Es hora de que el Congreso tome la iniciativa en materia de clima: Tres puntos clave del informe del Comité Selecto sobre la crisis climática
El cambio climático ha sido una amenaza inminente durante décadas. Los continuos retrasos en la adopción de medidas que reduzcan las emisiones aquí en Estados Unidos, el mayor emisor histórico del mundo, hacen que hoy sea necesaria una acción aún más agresiva y más completa.
Ayer, el Comité Selecto de la Cámara de Representantes sobre la Crisis Climática presentó una hoja de ruta para que el Congreso haga frente a la amenaza del cambio climático. El informe reconoce la importancia de las acciones federales para reducir supercontaminantes como el metano, examina cómo conjuntos de políticas complementarias pueden hacernos avanzar en la dirección correcta en áreas como el transporte, e identifica soluciones para proporcionar una generación de energía firme y sin emisiones. Pero lo más importante de todo es que este informe establece un objetivo ambicioso: el Congreso debe tomar medidas de inmediato para que Estados Unidos se encamine a lograr emisiones netas cero en toda la economía a mediados de siglo. Hay tres formas clave de que el Congreso avance. En primer lugar, una
Una de las formas más importantes de encaminarnos hacia una economía de emisiones netas cero para mediados de siglo es con un enfoque que incluya la tecnología. La financiación de la investigación, la demostración y el despliegue de nuevas tecnologías que podrían aportar soluciones necesarias en sectores de difícil acceso, como la captura y el almacenamiento de carbono para la descarbonización de las instalaciones industriales, será necesaria para hacer frente a la magnitud del desafío climático. Si se adoptan muchas de las medidas expuestas en el informe del Comité Selecto, el Congreso no sólo puede emprender el camino correcto hacia una economía con cero emisiones de carbono netas, sino que podemos encaminarnos hacia una recuperación que sitúe a Estados Unidos como líder mundial en tecnologías limpias emergentes.
La limpieza de la electricidad sigue siendo un precursor importante para descarbonizar el resto de nuestra economía. Tal y como expone el informe del Comité Selecto, la mayoría de los sectores de uso final dependerán de la electricidad limpia: vehículos y transporte, edificios e incluso partes de la industria. Para apoyar esta transición y proporcionar seguridad económica, el Congreso debería explorar el uso de una norma de electricidad limpia. Ya hay varias leyes y áreas de debate en el Congreso en este momento -incluida la Ley de Futuro Limpio- que sirven de modelo. Una norma de electricidad limpia no es un gran esfuerzo: más de la mitad de los estadounidenses viven en una jurisdicción que ya tiene un mandato de electricidad limpia o cuya empresa eléctrica se ha comprometido a una profunda descarbonización para mediados de siglo. Llevar esta política al primer plano del debate federal simplemente reforzaría lo que ya está ocurriendo en todo Estados Unidos.
En segundo lugar, este informe se basa en esta recomendación al reconocer que algunos sectores importantes de la economía no podrán ser electrificados. Más allá de la electrificación, el informe prioriza el desarrollo de combustibles de carbono cero para el transporte y las aplicaciones industriales y la captura de carbono para la descarbonización industrial.
Por último, el informe llama la atención sobre la justicia medioambiental y climática. El Comité reconoce en el prefacio del informe que las marchas en nuestras calles han exigido medidas contra la brutalidad policial, y que décadas de racismo sistémico sin control exigen que quienes formamos parte del movimiento ecologista estemos junto a las comunidades negras y marrones de primera línea. Los informes de Clean Air Task Forceno sólo han constatado que las comunidades de color se ven afectadas de forma desproporcionada por las centrales eléctricas, los gases de escape de los motores diésel y la contaminación atmosférica tóxica derivada de la explotación no convencional del petróleo y el gas, sino que esperamos que las continuas investigaciones en materia de salud refuercen el vínculo entre la elevada tasa de mortalidad entre las comunidades negras debida al COVID-19 y el legado de contaminación por partículas. Las vidas de los negros importan, y nadie debería respirar un aire más sucio por el color de su piel. Mientras el Congreso estudia la posibilidad de legislar sobre el clima tras la publicación del informe del Comité Selecto, todos debemos apoyar a quienes han luchado por la justicia medioambiental y climática, y poner de nuestra parte para avanzar en esos objetivos.
Aunque reconoce los retos inmediatos que plantea el COVID-19 y la necesidad de centrarse en la justicia racial, el informe de ayer reconoce acertadamente que "no podemos esperar" para abordar el cambio climático. La crisis climática es una amenaza presente y futura que ha revelado las consecuencias de una negligencia histórica más amplia. Es hora de que el Congreso lidere y tome las medidas necesarias para impulsar la recuperación económica mediante la construcción de infraestructuras de energía limpia, junto con la adopción de salvaguardias para prevenir los peores efectos del cambio climático y apoyar a las comunidades de primera línea. El informe del Comité Selecto señala el camino.