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Los países de la UE deben utilizar las revisiones del NECP para abordar el "déficit de planificación" de los objetivos climáticos

13 de septiembre de 2023

BRUSELAS - Clean Air Task Force (CATF), una organización mundial sin ánimo de lucro, ha publicado un nuevo informe en el que insta a los Estados miembros de la Unión Europea a maximizar el potencial de planificación a corto y medio plazo de sus Planes Nacionales de Energía y Clima (NECP) en Europa. Este informe se publica después de que haya vencido el plazo putativo y sólo cuatro de los 27 Estados miembros hayan presentado revisiones. 

El informe "Cerrar la brecha de planificación: transformar los PNEC europeos para cumplir los objetivos climáticos" identifica oportunidades para que las actualizaciones de los NECP aborden los rápidos cambios en el panorama de la política climática europea, así como la nueva realidad geopolítica a la que se enfrenta el continente. 

"Los Estados miembros europeos ambicionan un futuro con emisiones netas cero, pero aún no han establecido una hoja de ruta práctica para salvar las distancias tecnológicas, políticas y de aplicación entre la Europa actual y la Europa de 2050", ha declarado Alejandra Muñoz Castañer, Directora de Asuntos Gubernamentales para Europa en CATF. "Los planes nacionales de acción climática de los Estados miembros deben combinar esta visión a largo plazo con una planificación a corto plazo para acelerar la acción climática en Europa. Adoptando un enfoque de planificación global y coordinado, los responsables políticos pueden abordar eficazmente los riesgos asociados a la transición energética y lograr un futuro sostenible." 

Se ha establecido una plétora de objetivos a escala comunitaria tanto para 2030 como para 2050 a través del Pacto Verde de la UE y de Fit For 55, pero se está haciendo muy poco para garantizar que las medidas adoptadas para alcanzar los objetivos a corto plazo sienten las bases para lograr los objetivos futuros. Y a pesar de esta serie de nuevas políticas y ambiciosos objetivos, la Unión Europea sigue sin estar en vías de alcanzar sus objetivos climáticos, según detalló en junio el Observatorio Europeo de Neutralidad Climática. CATFEl nuevo informe del Observatorio Europeo de la Neutralidad Climática concluye que, sin una planificación coordinada, exhaustiva y centrada en la opcionalidad tecnológica, acompañada de mecanismos mejorados de rendición de cuentas y seguimiento, los planes para 2030 no se ajustarán a los objetivos de la UE para 2050. 

Para abordar esta "laguna de planificación", los Estados miembros deberían utilizar las revisiones del NECP para permitir una mejor alineación entre los objetivos de 2030 y 2050. Esto facilitará una estrategia coordinada y basada en opciones para Europa, mitigando los riesgos que actualmente se omiten en la política climática europea.  

Según Nicole Pavia, Directora del Programa de Despliegue de Infraestructuras de Energías Limp ias de CATF, "los planes eficaces en materia de clima y energía deben incluir oportunidades de aprendizaje, evaluación y ajuste". "El mercado de las tecnologías limpias evolucionará tanto desde el punto de vista de la inversión como de la mano de obra a medida que aumente su despliegue. Los responsables políticos no pueden subestimar el impacto de esta evolución en su planificación". 

CATFpresenta una serie de recomendaciones para los responsables políticos a la hora de actualizar sus PNEC: 

  1. Superar el desfase en la planificación: Los PNEC revisados deben reconfigurarse para abordar el desfase entre los objetivos a corto plazo para 2030 y el objetivo jurídicamente vinculante de neutralidad climática de la UE para 2050. Esta visión debe proporcionar una hoja de ruta sólida que describa los pasos necesarios, la financiación disponible y las inversiones requeridas para alcanzar este ambicioso objetivo.  
  1. Acción coordinada: Europa debe reconocer que un enfoque único no es suficiente. Aunque los Estados miembros deben incorporar a los planes nacionales de reducción de emisiones tecnologías y políticas basadas en opciones que reduzcan rápidamente las emisiones y respalden los objetivos sociales y económicos en sus contextos nacionales, los planes nacionales de reducción de emisiones revisados también deben fomentar la acción coordinada entre los Estados miembros y las oportunidades de planificación transfronteriza, garantizando que los objetivos individuales para 2030 contribuyan a los objetivos de la UE para 2050. De este modo se potenciarán las sinergias y la eficiencia en la transición energética. 
  1. Mitigación de riesgos: Se necesitan múltiples opciones tecnológicas para mitigar el riesgo de vías únicas y aumentar la resiliencia de la región para hacer frente a acontecimientos y eventos inesperados, al tiempo que se cumplen los objetivos energéticos y climáticos. Los Estados miembros abiertos a las tecnologías emergentes, como la geotermia de roca supercaliente y la energía nuclear avanzada, deberían considerarlas en sus PNEC para acelerar la descarbonización y mejorar la seguridad energética. 
  1. Facilitar la aplicación: Gracias a la mejora de los métodos de seguimiento de los avances y a la mayor regularidad de las comprobaciones y evaluaciones supervisadas por la Comisión Europea, los Estados miembros podrán calibrar la eficacia de sus acciones e identificar los ámbitos susceptibles de mejora en el proceso global del NECP, lo que les dará la oportunidad de ajustar los planes, compartir el aprendizaje y adaptar las realidades del despliegue a las nuevas circunstancias geopolíticas y de mercado que vayan surgiendo. 

Europa se encuentra actualmente en una situación en la que sus planes detallados para 2030 no se ajustan a las realidades geopolíticas y geoeconómicas, por no hablar de la reducción de emisiones en el mundo real. Y lo que es peor, apenas se ha esbozado el camino desde esos objetivos para 2030 hasta la neutralidad climática de toda la UE en 2050. Utilizados en todo su potencial, los PNEC podrían solucionar este problema, como planes provisionales que garanticen que los Estados miembros alcanzan los objetivos de 2030 al tiempo que se preparan para la plena descarbonización en 2050.  

CATF hace un llamamiento a los responsables políticos, a las partes interesadas y a los Estados miembros para que tengan en cuenta las recomendaciones recogidas en el informe y lleven a cabo las reformas necesarias para transformar los PNEC en herramientas eficaces de planificación, coordinación y aplicación que guíen de manera eficiente la acción por el clima en todo el continente. Salvando las distancias en materia de planificación y adoptando un enfoque holístico, Europa puede acelerar su transición hacia un futuro bajo en carbono, energéticamente seguro y sostenible. 


Contacto de prensa  

Rowan Emslie, Director de Comunicaciones, UE,[email protected],+32 476-97-36-42  

Acerca de Clean Air Task Force  

Clean Air Task Force (CATF) es una organización mundial sin ánimo de lucro que trabaja para protegerse de los peores impactos del cambio climático catalizando el rápido desarrollo y despliegue de energías bajas en carbono y otras tecnologías de protección del clima. Con 25 años de experiencia reconocida internacionalmente en política climática y un compromiso feroz para explorar todas las soluciones potenciales, CATF es un grupo de defensa pragmático y no ideológico con las ideas audaces necesarias para abordar el cambio climático. CATF tiene oficinas en Boston, Washington D.C. y Bruselas, con personal que trabaja virtualmente en todo el mundo.

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