El beneficio y la urgencia del transporte marítimo planificado: Reducir los costes y los obstáculos para alcanzar los objetivos de energía limpia Estados Unidos
Urge planificar la red de transporte necesaria para alcanzar los objetivos cada vez más ambiciosos de Estados Unidos en materia de energía eólica marina y energías limpias. La planificación proactiva y holística de las necesidades de transmisión a largo plazo ofrece ventajas significativas, pero a menos que estos esfuerzos de planificación se inicien ahora, no se identificarán soluciones de transmisión a corto plazo más atractivas y las vías de desarrollo de la red a largo plazo más eficaces pueden quedar excluidas.
Aunque los objetivos estatales y federales más ambiciosos en materia de energía limpia no tendrán que alcanzarse hasta 2040 o 2050, prevemos que comenzar ahora una planificación proactiva de estas necesidades de generación eólica marina a largo plazo probablemente ahorrará a los consumidores de Estados Unidos al menos 20.000 millones de dólares y reducirá los impactos medioambientales y comunitarios en un 50%. Esto también contribuirá a la consecución oportuna de los objetivos políticos, aumentará la fiabilidad, reducirá los riesgos de desarrollo e inversión, aumentará la independencia energética y mejorará la resistencia al cambio climático.
Para lograr estos beneficios, los responsables políticos estatales y federales, los reguladores del sector, los operadores del sistema y los participantes en el mercado deben abordar con rapidez varios retos bien documentados. Como se muestra en este análisis, incluso los retrasos más pequeños en el desarrollo y la aplicación de planes viables para las inversiones de transmisión a corto y largo plazo reducen sustancialmente los beneficios de tales esfuerzos de planificación.
El informe ha sido elaborado por The Brattle Group con contribuciones de DNV y las aportaciones de un grupo consultivo de expertos en política e industria. La American Clean Power Association (ACP), el American Council on Renewable Energy (ACORE), Clean Air Task Force (CATF), GridLab y el Natural Resources Defense Council (NRDC) encargaron el análisis.