La EPA tiene que tomar muchas decisiones sobre el clima
Sea cual sea la importancia simbólica de la decisión sobre Keystone XL, es sólo una de las varias decisiones políticas relacionadas con el clima a las que se enfrenta la Administración este año, y podría decirse que una de las menos significativas. Estados Unidos La Declaración de Impacto Ambiental sobre el proyecto elaborada por el Departamento de Estado Estados Unidos estima que la paralización del oleoducto evitaría entre 3 y 21 MMT de CO2e (dióxido de carbono equivalente) en emisiones de gases de efecto invernadero al año. Aunque los comentaristas ecologistas han sugerido que esta estimación puede subestimar estos beneficios, aún no han aportado alternativas.
El siguiente gráfico de barras compara las emisiones de CO2e del proyecto Keystone XL (que muestra la estimación más alta para ese proyecto) con varias otras oportunidades actuales de reducir los gases de efecto invernadero:
El año pasado, el administrador de la EPA, Jackson, prometió promulgar una Norma de Desempeño de Nuevas Fuentes (NSPS) para los gases de efecto invernadero de las centrales eléctricas de carbón nuevas y existentes. Una política que logre una reducción del 15% de las emisiones de CO2 de las centrales de carbón para el año 2020, simplemente recurriendo más a los recursos de generación existentes y más limpios, reduciría las emisiones anuales de GEI en 305 MMT de CO2e. En este momento, no está claro si la EPA propondrá este año una norma NSPS definitiva, aunque está a punto de publicarse un proyecto de norma ordenado por los tribunales desde hace tiempo.
En agosto de 2011, Estados Unidos la EPA propuso una importante actualización de las Normas de Rendimiento de Nuevas Fuentes (NSPS) para las industrias del petróleo y el gas. Está previsto que la EPA publique una norma definitiva antes del 3 de abril de 2012. La EPA estima que estas normas reducirán las emisiones anuales de metano de la producción de petróleo y de toda la industria del gas natural en 3,1 MMT de metano, o 78 MMT de CO2e al año (utilizando un potencial de calentamiento global de 100 años para el metano).
Aunque este es un comienzo importante, hay una serie de medidas viables para reducir las emisiones de este sector que la EPA podría haber incluido en la propuesta de NSPS, pero no lo hizo. Estas incluyen: cubrir las fuentes de emisiones no reguladas en la NSPS propuesta, como los pozos de petróleo, los pozos de gas convencionales (no fracturados) y los sistemas de distribución de gas; medidas más agresivas para mitigar algunas fuentes; y requerir medidas de mitigación para los equipos existentes antes de agosto de 2011. CATF estima que la aplicación de estas medidas adicionales podría reducir las emisiones de metano hasta en 6,1 MMT adicionales de metano, o 152 MMT de CO2e, por año (más allá de la cantidad de emisiones que serán mitigadas por la NSPS, si se finaliza como se propone).
Por último, la Ley de Independencia y Seguridad Energética (EISA) de 2007 ordenó un aumento sustancial del consumo mínimo anual de etanol de maíz (Renewable Fuel Standard 2 o RFS2). El etanol de maíz, tal y como se produce en la actualidad, tiene un impacto mucho mayor sobre el clima en su ciclo de vida que la gasolina, por lo que este mandato aumenta sustancialmente el impacto del ciclo de vida de la quema de combustibles para el transporte Estados Unidos . Si los conductores de Estados Unidos utilizaran gasolina en lugar de una cantidad de energía equivalente al etanol de maíz que se produjo y consumió en 2010-2012 de acuerdo con el aumento ordenado por la EISA, las emisiones de GEI evitadas durante ese período habrían sido de una media de 121 MMT de CO2e al año. Al menos en teoría, la reabsorción de carbono por parte de los cultivos energéticos plantados posteriormente podría llegar a compensar esa diferencia, pero ese proceso tardará unos 40 años, según un análisis de los datos de la EPA realizado por CATF.
Sea cual sea la opinión de cada uno sobre Keystone, todos los miembros de la comunidad ecologista debemos no perder de vista otras oportunidades mucho mayores para frenar el cambio climático. La Administración Obama puede dar este año un primer paso importante en la batalla para reducir significativamente nuestras emisiones de CO2 proponiendo normas estrictas de rendimiento de gases de efecto invernadero para las plantas de carbón.