CATF Declaración sobre la propuesta de norma suplementaria de la EPA sobre "ciencia censurada"
Ayer, la Agencia de Protección del Medio Ambiente (EPA) avanzó otro capítulo en su esfuerzo por restringir el uso de la mejor ciencia disponible por parte de la Agencia al anunciar una propuesta de norma suplementaria que se aplica de forma aún más amplia que su propuesta original mal concebida. A pesar de la fuerte oposición y la preocupación expresada por la comunidad científica, los ecologistas y los responsables políticos, e incluso por el propio Consejo Asesor Científico de la EPA, la Agencia continúa con su empeño de censurar la ciencia. Este esfuerzo es una pérdida innecesaria, imprudente e ilegal de tiempo de la EPA y de recursos de los contribuyentes.
"La conclusión es que la EPA está dificultando aún más la ya difícil tarea de proteger la salud pública y el medio ambiente. Esta propuesta hace poco para crear una transparencia real. Y es un abuso arbitrario e ilegal de la discreción de la Agencia que la EPA simplemente no tiene una autoridad clara para llevar a cabo", dijo Hayden Hashimoto, un abogado de Clean Air Task Force. "Cualquier norma que impida el uso de la EPA de la mejor ciencia disponible es incompatible con los mandatos de la agencia en virtud de diversos estatutos ambientales, incluyendo la Ley de Aire Limpio", dijo.
La directiva de la EPA de que todos los datos se hagan públicos socava la ciencia, porque la realidad es que los participantes en estos estudios tienen derecho a exigir que la información personal sobre su salud se mantenga en privado, y los científicos generalmente aceptan hacerlo. La EPA no debería proponer ninguna norma que ponga en peligro esta práctica. El simple hecho de ponderar más los estudios en función de la disponibilidad pública de los datos personales de los sujetos del estudio no subsanaría este defecto porque no tiene relación con la calidad de la ciencia.
La propuesta suplementaria ampliaría el intento de reprimir el uso de la ciencia al ir más allá de la aplicación a las acciones reguladoras para abarcar cualquier "información científica influyente" utilizada por la EPA. En lugar de facilitar la transparencia real, el nuevo esfuerzo parece diseñado para limitar el alcance de los estudios científicos en los que la EPA puede basarse o ejercer influencia sobre cómo la agencia se basa en ellos.
Hashimoto señaló que "este esfuerzo es particularmente indignante. La información científica influyente de la EPA debería ser sólo eso: información puramente científica. Inyectar las prioridades políticas en la información científica influyente (como hace esto) da la vuelta a la cuestión: la política medioambiental racional debe basarse en la ciencia, ¡y no al revés!"
CATF trabajará para garantizar que la investigación científica de calidad no pueda ser ignorada o devaluada por el mero hecho de que los investigadores decidan proteger -o estén obligados a proteger, por otras directivas legales- la privacidad de los participantes en los estudios.