Establecimiento del marco para facilitar la concesión de licencias a nuevos proyectos nucleares en los países de embarque
La energía nuclear se reconoce cada vez más como una vía clave para alcanzar objetivos de descarbonización profunda. Es una fuente de electricidad de carga base libre de carbono, y países como Francia y Suecia han recurrido históricamente a la energía nuclear para descarbonizar sus redes.
Sin embargo, la descarbonización profunda requiere algo más que simplemente satisfacer la creciente demanda de los usos actuales de la electricidad: también requiere proporcionar energía libre de carbono a sectores económicos actualmente no electrificados. La energía nuclear es ideal para aplicaciones en los sectores no electrificados porque puede proporcionar una fuente de calor libre de carbono para la producción de hidrógeno, la desalinización del agua de mar, la calefacción urbana y muchos procesos industriales. Además, como los reactores tienen tamaños muy variados, desde microrreactores de 1 megavatio hasta grandes centrales eléctricas de gigavatios, las tecnologías nucleares se adaptan muy bien a las distintas consideraciones financieras, geográficas, geofísicas y de red de los diversos mercados.
Por estas razones, más de 30 países recién llegados de todo el mundo, entre ellos muchas economías emergentes, han manifestado su interés por desarrollar programas comerciales de energía nuclear. El Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) ha bautizado a estos países como "países embarcados". El libro blanco que se presenta a continuación propone soluciones para la concesión de licencias que establecerían un mecanismo mundial para facilitar el desarrollo a gran escala de la energía nuclear con el fin de alcanzar objetivos de descarbonización profunda y desarrollo sostenible.