hace el MERP? En esencia, el MERP exige a la EPA que imponga una tasa a las fuentes de petróleo y gas que ya están obligadas a informar al Programa de Información sobre Gases de Efecto Invernadero (GHGRP) de la EPA, por cualquier emisión que esas fuentes informen por encima de un umbral establecido por el proyecto de ley. Este cargo comienza con las emisiones reportadas en 2024 a 900 dólares/tonelada, aumentando en 2025 a 1.200 dólares/tonelada antes de establecerse en 1.500 dólares/tonelada para las emisiones de 2026 y posteriores. Se trata de una noticia fantástica para la reducción oportuna del metano, ya que incentiva a los operadores a limpiar las emisiones en 2024, años antes de la fecha más temprana en que las normas de la EPA se aplicarían plenamente en los estados. Son años de emisiones de metano de los mayores emisores del país que podemos reducir de forma significativa. 

También exige a la EPA que revise el GHGRP en un plazo de dos años para garantizar que los requisitos de información, y por tanto la tasa, se basen en datos empíricos y representen con exactitud las emisiones de metano de las instalaciones aplicables. Los datos empíricos son importantes para tener en cuenta todas las emisiones del sector, incluidos los grandes episodios de emisiones que se observan con frecuencia, pero que no se contabilizan en los inventarios de emisiones ni en los informes actuales del GHGRP. Se trata de un importante paso adelante. 

Por último, el MERP complementa la normativa sobre metano de la EPA porque va más allá de las fuentes que estarán cubiertas por la norma de la EPA. Por ejemplo, el MERP se aplica a las emisiones de la producción en alta mar, que no creemos que estén cubiertas por las normas sobre emisiones de metano que la EPA emitirá el año que viene. 

El resultado final es que el MERP incentiva las reducciones de metano en una amplia gama de fuentes que, colectivamente, representan las mayores emisiones sectoriales de metano del país, logrando reducciones más profundas que las que lograría una norma de la EPA por sí sola. Sin embargo, son igualmente importantes los incentivos que el MERP establece para que los operadores adopten controles al menos dos años antes de lo que se les exigiría de otro modo, y el requisito de que las emisiones notificadas se basen pronto en datos empíricos. 

Todavía hay margen de mejora, y una necesidad urgente de ello. Por muy buenas que sean estas medidas, no lo hacen todo. La propuesta suplementaria prevista por la EPA debe reforzar el requisito de detección y reparación de fugas garantizando que todas las instalaciones realicen inspecciones periódicas. La Agencia también debe prohibir el despilfarro que supone la quema rutinaria de gas asociado.  

Pero hoy debemos celebrar el logro pionero para la reducción del metano que representa el MERP y esperar la propuesta complementaria de la EPA en breve.  

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