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Desfase en Europa entre el desarrollo del almacenamiento de carbono y la demanda de captura

11 de enero de 2022 Categoría: Infraestructura, Tecnología Área de trabajo: Captura de carbono

En respuesta al aumento de los precios del carbono y a los objetivos vinculantes de cero emisiones, cada vez más industrias contaminantes de Europa han anunciado su intención de capturar sus emisiones de CO2 para su almacenamiento geológico permanente. El mapa de proyectos de CATF indica unas 50 iniciativas de este tipo en diversos sectores y geografías, que suponen más de 80 Mt capturadas al año para 2030. Pero, ¿habrá suficiente espacio de almacenamiento para albergar todo este CO2?

Europa cuenta con abundante geología adecuada para el almacenamiento de CO2, con una capacidad teórica estimada en más de 500 Gt, más de 100 años de emisiones actuales. Sin embargo, el desarrollo de nuevos lugares de almacenamiento de CO2 puede llevar varios años, ya que requiere una amplia caracterización geológica, inyecciones de prueba y procesos de autorización. Muchos de los proyectos de captura de CO2 anunciados hoy dependen de la disponibilidad de un puñado de emplazamientos de almacenamiento actualmente en desarrollo en el Mar del Norte.

El análisis realizado por Carbon Limits para CATF estima que en 2030 la capacidad de almacenamiento disponible será de aproximadamente la mitad del volumen de CO2 capturado, según los proyectos actualmente anunciados. Para 2032, esta diferencia se reduce ligeramente hasta el 40% de la demanda total, a medida que se ponen en marcha más instalaciones de almacenamiento.

La captura y el almacenamiento de carbono es una tecnología esencial para alcanzar los objetivos de cero emisiones en 2050, pero la capacidad de almacenamiento de CO2 debe estar disponible para satisfacer la demanda, que probablemente seguirá creciendo. Para ello será necesario que los gobiernos y la industria realicen una planificación coordinada a largo plazo, inviertan en la caracterización geológica y agilicen los procesos necesarios para desarrollar nuevos emplazamientos de almacenamiento. Estas medidas son aún más urgentes para aquellas partes de Europa que no tienen acceso al Mar del Norte.