Freno a los supercontaminantes climáticos
En pocas palabras: no será fácil, pero donde hay voluntad hay un camino. La Tierra ya se ha calentado más de 1 grado C, y los científicos coinciden en que limitar el calentamiento a no más de 1,5 grados es esencial para evitar un cambio climático catastrófico. ¿Y si el calentamiento alcanza los 2 grados C (3,6 grados F)? Eso supondría cientos de millones de personas más expuestas a olas de calor extremas, la pérdida de casi todos los arrecifes de coral, un menor rendimiento de las cosechas y muchos otros impactos devastadores documentados en el nuevo informe del IPCC.
Incluso si se toman medidas enérgicas para reducir las emisiones de dióxido de carbono, el IPCC prevé que la Tierra se precipitará más allá de los objetivos de temperatura del Acuerdo de París, a menos que podamos reducir rápidamente el ritmo de calentamiento. Entonces, ¿cómo lo hacemos? ¿Cómo ganamos tiempo para lograr la profunda descarbonización necesaria para estabilizar el clima?
Una gran parte de la respuesta es reducir agresivamente las emisiones de supercontaminantes como el metano y el carbono negro. Los supercontaminantes son responsables de la mitad del calentamiento global que experimenta la Tierra actualmente. Pisar el freno de los supercontaminantes representa la oportunidad más importante que tenemos para frenar rápidamente el ritmo del cambio climático. ¿Y si no abordamos estas emisiones? El tren del cambio climático seguirá su curso, pasando por puntos de inflexión peligrosos y potencialmente irreversibles. Simplemente, no hay tiempo suficiente para corregir el rumbo sólo con reducciones de dióxido de carbono.
Afortunadamente, sabemos cómo pisar el freno de los supercontaminantes, y algunos gobiernos ya lo están haciendo. Por ejemplo, la contaminación por metano. La industria mundial del petróleo y el gas libera en el aire millones de toneladas de metano y la contaminación tóxica asociada, al tiempo que desperdicia decenas de miles de millones de dólares de gas natural cada año. El impacto climático de esta contaminación es comparable al de 1.600 centrales eléctricas de carbón y, además, provoca graves problemas de salud.
Clean Air Task Force está trabajando para reducir drásticamente las emisiones de metano de la industria mundial del petróleo y el gas. Esto es posible exigiendo a las empresas que encuentren y reparen sus fugas de metano y que elijan equipos que no expulsen el gas directamente al aire. El impulso está creciendo. En 2014 lanzamos esfuerzos para asegurar normas federales sólidas Estados Unidos y ahora trabajamos con una poderosa coalición para defender estas normas en los tribunales y avanzar en el progreso a nivel estatal. Nuestro equipo también ha aplicado las lecciones aprendidas en Estados Unidos para ayudar a Canadá y México a cumplir sus compromisos de reducción de metano. La normativa final de Canadá, la normativa final de México, que pronto lo será, y los avances a nivel estatal en California y Colorado demuestran un impulso significativo y la comprensión de las opciones políticas para la limpieza del metano.
Ahora, nos estamos preparando para repetir estas victorias e impulsar una acción rápida y global sobre el metano como parte de nuestra campaña más amplia para abordar las fuentes clave de supercontaminantes climáticos en todo el mundo. Con nuestros esfuerzos para reducir la contaminación por metano, nos comprometemos a dar un respiro al planeta, en más de un sentido, para evitar que todos alcancemos los niveles de calentamiento catastróficos sobre los que el IPCC está dando esta semana una alarma muy clara y contundente.
