Perfil: El plan de ARC para llevar la captura y el almacenamiento de carbono a sus instalaciones de Copenhague
Aunque quizá sea más conocida por el innovador uso de su tejado como pista de esquí en el centro de Copenhague, ARC es una de las plantas de conversión de residuos en energía más limpias y eficientes del mundo. Y su objetivo es aún mayor, ya que planea capturar y almacenar 500.000 toneladas de CO2 al año para 2025.
DIRECTOR GENERAL DE ARC Jacob Hartvig Simonsen se unió a nosotros para opinar sobre la importancia de reconocer las modalidades de almacenamiento y transporte de CO2 distintas de los gasoductos en el Reglamento revisado de las RTE-E.
¿Por qué está la ARC tan interesada en la captura y el almacenamiento de carbono?
En primer lugar, la cantidad de dióxido de carbono en la atmósfera es demasiado elevada. Este es el núcleo de la crisis climática, y debemos encontrar formas de reducirla. Al capturar el CO2 y almacenarlo en el subsuelo, reducimos efectivamente las emisiones, y cuando se trata de CO2 biogénico, ¡realmente eliminamos el CO2 de la atmósfera! Por supuesto, la captura y el almacenamiento de carbono no pueden constituir por sí solos una medida climática para afrontar o mitigar la crisis climática: se necesita un enfoque multifacético. Pero, como creemos en ARC, no podremos cumplir los objetivos del Acuerdo de París sin la captura y el almacenamiento de CO2.
ARC es una de las plantas de conversión de residuos en energía más limpias y eficientes del mundo, en funcionamiento desde 2017, y ahora queremos llevarla al siguiente nivel introduciendo la captura y el almacenamiento de carbono. Aunque la cadena de valor completa de nuestro proyecto consta de 3 partes: captura, transporte y almacenamiento; uno de los principales riesgos para nuestro proyecto es el almacenamiento de nuestro CO2 capturado.
¿Qué papel puede desempeñar la revisión del Reglamento RTE-E?
Puede ayudar a resolver lo que en ARC llamamos la "paradoja de la captura y el almacenamiento de carbono". Por un lado, los grandes emisores pueden empezar a capturar CO2, pero no pueden estar seguros de que el CO2 capturado pueda almacenarse a un precio competitivo. Por otro lado, las grandes empresas necesitan invertir enormes cantidades para desarrollar lugares de almacenamiento, pero no pueden estar seguras de que habrá suficientes clientes. En este sentido, el mercado actual de almacenamiento de CO2 no está maduro, y los altos precios asociados al almacenamiento podrían obstaculizar el despliegue de la captura de CO2 a gran escala. A la hora de revisar las RTE-E, es fundamental incluir tanto el transporte como el almacenamiento de dióxido de carbono. Y, de hecho, el Pacto Verde Europeo establece que el reglamento de las RTE-E debe fomentar el despliegue de tecnologías e infraestructuras innovadoras, como la captura y el almacenamiento de carbono.
En nuestra opinión, el reconocimiento de toda la cadena de valor en las RTE-E ayudaría sin duda a impulsar el despliegue de la captura y el almacenamiento de carbono a gran escala en toda Europa. Esto es vital, ya que es un medio necesario para hacer frente a la crisis climática.
¿Cómo puede el reconocimiento del almacenamiento de CO2 en la RTE-E contribuir a los beneficios transfronterizos en la UE?
Las instalaciones de almacenamiento están distribuidas de forma desigual en Europa. Esto significa que, dado que necesitamos esta tecnología a gran escala para los esfuerzos de descarbonización de Europa, los Estados miembros que no tienen acceso a instalaciones de almacenamiento deben poder acceder a sitios de almacenamiento de CO2 en otros lugares de Europa. Poner un gasoducto para transportar el CO2 está bien, pero al final, si no se dispone también de almacenamiento, o de muy pocos con precios elevados, no se llegará a la fase de transporte, simplemente porque el CO2 no se capturará para empezar.
Lea nuestra hoja informativa sobre la revisión de las RTE-E aquí
Sobre el proyecto de captura y almacenamiento de carbono de ARC
El Proyecto de Captura y Almacenamiento de Dióxido de Carbono de ARC pretende poner en marcha una planta de captura de carbono a gran escala para 2025. Esta planta de captura de carbono a gran escala tiene la capacidad de capturar casi el 95% del dióxido de carbono de los gases de combustión, lo que para ARC supondría la eliminación de unas 500.000 toneladas de CO2 al año. Esto contribuirá de forma significativa a apoyar la visionaria ambición de Copenhague de convertirse en la primera capital del mundo neutra en carbono para 2025. Aunque la captura de carbono es un proceso que normalmente requiere mucha energía, el proyecto de ARC pretende demostrar que la captura de carbono puede realizarse con un consumo de energía neutro. Esto es posible ya que el calor residual del proceso de captura puede volver a aprovecharse y convertirse en calefacción urbana.
Los esfuerzos y desarrollos tecnológicos de ARC también serán aplicables a otras instalaciones de conversión de residuos en energía en toda Europa, siempre que estén conectadas a redes de calefacción urbana. La capacidad de este y otros proyectos futuros similares para hacer realidad estos ambiciosos planes de descarbonización depende del marco normativo adecuado, de una financiación suficiente y de un mercado maduro de transporte y almacenamiento de CO2.
Esta entrevista forma parte de la campaña #TenETuesday. La realizamos junto a Bellona para llamar la atención sobre la próxima revisión de la RTE-E.
