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El gasóleo y la salud en Estados Unidos: La amenaza persistente

21 de febrero de 2005
Portada de la publicación

Todo el mundo lo ha experimentado: ser golpeado en la cara por una nube de humo acre de diésel. Tal vez estabas parado en una esquina cuando pasó un autobús o un camión a toda velocidad. O tal vez estaba parado en una parada de autobús o atascado detrás de un camión que subía una colina. Pero respirar los gases de escape del diésel no sólo es desagradable. Es peligroso para la salud. De hecho, las investigaciones sanitarias indican que la parte de los gases de escape que no puedes ver puede ser la más peligrosa de todas. La buena noticia es que ya existe la tecnología para limpiar las emisiones de estos motores, de modo que se pueden evitar la mayoría de los efectos adversos para la salud.

Este informe resume las conclusiones del estudio de Abt Associates. A continuación, revisa el grado en que los vehículos diésel aumentan el nivel de contaminación por partículas finas en el aire que respiramos, y recomienda medidas de reducción que salvarán miles de vidas cada año.