La última frontera climática: Aprovechar el Consejo Ártico para avanzar en la lucha contra el carbono negro y el metano

El calentamiento en el Ártico se está produciendo el doble de rápido que en latitudes más bajas. El hielo marino está retrocediendo y vastas áreas congeladas se están derritiendo, lo que conlleva una serie de efectos adversos para los ecosistemas y las comunidades. El aumento del nivel del mar, el derretimiento del permafrost y la disminución de la capa de nieve crean retroalimentaciones que pueden acelerar estos impactos adversos. Las implicaciones del deshielo del Ártico no se limitan a la región, sino que afectan a comunidades de todo el mundo. El Ártico es ahora la "zona cero" en la lucha contra el cambio climático, y si no se protege adecuadamente, podrían fracasar otros esfuerzos de mitigación del clima.