Las ambiciones de descarbonización de los EAU podrían ser una gran noticia para la acción climática mundial

Los Emiratos Árabes Unidos han demostrado su ambición climática al anunciar una iniciativa nacional para lograr emisiones netas cero en 2050. Es el primer país del Golfo que reconoce la necesidad de reducir drásticamente las emisiones y de adoptar medidas climáticas. También es un paso importante para el esfuerzo mundial de lucha contra el cambio climático, ya que podría desbloquear el potencial de exportación de energía descarbonizada de la región del Golfo. En CATF acogemos con satisfacción las ambiciones de descarbonización de los EAU y les animamos a que inviertan en innovación tecnológica libre de carbono, como la captura de carbono y los combustibles bajos en carbono, como el hidrógeno, junto con la eficiencia energética, para alcanzar sus objetivos y contribuir a la acción climática en toda la región y en todo el mundo.

El Primer Ministro de los EAU, el Jeque Mohammed bin Rashid Al Maktoum, declaró que el país espera invertir 163.000 millones de dólares en energías renovables como parte de sus planes. Se trata de inversiones fundamentales para la transición energética limpia en los EAU y más allá. Lograr una rápida descarbonización en la región del Golfo, y en todo el mundo, requerirá aún más. En concreto, una ampliación significativa y espectacular de un conjunto diverso de soluciones tecnológicas. 

Para descarbonizar sustancialmente muchos procesos intensivos en emisiones, las tecnologías energéticas descarbonizadas, como el hidrógeno y la captura y el almacenamiento de carbono, tienen un papel clave que desempeñar y presentan una oportunidad única para que los EAU forjen importantes asociaciones con otras economías deseosas de importar energía libre de carbono para cumplir sus objetivos climáticos. El papel del hidrógeno bajo en carbono es crucial para la descarbonización de las exportaciones intensivas en carbono de las regiones del Golfo, apoyando la transición energética al avanzar hacia la exportación de productos sin carbono, ya que pretenden alcanzar la neutralidad climática para 2050.

La AIE estima, en su escenario de emisiones netas cero, que el uso mundial de hidrógeno se multiplicará por seis respecto a los niveles actuales para 2050, lo que requiere una gran inversión para construir un mercado de hidrógeno para 2030 y alcanzar los objetivos de emisiones netas cero. Los analistas estiman que podríamos necesitar entre 500 y 1.000 millones de toneladas anuales o más de hidrógeno para mediados de siglo, a nivel mundial, lo que representa una cuarta parte de la demanda final de energía mundial en algunos escenarios de descarbonización. 

En todo el mundo, el hidrógeno está llamado a desempeñar un papel importante como facilitador de la descarbonización, y los EAU, y la región, cuentan con los conocimientos técnicos y la capacidad para ampliar el suministro de hidrógeno en los próximos años utilizando vías de producción tanto renovables como de baja emisión de carbono. Según el informe Net Zero by 2050 de la AIE, el 46% de la producción de hidrógeno será de origen fósil con captura de carbono en 2030 y el 38% en 2050. El resto del hidrógeno se producirá mediante electrólisis. Esto significa que la captura y el almacenamiento de carbono serán necesarios para ampliar la producción de hidrógeno con bajas emisiones de carbono y para conseguir volúmenes de hidrógeno para las exportaciones de los Emiratos Árabes Unidos, a medida que más países se comprometen a ser neutros desde el punto de vista climático para 2050. Sin embargo, hay que superar obstáculos considerables, sobre todo para crear mercados para las exportaciones de hidrógeno, así como la financiación de la captura y el almacenamiento de carbono en la región, que serán esenciales para que los EAU cumplan su objetivo de neutralidad climática para 2050.

Mientras esperamos más detalles de los EAU, CATF sugiere que los siguientes esfuerzos ayudarían al país a alcanzar las emisiones netas cero:

• Apoyar la expansión masiva de las energías renovables, como la eólica y la solar.
• Establecer proyectos de fabricación de hidrógeno basados en la electrólisis utilizando electricidad renovable, y ampliar la producción a medida que avanzan las tecnologías y los mercados. 
• Recurrir a soluciones probadas para suministrar y escalar combustibles descarbonizados de bajo coste a los mercados internacionales, provocando la demanda de hidrógeno.
• Ampliar tanto el hidrógeno azul como el verde y centrarse en garantizar el suministro para apoyar los esfuerzos de descarbonización mediante mecanismos de subvención.
• Trabajar con los socios internacionales para acordar políticas y marcos coherentes en torno a la certificación e importación/exportación de combustibles limpios y normas de eficiencia energética para equipos y productos limpios de exportación.
• Impulsar la adopción a gran escala de la tecnología de captura de carbono y centrarse en la financiación de la construcción de infraestructuras que puedan facilitar la captura y el secuestro de_CO2 para las emisiones de la región del Golfo y de otros socios exportadores para compensar las emisiones, así como descarbonizar sustancialmente los procesos industriales pesados.
• Desarrollar una evaluación exhaustiva de la capacidad de almacenamiento de_CO2 en los EAU, y explorar la cooperación regional para identificar las opciones de almacenamiento y desarrollar la infraestructura para gestionar las necesidades de captura y almacenamiento de carbono.
• Únase al Compromiso Mundial contra el Metano y desarrolle y aplique políticas para reducir drásticamente las emisiones de metano del sector del petróleo y el gas.

Con la adopción de un impulso de emisiones netas cero, los EAU podrían agudizar significativamente su enfoque en la utilización tanto de sus recursos como de su capacidad técnica para ampliar las tecnologías de energía limpia necesarias y mejorar la eficiencia energética. Y eso tiene la posibilidad de crear consecuencias de gran alcance, tanto en la región como en el mercado mundial de los combustibles.

Con los incentivos gubernamentales adecuados y las asociaciones internacionales, el Golfo puede contribuir significativamente a la transición energética mundial y ayudar a demostrar las medidas y tecnologías necesarias a escala. Estos primeros pasos de los EAU empiezan a mostrarnos cómo podría hacerse realidad.