Polonia preside el Consejo de la UE: Una oportunidad para liderar en energía y clima
La Presidencia polaca del Consejo en 2025 ofrece una oportunidad crucial para configurar la agenda energética y climática de la UE en un momento crucial. Como economía altamente intensiva en carbono, Polonia se enfrenta a importantes retos de descarbonización, pero se encuentra en una posición única para influir en las políticas que equilibran la seguridad energética, la innovación tecnológica y una transición justa, al tiempo que mejoran la competitividad económica.
Descarbonización industrial: Un enfoque central
La Presidencia polaca coincide con la puesta en marcha del Clean Industrial Deal (CID), piedra angular de los esfuerzos de descarbonización industrial de la UE. Como líder industrial de Europa Central y Oriental, Polonia está bien situada para poner de relieve los principales retos y proponer soluciones que tengan eco en todo el bloque.
- Captura y almacenamiento de carbono (CAC): La CAC será fundamental para que sectores como el siderúrgico, el cementero y el químico puedan descarbonizarse sin perder competitividad. Sin embargo, la desigual distribución de la capacidad de almacenamiento y de las infraestructuras de transporte en Europa plantea un reto importante. El este y el sur de Europa, por ejemplo, se enfrentan a unos costes de CAC hasta seis veces superiores a los del norte de Europa debido a las mayores distancias de almacenamiento. Polonia puede fomentar el debate sobre políticas de la UE que aborden estas disparidades apoyando el desarrollo de infraestructuras en las regiones menos favorecidas.
- Hidrógeno limpio: Como tercer productor europeo de hidrógeno, Polonia puede impulsar el debate sobre la necesidad de una evaluación realista de la demanda de hidrógeno limpio, y de la cantidad de hidrógeno que la UE puede razonablemente esperar tener disponible, incluyendo la capacidad de producción nacional y los requisitos de importación. A tal fin, los próximos pasos cruciales deberían ser una mejor comprensión e integración de las múltiples vías de producción y el desarrollo de una estricta priorización de los sectores de uso final, para garantizar que el hidrógeno limitado se destina a los sectores que más lo necesitan.
Polonia podría seguir apoyando las mejores prácticas en el despliegue de la CAC y el hidrógeno facilitando el intercambio de conocimientos entre los Estados miembros. Acoger debates en el Consejo sobre estrategias innovadoras, inspiradas en países como los Países Bajos y Dinamarca, podría acelerar la descarbonización industrial en toda Europa Central y Oriental.
Integrar la cohesión social en la transición
La industria pesada polaca representa el 20% de su mano de obra, por lo que las dimensiones sociales de la descarbonización son especialmente apremiantes. El Informe Draghi ha subrayado la importancia de mitigar el impacto socioeconómico del abandono de las industrias con altas emisiones de carbono.
- Recualificación profesional y empleos verdes: Polonia puede liderar los esfuerzos de la UE para ofrecer oportunidades de reciclaje profesional e incentivos para la creación de empleos verdes, garantizando que ninguna comunidad se quede atrás. Esto es especialmente importante en las regiones dependientes del carbón, que afrontan importantes retos en materia de empleo.
- Ayudas estatales equitativas: Mientras la UE revisa sus normas sobre ayudas estatales, Polonia puede subrayar la necesidad de medidas equilibradas que permitan una descarbonización equitativa en todos los Estados miembros, teniendo en cuenta las distintas capacidades fiscales.
Los debates presupuestarios también serán cruciales, ya que lograr una transición limpia requiere inversiones anuales de entre 750.000 y 800.000 millones de euros. El liderazgo de Polonia podría orientar las negociaciones hacia un presupuesto reforzado de la UE que apoye tanto la descarbonización como la cohesión en todo el bloque.
Seguridad energética y tecnologías limpias
El contexto geopolítico subraya la urgencia de reducir las dependencias energéticas al tiempo que se avanza en la descarbonización. El antiguo llamamiento de Polonia a reducir la dependencia de los combustibles fósiles rusos coincide con los planes de la UE de eliminar progresivamente estas importaciones.
- Soluciones energéticas diversas: La estrategia polaca para diversificar su combinación energética ofrece un modelo para equilibrar la seguridad energética con los objetivos climáticos. Mientras que la UE ha favorecido históricamente un conjunto limitado de tecnologías limpias, el planteamiento de Polonia abarca las fuentes de energía renovables, la CAC, el hidrógeno limpio y la energía nuclear, incluidos los pequeños reactores modulares (SMR). Este marco, que incluye todas las tecnologías, reconoce la diversidad energética de los Estados miembros y ofrece soluciones flexibles adaptadas a las necesidades locales y a la dotación de recursos.
- Fuentes de energía innovadoras: La inversión de Polonia en tecnologías emergentes, como la energía geotérmica y los SMR, podría posicionarla como líder en energías limpias innovadoras. Los recientes proyectos geotérmicos en Polonia, incluidos los planes de perforación profunda en la región de Podhale, demuestran el potencial de este recurso para la calefacción urbana y más allá.
Del mismo modo, el compromiso de Polonia con el avance de los SMR podría satisfacer las necesidades de energía de base, reduciendo al mismo tiempo la dependencia de los combustibles fósiles. El creciente interés de la UE por los SMR, subrayado por la creación de la Alianza Industrial SMR, brinda a Polonia la oportunidad de liderar los debates sobre la integración de estos reactores en la estrategia energética del bloque.
Un camino justo e integrador
La Presidencia polaca de 2025 representa una oportunidad única para impulsar políticas energéticas y climáticas de la UE que equilibren la diversidad regional, la cohesión social y la innovación tecnológica. Aprovechando su experiencia y liderazgo industrial, Polonia puede ayudar a alinear las prioridades de la UE con las necesidades de Europa Central y Oriental, avanzando al mismo tiempo en los objetivos climáticos y económicos colectivos.